Carta abierta de Eduardo Murúa a la militancia ante el paro general
Por Eduardo “Vasco” Murua
Un humilde pedido de un viejo militante a las compañeras y compañeros jóvenes de la CTEP y de las demás organizaciones sociales y gremiales:
El 30 de abril será, si ustedes quieren, un punto de inflexión en la lucha de nuestro pueblo. Pero solo será posible si ustedes son capaces de superar los esquemas de pensamientos de los viejos dirigentes, que parecemos haber quedado con resabios de la derrota sufrida en los ’70. Nosotros somos los que no hemos sabido re-formular ni leer los cambios que ha generado el capitalismo, el cual sí cambió su forma de explotación, no solo avanzó a sangre y fuego en su guerra contra la clase obrera mundial, sino que hizo profundos cambios en su forma de producción, descentralizó y tercerizó, re-localiza fácilmente su producción bajando el costo laboral. Las multinacionales se han convertido en poderes superiores al de los estados, convirtiéndolos en colonia, con la complicidad de todo tipo de diligencias en nuestros países. Mientras tanto nosotros en 40 años no logramos conformar la dirección de un movimiento popular revolucionario. Ni siquiera supimos armar una dirección única de la clase trabajadora que hoy son los ocupados, los de la economía popular y también los desocupados. Una dirección que contemple los intereses de toda la clase será la única forma de enfrentar la violencia del capital, un desafió más que les dejamos como tarea imprescindible para derrotar al estado burgués cómplice del saqueo que se ejerce sobre nuestro pueblo.
Miren si a los viejos nos han golpeado que a la edad de ustedes nosotros bien definíamos la democracia como dictadura de la burguesía y hoy nos desvelan las elecciones y creemos en la disputa dentro del Estado burgués. Deseamos que ustedes nos superen, que recuperen la memoria de nuestros compañeros desaparecidos, su amor a los más débiles y el odio a los poderosos que sabemos que ustedes lo tienen. Pero fundamentalmente tener la teoría y práctica revolucionaria que nos hace falta, y esa práctica tiene hoy en el paro con piquete el elemento y método que hay que profundizar, un método que empodera a la clase toda, en los barrios donde somos fuertes, quitando la posibilidad de ser mediatizados por una dirigencia negociadora, y en donde al aparato represivo del estado sea desbordado por los miles de puntos que el pueblo tomará ¿Qué mejor educación política que discutir con nuestras compañeras en cada piquete?, ¿Qué mayor punto de unidad de las organizaciones que estar bancando todos juntos cada trinchera?, ahí no vamos a discutir el punto y la coma de un puto documento, sino la verdad de las necesidades de nuestro pueblo, de donde saldrá seguro el programa y la unidad en la lucha, y de esa necesaria unidad surgirá la nueva identidad en la que confluyamos, ya que no hay pueblo que se libere sin tener identidad.
Los convocamos, jóvenes, a convertir el 30 de abril no en un parito con movilización, capitalizado por algunos dirigentes, sino en una pueblada que la capitalice el pueblo, que haga temblar al poder real y no solo a su servil lacayo de hoy, un tal Macri, que sea un grito que hasta acá llegaron, que dijimos basta y vamos a luchar para que se vayan hasta que el pueblo mande. Vayamos al paro con piquete con las banderas de Perón por su capacidad de organización, la bandera del Che por su integridad y entrega, la bandera de Marx por su ciencia, la bandera de Jesús por su amor a los desposeídos y la bandera de Evita por su pasión y amor al pueblo.
*Trabajador de IMPA y militante del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas