Dar vuelta el paradigma: incluir a personas sin discapacidad
De a poco vamos transitando el camino. Vamos descubriendo que hay otros que piensan en cambiar paradigmas. Entonces nos juntamos para seguir caminando.
Muchos “por qués” nos asolan, pero otros nos sacan de lugares estancos. Esta entrevista con Juan Ignacio Acosta, director de Ilusiones nos sacude la comodidad.
Las Ilusiones es una compañía de arte inclusivo que cuenta con alrededor de 500 artistas, en formación y en producción y ahora crearon el primer Banco de Talentos, dentro de la agencia Tú Productora. Toda una comunidad.
Quiero comenzar esta nota con algo con lo que más de uno dirá “pero si es lo que me pasa a mí”. Ayer como todos los viernes me figuraba en la aplicación que había un auto de la empresa Cabify, de los que me manda Emergencias a buscarme estacionado, esperando. Estaba frente a la puerta del Club Ferrocaril Oeste. Debía estar exactamente en la otra cuadra y de la vereda de enfrente. Quince minutos haciendo señas como un mal nadador que perdió pie. Esta vez, ahogada en cemento caliente y no en el agua. No es poca cosa que además de estar de pie oficie de “Trapito” y cuide que nadie ocupe el lugar pintado de amarillo y con rampa. Porque a nadie parece importarle respetar normas mínimas de convivencia. Estoy hablando de la puerta de un centro de rehabilitación. Eso sí, a veces, solo a veces, y de mala gana, piden disculpas. El conductor de auto se cansó de esperar, puso primera en su auto y yo en mi voz. Por fín, el señor de calles tomar, vio a la desaforada, detuvo su marcha rauda y cruzó.
- Sr. Usted tenía bien la dirección, no me vio haciéndole señas – el señor sentado mirando el ocaso.
- Tráteme con respeto. Yo no le estoy faltando el respeto.
- Le estoy preguntando si me vio. Hace quince minutos que estoy donde debía estar usted.
- A mí un viaje más uno menos me da igual. Si quiere llame otro auto.
Podríamos pensar que éste chofer es un mal llevado, porque por primera vez en mucho tiempo, Emergencias había puesto bien la dirección, pero también que jamás tuvo contacto con una persona con discapacidad que no puede sacar con su única mano libre el celular en la calle, llamar a otro chofer, esperar de pie el tiempo de encontrarlo, seguir tirando al aire minutos y pagarlo de su bolsillo cuando el traslado le corresponde a la obra social.
Podemos pensar que el señor es un mal educado y tendríamos razón, pero esto nos debe llevar más allá y preguntarnos por qué una persona que ve a otra imposibilitada de realizar varias acciones en simultáneo, lo que para otros sería un contratiempo, debe soportar la indiferencia, la discriminación, el mal trato. Es un mal educado, efectivamente. Por ello para salir del modelo médico no nos queda otra que la educación, el arte e incorporar a la discapacidad como parte de nuestra cultura. Como el fútbol, el mate, el asado. Es imprescindible que el arte nos muestre.
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"El primer contacto que tuve con una persona con discapacidad fue sin darme cuenta. Tenía trece años, mi colegio apadrinaba un comedor comunitario y yo daba clases de apoyo escolar allí. A él le costaba le las matemáticas y a mí me encantaba ver su aprendizaje que, si bien era más lento, bastaba con dedicarle un poco más de tiempo. Mucho después me di cuenta que tenía un retraso, y por qué los otros chicos que daban apoyo escolar no le tenían paciencia. En este momento no lo definía como un chico con una discapacidad intelectual. Para mí le costaba más que al resto, nada más. Ese fue mi primer contacto.
Luego hice la carrera de intérprete en Lengua de Señas. Estudiando conozco una compañera que era terapista ocupacional y me encantó. Pero no quería dedicarme a lo terapéutico entonces hago la carrera de Dirección Escénica en la ex IUNA (Instituto Nacional de las Artes hoy Universidad Nacional de las Artes). Fue en ese tránsito donde me di cuenta que podía fusionar ambas carrera y encontrar un espacio, no exclusivamente terapéutico. Descubrí que podía impulsar el potencial de las personas con discapacidad a través del arte.
El teatro es en vivo, es acción pura, si bien hay un estudio de la letra hay algo que pasa ahí, in situ.
Y por otro lado, tuve una gran mentora que fue Alicia Zanca, mi maestra y mi primer empujón para que me animara a trabajar con chicos con discapacidad. Y después que ella fallece se me multiplica la energía y destino todo mi tiempo a pensar en esto de la discapacidad desde un montón de enfoques no desde lo social y lo cultural desde autónomo, desde lo artístico, porque a veces también dirijo obras que no son todas con actores con discapacidad."
Juan Ignacio Acosta no dirige obras solo con actores con discapacidad, ni es el director de todas las obras que produce Ilusiones.
"Somos un conjunto de directores. Las Ilusiones tiene alrededor de 500 artistas, en formación y en producción, por lo que cada obra y cada elenco tiene su referente y yo hago la supervisión de todo y aporto el ojo crítico.
No creo en el verticalismo. Para algunas cosas sirve, pero para otras me parece que está bueno escuchar, la paridad, lo horizontal. La gran virtud de Las Ilusiones es que todos tenemos los oídos bien abiertos y humildad para crear con la otra persona"
¿Cómo aprenden los chicos las obras?
- Tomamos Shakespeare por ejemplo y no hacemos la versión original porque dura tres horas. O sea que en principio, ya hay una adaptación basada en lo que es el teatro moderno. Luego vamos al nudo central de lo que tenemos que contar, para que la obra no pierda su sentido, y si algún actor con discapacidad puede decir el texto fiel mejor, si no, vamos trabajando con cada uno hasta encontrar lo que sí pueden expresar. Procuramos que no se pierda el argumento, ni la magia de la obra, aunque las palabras no sean las mismas. Trabajamos textos clásicos como Moliere, Anton Chejov, Enrique Discépolo, Florencio Sánchez. Una variedad enorme de autores.
Si tuvieras que decirle a un papá qué mirar en su hijo para darse cuenta que tiene inclinaciones artísticas o vocacionales para el teatro o la música.
- Lo mismo que para un chico que no tenga discapacidad intelectual. Si ya empieza a cantar a los cuatro, cinco años, se disfraza baila, eso es un indicio.
Que es El Banco de Talento dentro de la agencia Tú Productora.
- Para este proyecto contamos con el apoyo de Disney y Asdra (Asociación Síndrome de Down de la República Argentina). Y la idea fue dar un salto cualitativo, pensar a los artistas con discapacidad, dentro del campo audiovisual. Nos estaba pasando, como siempre nos pasa en Las Ilusiones, que damos respuesta a las problemáticas que van surgiendo. Y nos escribían distintas castineras pidiendo artistas con discapacidad y no teníamos material fílmico pensado para este tipo de segmento, que no es solo compartir una obra de teatro filmada, no. Tiene ciertos criterios. Tú Productora, se convirtió así en el nexo entre las castineras y las productoras, con el objetivo de potenciar a nuestros actores.
Disney apoyó la creación de la web, las fotos, los reels, todo el proyecto. Y los artistas aprendieron cómo presentarse a un casting, cómo hacer un CV, cómo entender un contrato.
Tu Productora está en pleno funcionamiento y dos de los actores hicieron ya publicidades una para el exterior y otra para Argentina, no puedo decir para que marca porque todavía no ha salido a la luz.
La publicidad hoy está incluyendo a personas con discapacidad.
Si y eso es un gesto. Y si la publicidad levanta esto es porque evidentemente la sociedad lo está requiriendo. Estoy convencido de que realmente vamos por el buen camino falta un montón, no hay duda, pero lo estamos haciendo muy bien.
Hace tiempo vengo sosteniendo que es que el arte, la cultura, intervienen de manera definitiva para cambiar el paradigma médico de la discapacidad. Entonces me impresionó favorablemente esto de “nosotros incluimos a las personas que no tienen discapacidad”. Me gusta, me gusta mucho esta mirada. Cómo la explicarías.
- Sabes que pasa, Liliana, Las Ilusione es comunidad y como comunidad se va transformando continuamente. Estamos trabajando con seres humanos, relacionándonos con personas. Entonces pensar en este nuevo paradigma, en un paradigma invertido era posibilidad de poder correr a la persona con discapacidad del foco de “persona con problemas”. Hacer foco en la inclusión de su capacidad. Nuestro trabajo es hacer que se comprendan los sentimientos que atraviesan a una persona con discapacidad, a lo largo de su vida, que todo el tiempo es mirada como la que no puede, la niña, la infantil, el ser angelado. En la actualidad todavía nos encontramos con instituciones, que siguen llamándose: “espacios especiales”, “danza especial”, “capacidades diferentes” y eso es poner en lugar de menor valor a la persona. Con esos nombres en vez de ayudar a la inclusión estamos estigmatizando.
No crees que se debería ir erradicando la palabra Inclusión. Porque el día que no tengamos que decirla será porque estamos todos incluidos.
Nosotros hace un año y medio, dos, aproximadament, que en nuestro plan de comunicación no ponemos más “destinado a”. Las Ilusiones “es”. Es comunidad inclusiva, sumate como quieras, como puedas, como tengas ganas, a tu tiempo. En nuestro isotipo hay un reloj de arena que indica esto del tiempo. No hay tiempos absolutos y totalmente verdaderos. Hay tiempos. Los tiempos de cada uno. Y realmente creo que cada persona, todas las personas, puede llegar a cumplir sus objetivos. Lógicamente con apoyos. El Estado estará para multiplicar derechos, para que las leyes funcionen. Las organizaciones, como la nuestra, estarán para potenciar que se cumplan esos derechos.
¿Cómo se solventa Las Ilusiones y este proyecto?
- Tenemos dos formas, las cuotas que las familias aportan, pero que no son absolutas. ¿A qué me refiero con eso? A que si una persona no puede pagar, puede venir igual. Este año logramos tener 12 % de becados totales y un montón de becas parciales que van desde el 10 % al 50%. Catorce años de historia, 500 chicos y siete sedes, una en Abasto y seis en varios lugares del conurbano bonaerense. Y yo supongo que el profesionalismo, la excelencia, el grado de humanidad, y que miramos a cada persona en singular hace que tengamos tantos actores y producciones.
Una problemática del colectivo es querer salir del modelo médico y no poder. Es como un perro que se muerde la cola. Reconozco que colectivo tiene muchas dificultades concretas. Personas adultas mayores que tienen necesidades específicas de atención, de prótesis, de ortesis, urgencias de salud cotidianas que no están satisfechas ni cubiertas, pero finalmente esto termina por ser una excusa para el no tratamiento de proyectos como el de ustedes. Lo vemos en el tiempo que se demoró la ley de Lengua de Señas, o financiación del trabajo y la producción de las industrias culturales impulsadas por el INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales), el INAMU (Instituto Nacional de la Música), el INT (Instituto Nacional del Teatro), entre otros organismos, y el funcionamiento de las bibliotecas populares de todo el país, que reciben apoyo a través de la CONABIP (Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares), por poner ejemplos.
Tal vez sin advertir que hasta que no incorporemos lo cultural como una necesidad imperiosa no se van a solucionar esos otros temas urgentes.
En el Konex, por ejemplo, hay una obra que se escucha y siente con los ojos vendados. Por qué un lugar de una trayectoria tan interesante no acompaña y pone una leyenda de una frase: “queres saber que siente una persona que no ve” o “acércate a las personas que no ven. Vení, Experimenté”. Trabajar más del tema cultural para poder dejar de lado el tema médico. Ir poniéndonos de a poco en el lugar del otro.
La cultura es pedogogizante. Porque es una conexión emocional subjetiva en donde a veces algunas cosas no se pueden explicar. Ves una obra de teatro y decís me gustó, me llego y no sabes muy bien porque te toco pero lo hizo, aunque no lo puedas explicar
Bueno, el arte no sirve para nada, dice Barthes. No hay que encontrarle una utilidad. Es eso y es un poco esto o aquello pero sin precisiones. Pero deja huellas imborrables. Permea.
- Nos entra por todas las fibras. La cultura es cognitiva, pensante y racional, intelectual pero emocional, subjetiva. Y el arte escénico tiene esa posibilidad del convivio encontrarnos con otra persona en ese en ese momento único e irrepetible que tienen en particular el arte teatral potenciar el arte inclusivo hablar de un movimiento es poder encontrarnos de otra manera no como persona con discapacidad sino como personas, simplemente.
Tiene alguna relación con la Andis.
- Hemos perdido un poco de vínculo, no sabría decirte bien por qué. Al Festival de Teatro Internacional han venido de Italia, de Australia, argentinas nunca. Lo que le digo no que presente una obra nuestra que3 tal vez no le guste, pero está Oveja Negra de Gisela Amarillo. Yo levanto la bandera del arte inclusivo con Las Ilusiones pero no creo sea la única, pero tengo muchos amigos me encanta lo que hacen, por ejemplo en Almirante Brown.
Estamos recién entrando en la etapa para empezar la inclusión. Los procesos son de exclusión, segregación, integración, inclusión. Yo creo que para que para que nos juntemos de nuevo y hablemos de otra era, de otra etapa porque faltan unos diez años.
Yo tengo una sobrina de 18. No tiene ningún rollo con la discapacidad entonces hay que esperar porque la vida es así. No creo en el cambio categórico sino en la evolución humana.
Es que ustedes se trabajan con todas las personas con discapacidad.
- Te puedo decir que la mayoría que viene tiene discapacidad intelectual y la mayoría tiene Síndrome de Down pero trabajamos con todas las personas.
Pasa que con el teatro y con la cultura estamos atravesando un momento complicado porque lo que prende es lo comercial lo popular, y no lo digo en términos negativos. Hay un sector de la población que disfruta de lo popular y de comercial entonces cree que ir a ver una obra inclusiva o de personas con discapacidad es aburrida. Debo decir de mis grandes amigos y colegas que hacemos el teatro independiente profesional también, que creen que el teatro independiente con personas con discapacidad todavía a infantil y amateur entonces en movimiento cultural inclusivo se encuentra en la mitad de estas dos cosas. Con mucha fuerza pero no termina de hacer el salto.
Quizas habría que pensar en trabajar más en conjunto, no?
- Yo escribí un libro sobre las vanguardias que como movimiento cultural y fue en el principio, rebelde. Bueno, estamos en ese proceso lógico, que estemos ahí ya está bien. Me parece bien, que estemos hablando sobre todo para que el resto de la gente empieza a entender. Somos la vanguardia. Los lugares van mutando y es parte de una evolución, y de un proceso. Falta, falta un montón lógico, pero trabajando.
Existen Experiencias que no sabemos que existen
El Sueño de los Elefantes es una experiencia que propone una nueva percepción del espacio y del tiempo. Preparada para transcurrir en una sala a oscuras, el público es guiado hasta recostarse en colchonetas. Experiencia multi-sensorial que propone al sonido como medio para entrar en otros mundos y realidades. Esta obra que podría ser un acercamiento al mundo de las personas con baja visión o ciegas, y acercar, llamar a la discapacidad para que incorpore a su mundo la no ceguera con solo poner una frase, no amplía su público. ¿Lo hace adrede? No. Desconoce, no sabe.
La cena a ciegas
“Se trata de una secuencia de pasos guiados (que hay que realizar sin iluminación y con antifaz para dormir). La comida se fusiona con un mecanismo participativo (es imprescindible disponer de un teléfono móvil y auriculares) creando una vivencia interactiva que atrapa a los participantes durante los 45-50 minutos necesarios para realizar la degustación.” Esto podría ser otra manera de acercar mundos sin embargo Clarín lo toma como “un atractivo diferente”.
Hay varios lugares que ofrecen cena a ciegas, como atracción turística. Y está El teatro ciego inspirado en técnicas de meditación en la oscuridad, que se practican en los templos “Zen” Tibetanos. En el año 2001, José Menchaca es convocado para dirigir una obra de teatro en la oscuridad, con elenco, en su mayoría, de actores ciegos.
La lengua de señas es otra manera de acercarse e incorporarse al mundo de los hipoacúsicos. Es una apertura a lo que no conocemos. La lengua de señas debería ser parte obligatoria de la currícula en los colegios. Colegios bilingües o trilingües o cuatriligue, con lengua de señas, idioma extranjero y sistema braile.
Hay varias series pero la mayoría sin difusión suficiente o con acceso restringido. Como la propuesta de la Televisión Pública: Sí solo si, protagonizada por personas con Síndrome de Down y actores como Roberto Carnaghi, entre otros. Se puede ver en la Tv Pública. o Metro Veinte que se trata de Juana de 17 años, quiere vivir su primera experiencia sexual y su silla de ruedas no va a detenerla. Esta serie explora la diversidad de los cuerpos, la sexualidad consentida y el orgullo de encontrar su lugar. Esta no se puede ver, salvo para quienes tengan la plataforma Mubi.
Luego tenemos las extrajeras como: “Atipycal”, “Wo, una abogada extraordinaria”, “Polseres vermelles (en castellano: Pulseras rojas) es una serie de televisión catalana.'The New Normal' (Edward Barbanell). 'Sin Identidad' (Luis Miguel Astorga), Vida secreta de una adolescente' (Luke Zimmerman), A fuerza de cariño' (Chris Burke), 'Médico de Familia' (Alberto Domínguez-Sol), American Horror Story' (Jamie Brewer),'Glee' (Lauren Potter).
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Nuestros productos recibieron diferentes premios y reconocimientos en distintos festivales provinciales, nacionales e internacionales.
Algunas propuestas son un atractivo turístico pero hay que poner el énfasis en que son más que eso son una posibilidad de cambiar el paradigma, de salir del modelo médico. Quedémonos con esto: el mundo de la discapacidad incluyendo a los que no tienen discapacidad. Suena lindo ¿Verdad?