"No creo que Francisco pretenda modificar estructuras muy conservadoras"
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AGENCIA PACO URONDO: En principio la idea sería comenzar a charlar de esa gran novedad que tuvo esta semana, Bergoglio es el nuevo Papa ¿Cuál es su impresión al respecto?
Fortunato Mallimaci: Una novedad, imaginá que en toda la historia del catolicismo, nunca hubo en su cabeza una persona que no hubiese sido europea. Que esa persona elegida fuese de América Latina y en el caso, de Argentina, es una enorme novedad para cualquier personaje que intente ver qué está pasando en esa institución que ha decidido: Primero que su Papa anterior renuncie y segundo que haya una persona de América Latina allí. Creo que muestra los cambios que se están produciendo.
Cambios al interior de la dinámica en la cual está enmarcada la Iglesia Católica, dado que no son cambios en las ideologías. Los 115 que estaban para votar y elegirse entre ellos, son ultra conservadores, ultra derechistas y ultra ortodoxos. Dado que el cargo tiene, a su vez, una carga fuerte, simbólica en el imaginario cristiano y del imaginario católico, sea quién fuera el elegido, una porción significativa de esos creyentes, depositan en él cierta esperanza. De que se mejore lo que hay, se transforme, cumpla lo que supone que la mayoría quiere, con cierta honestidad, sencillez, austeridad, no está mal.
Después, habrá que ver cuáles son esas grandes orientaciones en las cuales la persona está. Sobre todo, en qué estructura: de pensamiento, de acción, de presencia en la sociedad, de estado de la Iglesia Católica, donde ya no depende de una persona, sino que depende de un mundo católico, lo cual incide y mucho sobre la persona que ocupa el cargo.
APU: En ese marco, despertó muchas esperanzas en toda Latinoamérica este nombramiento...
FM: Sí. Un negro, despertaba esperanzas, un filipino, despertaba esperanzas, sí. Lo que sucede es que después uno tiene que decirle a esa mismas personas, difícil en el momento de la euforia, cómo acodarlas. Las personas son importantísimas en las organizaciones, pero las estructuras a las cuales uno debe entrar o modificar también pesan. Hoy esas estructuras católicas están muy homogeneizadas con un tipo de pensamiento muy conservador. Sí creo que el actual Papa Francisco, no pretende modificar un ápice. Al contrario, por su historia y su manera de pensar y de hacer en Buenos Aires, muestran que su línea va a ser esa sobre los temas de moral, de doctrina.
En los temas que tienen que ver con la vida cotidiana, seguirá denunciando a los homosexuales, travestis, pondrá la defensa a la vida en contra del aborto, tendrá la idea de la ley natural. Seguirá insistiendo que fueron izquierdistas los que cometieron errores en la Iglesia católica, que han sido subversivos los que infiltraron y la han llevado por mal camino durante los últimos años y por eso, las crisis que tenemos. Esa es su lectura y si a eso le agrego su historia personal, no ya de Francisco, sino de Bergoglio y sobre todo cuando era superior de los jesuitas, con su complicidad con la dictadura.
Las denuncias que ha tenido de las víctimas, en este caso de los sacerdotes que eran sus propios compañeros y de haber sido cómplice de su detención. Nos muestra ya un personaje en su complejidad, en su totalidad, que me parece que un análisis no puede dejar de tenerlo en cuenta.
APU: En esa línea, donde estamos todos en tiempo de análisis y especulaciones. Algunas de ellas tenían que ver, justo con este momento latinoamericano, tan fuerte en muchos movimientos populares que llegase una personalidad como la de Bergoglio.
FM: Eso, olvidalo. Las instituciones se manejan por sus propios problemas. Lo mismo que decís pero visto del otro lado. Están, híper preocupados con los problemas que hay en América Latina pero no por los gobiernos. Por la cantidad de gente católica que en los últimos 15 años han decidido concientemente, dejar ese catolicismo y tener otra identidad religiosa.
La preocupación está, si para lograr que eso no se revierta, Francisco y sus antecesores han pensado siempre, política y religión unida, presencia religiosa de lo político y presencias de políticos en la religión, Argentina es un ejemplo.
Si para hacer eso, los gobiernos, sean cuales fueren, deciden darle mayor presencia a la Iglesia Católica y mayores privilegios, lo harán sin ningún problema. No es el signo ideológico del gobierno que les preocupa, sino cuál es el papel que esa Iglesia Católica pueda tener en cada una de las sociedades. En América Latina, sus sociedades y sus gobiernos siguen siendo bastante vinculantes con lo religioso, con el cristianismo y alguno de esos países que mencionás, con la propia Iglesia Católica.
APU: En esta tesis de preocupaciones políticas, se lo emparentó mucho con la designación de Juan Pablo II y su acción anticomunista.
FM: Lo podés hacer con Ratzinger ¿Por qué no? Lo primero que hizo Ratzinger, cuando fue Papa, fue ir a Alemania a hablar sobre el peligro del Islam. Yo esas visiones no las comparto para nada, lo cual, no quiere decir que no existan. La gran preocupación que tiene la institución religiosa es lo que pasa con los fieles, si se quedan sin fieles dejan de existir por más gobiernos que haya de A, B o C. En el caso de Juan Pablo II, la idea que tenía era que esos gobiernos -en esos países- atentaban contra la libertad religiosa.
Tal es así que una vez caídos los gobiernos, fijate lo que es Rusia hoy, el gobierno y la iglesia ortodoxa rusa otra vez juntos, sin problemas. En Polonia intentaban hacer un Partido Católico y así les fue. Walesa desapareció. Solidarnosc, que era un sindicato fuertísimo en aquella época, hoy no existe. En eso hay que ser muy cuidadoso, así como no hay que poner expectativas en personas, ni aquí ni en ningún lugar y menos en un Papa. Las personas pueden, pero hasta ahí nomás. Hay que desearles que les vaya bien y que hagan lo mejor posible por la paz y la felicidad de la humanidad, después existen los grupos, el poder, el Estado, el Vaticano, la Curia, los Bancos.
APU: En estos conflictos internos, por un lado tiene que ver con esto de la Fe que la iglesia está perdiendo parte de su rebaño.
FM: No, yo no dije que se está perdiendo
APU: Digo que se está perdiendo en el mundo católico..
FM: Las personas concientemente deciden dejar de ir a los templos católicos e ir a otros templos. La Fe no desaparece, la gran transformación que está habiendo, es que hay una búsqueda religiosa y espiritual mucho más fuerte de lo que nos imaginamos, aún la gente de las ciencias sociales. Por eso, es tan interesante en esa búsqueda, lo político, el Estado. Las instituciones religiosas se mezclan, porque cada una de ellas -también- quiere tener una participación activa en esto y después vienen los conflictos.
APU: Hablabas de los conflictos internos que tiene la iglesia ¿Cuáles marcarías como más importantes?
FM: Primero, el fuerte proceso de toma de distancia de las instituciones ¿Por qué la gente ha dejado de creer en las instituciones? Te podría habla de la iglesia, de la política, de las instituciones, del Estado, de la tele. Es decir, son procesos que van muchísimo más profundo por el tipo de capitalismo desregulado que hoy vivimos, la pérdida de la credibilidad en las instituciones. ¿Cómo se compensa eso? Mirado desde el catolicismo, pongamos mal estado, hagamos vínculos con los grupos económicos, con los grandes medios.
El otro, es el gran proceso de toma de decisión individual de las personas a las cuales esas instituciones no están preparando, le ofrecen comunidad para unos pocos. Esos pocos quieren estar muy activos, salir a combatir a los enemigos, romper clínicas abortistas. Ir a una exposición de León Ferrari, como se hizo acá en la Ciudad de Buenos Aires y que todo el mundo lo ha olvidado, donde el Cardenal Bergoglio le dijo que era un blasfemo y al otro día le rompieron todo.
Me parece importante mostrar esto, pero ese es un grupo de gente fanatizada como puede pasar en la política, en lo cultural, en lo deportivo. Después, temas institucionales, la individuación, una serie de dogmas que los católicos no cumplen porque les parece ridículo, que va desde el preservativo hasta el tipo de familia, decidir cuántos hijos se tienen e interrumpir el embarazo y mucho más profundo todavía es, qué inserción con los grupos populares. Estar con los pobres para decirles simplemente que se calmen, esperen que ya les va a llegar, quédense tranquilos que vendrá alguien que los va a amparar.
Hagan sus propias organizaciones, defiendan sus derechos, sean capaces de ser reconocidos como tales. Por último, qué tipo de participación tienen los cristianos en la toma de decisiones en esas instituciones que hasta el día de hoy es cero, 115 deciden por el conjunto. Tienen que ser varones, célibes, vestidos todos de rojo, de 70 a 80 años, todo eso está en el corazón de las discusiones. Si es sencillo, austero, anda en colectivo, en taxi, paga o no sus cuentas es una anécdota. Porque después le va a pasar lo que a la Alianza en Argentina, pero ahí los grandes problemas hay que solucionarlos.
APU: ¿Cómo analizás que se está utilizando la imagen de Bergoglio, ahora Papa, en nuestra actualidad?
FM: Toda institución, cuando llega a la persona, tiene que decir la herencia que ha recibido. Aunque tengo que mencionarlo, ya que no puedo decir la herencia que he recibido porque el que me eligió es el que estaba antes que yo, no puedo decir que el que me eligió es un sátrapa. Lo voy a recordar como a un tipo genial pero en mis gestos trato de diferenciarme. Esa diferenciación gestual y que es un intento de diferenciación simbólica que envía una serie de expectativas, mediáticas, pero sobre todo los primeros días.
Ayer pasaron todos los discursos en la radio y en la televisión argentina, hoy lo volvieron a pasar, mañana lo van a volver a pasar. Todos sabemos que se rutinisa, se burocratiza, te aburre escucharlo todos los días, ese es el grave problema que tienen las instituciones hoy. En un artículo que había escrito decía que ese estado fue cadena mundial el 28 de febrero en Europa, el día que se cerraba la puerta y el Papa Benedicto XVI se metió en el helicóptero y se fue. Ese momento, todas las cadenas del mundo, ayer todas las cadenas del mundo mostrando la fumata blanca. Cuando mañana uno de los funcionarios de la Curia romana u otro Obispo, cura, cometa algún delito, esas mismas cadenas a nivel mundial lo van a reproducir y al reproducirlo, el éxito que tenés hoy se vuelve a debilitar.
APU: ¿Cómo pensás que esto va a repercutir en la Iglesia Católica Argentina?
FM: Muchísimo, porque aquellos que se le enfrentaron en el interior dirán "perdimos", los que estaban con él dirán "ganamos" y tiene la posibilidad de elegir a todos los obispos que van a ocupar cargos. Esto es como cualquier grupo, se tiene siempre una particularidad en el vínculo, para bien o para mal.
APU: ¿Esto supone un giro más hacia el sector conservador?
FM: No se puede girar a lo que uno es. Conservadores son y mucho. Es ultra conservador y ultra ortodoxos. Es gente de convicciones muy fuertes, de autoridad muy fuerte sobre el tema de la identidad y discuten un poco más para acá y un poco más para allá. Si algo de esa influencia católica en América Latina, son los movimientos políticos, Bergoglio es peronista ¿No? Como Aguer también es peronista, el otro obispo que se supone que está enfrentado.