Ordena el Estado: una respuesta a Demián Selci, por Santiago Gómez
En una columna publicada en el blog Revista Planta, reproducido en la APU, el compañero Damián Selci sostiene que en la Argentina existen sólo dos posturas, “o bien se respeta el liderazgo de Cristina” o no se respeta y hay que decir cuál es el liderazgo que se reconoce. Como buen intelectual cree que se trata de una cuestión de liderazgos. Un líder sin recursos no tiene el mismo poder. El peronismo es anterior al kirchnerismo, de acá al 2015 lo que nos tiene que ordenar es el Estado. Ese debe ser el tema a instalar de acá a las próximas elecciones. Sabemos que esto es parte de un proceso regional, contra un mismo enemigo, el poder financiero y su cultura colonial, que nos dice que lo de afuera vale más que lo de adentro, que el problema son las formas y no que queremos cosas distintas. Ese discurso está más allá de Clarín, se llama O´Globo, Fox, el poder financiero es dueño de los medios mundiales, también está en las series, las películas, la música que escuchan los pibes. El fin de semana pasado asistí al cumpleaños de una sobrina y me horrorizó ver que parte del servicio de animación era poner a los pibes frente a una pantalla a bailar como los del video. Veinte cuerpos distintos de cinco años copiando una sola forma de moverse.
Randazzo da una entrevista con el conductor de Pura Química en el noticieron de la medianoche, reconoce que un problema importante del kirchnerismo son las formas, pero Selci decide igual decir las cosas de forma drástica. Tenemos problemas con las formas. Qué es esto de plantear las cosas en términos de “o bien respetamos”. ¿Si no respetamos mal? Jamás el peronismo dividió en mundo en sólo dos formas de verlo. Sabemos que la felicidad es un estado de la armonía y hay que cuidar las formas para mantenerla. Por eso no es muy estratégico pegarle a lo que hace feliz al pueblo. ¿Pegarle a Fantino? Si consigue tener a la militancia kirchnerista disfrutando una entrevista. De lo que se trata es de llegar al otro con una forma que pueda ser recibida, no se trata de que el otro se adapte a nuestras formas, sino de prestarle atención a qué forma los otros son receptivos y lograr transmitir nuestro contenido de una forma que pueda ser recibido para ir más allá del 30%. Una interna Scioli - Urribarri nos podría mostrar cuál es el verdadero número del kirchnerismo.
¿Triunfo cultural y no triunfamos?
Para ser un movimiento fuerte hay que ser un movimiento grande. Un aparato de cuadros es una estructura rígida, no un movimiento fuerte, son buenos para gestionar, no para construir. ¿Con esos modos Selci cree que vamos a conseguir más votos, pegándole a los progresistas porque todo lo leen, con lo que leyó Selci, pegándole a Fantino, a Feinmann, a Rial? Sí, se trata de votos, mientras para gestionar el Estado haya que ganar elecciones. ¿Nos podemos preguntar qué tan kirchnerista es C5N con todos los votos que le sumó a Insaurralde con sus permanentes noticias de inseguridad?
Fortalecer el Estado
Suponer que después del 2015 ordena al peronismo Cristina, es desconocer lo aprendido en estos años y al peronismo. Ordena el Estado. Desde el Ejecutivo Nacional, el kirchnerismo, un sector del peronismo, consiguió ordenar al resto de los sectores del peronismo de las provincias. Cristina anunció que continuaría dando la batalla desde adentro. Sería bueno encontrarla al frente de la UNASUR. Perón proclamó unidos o dominados, lo peronistas nos debemos encuadrar detrás de unidos. Post 2015 habrá que apoyar a quien garantice la unidad regional. Como el que ordena es el Estado, quien esté al frente del Ejecutivo Nacional acordará directamente con los gobernadores y se constituirá como su referente, en tanto su gestión mejore las condiciones de vida de sus co-provincianos. Si sabemos que nos pegan por las formas, no les debemos de comer. Cristina eligió a Taiana, escuchémoslo.
Debemos reconocer que el pingüino no es querido por su forma, sino por su gracia. Su hacer colectivo, allá, en el frío, pleno desierto, y hace con lo que tiene, como buen peronista, y se divierten, es un placer asistir al hacer de los pingüinos. Pero para algunos no es ni pájaro ni pescado. Un pájaro que no vuela no es un pájaro, un bicho que nada bajo el agua, durante tanto tiempo, con temperaturas bajo cero para comer, no es un pájaro, es un pescado. Esto ha sido parte del problema de la izquierda peronista, para algunos eran de izquierda y no eran peronistas.
No se trata de sacar el peronómetro, sino de reconocer que lo que caracteriza al peronismo es reconocer al Estado como ordenador. Fue el Estado el que reconstruyó la industria, no fue obra del mercado. Fue el Estado conducido por la política, ya vimos lo que hace el mercado con la industria, prefiere la timba, la guita rápida, fácil, comprar por poco, vender por mucho. Sacar el mayor beneficio al menor costo. ¿Cuánto influirá esa cultura en la inflación, cuando podemos estimar los costos y comparar con el precio al que venden? Estas son las discusiones que dar, ahí radica el debate cultural ¿Prima el interés colectivo o el interés individual? Pero esto no debemos plantearlo en términos de batallas, que a nadie le gusta ir a la guerra, no vayamos a pelear para conversar de política. Por eso gusta Fantino, porque no pelea, como en 678 cuando invitan a alguien con quien no están de acuerdo, él escucha, no pierde las formas, piensa en el otro y lo que le gustaría ver. La política lo reconoció, fueron todos a que lo entrevisten, tiene mucha audiencia, quienes lo miran se reconocen en esas formas, debemos ser respetuosos de las elecciones populares. ¿Cómo le queremos llegar a los cuarenta millones? ¿Sin utilizar los medios? Cuando nos dirijamos a los otros, no lo hagamos de forma drástica. Como dijo Cristina, a no enojarnos y hacer docencia, que hay personas que no saben lo que los otros saben y no tenemos que enojarnos, sino contarle lo que no le cuentan y que las personas decidan.