¿Lobotomía a Evita?, por Pablo Adrián Vázquez
Por Pablo Vázquez
Pogueando de adolescente – y no tanto - en los recitales de Los Ramones repetía incesantemente la canción de Rocket to Russia, de 1977, Teenage lobotomy. Rabia e ironía se conjugaban con la imagen de una operación que se multiplicaba en películas de terror y documentales médicos.
Pero, ante recientes versiones periodísticas sobre una supuesta lobotomía efectuada a Eva Perón en 1952, parece que la canción de Joey, Johnny, Dee Dee y Tommy Ramone se volvería realidad en estas tierras con la Abanderada de los humildes.
¿Lobotomía a Eva Perón? Vamos por partes: El Dr. Daniel Nijensohn señaló, en el 2011, que el neurocirujano James L. Poppen le efectuó dicha intervención en Buenos Aires por pedido del presidente Perón.
Nijensohn citó a un cirujano húngaro George Udvarhelyi, quien declaró que había participado de una lobotomía que se le realizó a Eva Perón y que quien la realizó fue Poppen, célebre por haber operado a John F. Kennedy, de una hernia de disco en 1943.
También habría una asistente que corroboró la versión, unas radiografías faltantes que detallan la herida dejada, amén que el propio Poppen habría trabado amistad con el esposo de la paciente, del cual escribió el libro Perón, the man, de 1955.
Tales afirmaciones no se encuentran registradas en los trabajos biográficos de Raúl Matera, Raúl Mendé, Jorge A. Taiana, Jorge Alberto Albertelli y María Eugenia Alvarez, médicos de confianza de la pareja presidencial y, la última, enfermera personal de Evita.
Tampoco, para citar fuentes adversas, en los informes de la Comisión Investigadora de la llamada Revolución Libertadora y de los textos posteriores contrarios a Perón y Evita. Ni se se detallada en libro del Dr. Pedro Ara, en el film Eva Perón, la tumba sin paz (1997), de Tristán Bauer, ni en la investigación Los últimos días de Evita (2008), del Dr. Nelson Castro, el cual condujo recientemente el informe en TN Noticias sobre el tema.
Si a eso le sumamos que tampoco la familia de Evita, y el propio Perón, referencian dicho episodio nos encontramos con gente que ha hecho de un pelo una peluca.
Ante hipótesis y versiones volátiles estructuraron un informe que recuerda cuando Castro, en su programa televisivo, recomendó a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner que se cuidase del Síndrome Hubris.
El doble juego de ver a Evita afectada en sus facultades mentales y Perón ordenado la lobotomía tiene una intencionalidad evidente que pone a Aramburu y Rojas a la altura de un poroto.
Me quedo pensando que si hay lobotomía de corazón y sentimientos los afectados no se recuperaron más de ella… Mientras tanto, desechando esta hipótesis, ¡sigo escuchando a Los Ramones al mango!