Las Madres del 2001
Por Juan Manuel Ciucci
Pensar en un homenaje a la Asociación Madres de Plaza de Mayo es intentar demarcar la obviedad del por qué. Son tantos años de lucha que sobran los motivos. Es a ellas, ya, el homenaje por una vida que las llevó por un camino que (ya lo hemos dicho antes) las convirtió en nuestro sostén moral en los años más difíciles.
Pero la fecha elegida por el Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur no pudo ser mejor: un 19 de diciembre, a trece años del comienzo del fin de las políticas neoliberales en nuestro país. Ese miércoles por la noche la Plaza de Mayo se pobló de quienes protestaban contra el estado de sitio propuesto por el gobierno aliancista. Ya en la madrugada del jueves la policía comenzó la represión que continuarían durante todo el día.
Las Madres, ante esto, no dudaron en ir a dar su vuelta a la Plaza, y enfrentar lo que fuera necesario. Lejos de esconderse, se plantaron ante la policía para pedir explicaciones y conocer el paradero de los detenidos. La situación se fue poniendo cada vez más tensa, hasta que la caballería de la Federal embistió contra ellas.
Esa imagen fue la piedra de toque que determinó lo que sucedió de allí en más: el Pueblo comenzó a marchar a esa Plaza para echar al gobierno represor que había llevado las políticas del Banco Mundial y el FMI a sus últimas consecuencias. Esa agresión a las viejas sorprendió a todos, no creíamos que fueran capaces de tanto. Con ellas no, fue la reacción inmediata. Esa tarde vimos que fueron capaces de mucho más: de secuestrar, torturar y matar a mansalva al Pueblo en las calles de Buenos Aires.
Se habla mucho de los hijos del 2001, de la herencia de ese extraño año (y del 2002, si se quiere, un año aun más incierto). El kirchnerismo ha sido uno de sus herederos, pero también lo son las organizaciones sociales que recogieron los reclamos de vivienda y trabajo, diversos pensamientos asamblearios que hoy persisten, como las agrupaciones de izquierda que demuestran una solidez que les faltó en aquellos días tumultuosos.
Pero creemos que las Madres fueron quienes parieron esas fechas de lucha (argentinazo algunos lo quieren llamar), las que volvieron a marcar el rumbo de resistencia para un Pueblo que golpeado no sabía ya cómo seguir. Con el cuerpo en la Plaza, como siempre, demostrando la cobardía del represor. Por esto también debemos decirles gracias, ahora y siempre.