"El no peronismo no tiene noción del poder real, de su dimensión territorial"
Por José Cornejo
APU: Su último libro sobre la crisis de 2001 tiene un nivel importante de detalle. ¿Por qué esa decisión?
Ceferino Reato: Quería contar todas las diferentes miradas sobre esos hechos. Me interesaban mucho los matices. Creo que es una etapa muy importante que funda un acuerdo social que es muy importante, incluso hoy tantos años después. No se entiende al kirchnerismo sin esos años.
APU: ¿Cree que esa crisis sigue presente hoy?
CR: Los Kirchner siempre se identificaron como hijos del 2001. Mucha gente recuerda esa crisis y no quiere volver a ese momento. Mucha gente compara su situación con aquella. Si en los 90 había un consenso social alrededor del mercado y la empresa privada, el acuerdo pos 2001 tiene que ver con el Estado, el empleo, el consumo, los subsidios. Incluso Macri se tuvo que hacer eco de ese discurso.
APU: Teniendo en cuenta ese acuerdo generalizado. Uno debería decir, entonces, que lo sorpresivo en el caso de Macri es su discurso anterior con tanto énfasis en el cambio.
CR: Hasta marzo, las encuestas detectaban una voluntad de cambio mayoritaria que hoy no es tal. El macrismo miraba la foto, no el proceso más general. No se veía de dónde veníamos. Ellos creyeron que el 60% de la gente quería el cambio y así se mostraron. Si hubieran tenido en cuenta el proceso más amplio posiblemente se hubieran podido juntar con Sergio Massa. Hoy no pueden hacer eso.
APU: Entrando en lo que fue la crisis final de 2001. ¿Para usted fue un golpe?
CR: El propio Fernando De la Rúa ha dicho eso, ha hablado de un acuerdo entre el duhaldismo y sectores de los radicales de la provincia de Buenos Aires. Hay indicios de que eso ocurrió pero también de que eso no fue así. Por eso quise poner las diferentes miradas. Se trata de “golpes” muy difíciles de determinar. Por lo que pude relevar, los saqueos fueron todos organizados. En el caso de los cacerolazos fueron más espontáneos. El libro deja un final abierto, a la interpretación del lector.
APU: En el subtítulo del libro juega con la idea de un “golpe peronista”, lo dice así explícitamente.
CR: No sé si fue así. Si hubo un golpe duhaldista o el peronismo se aprovechó de un vacío de poder existente. Es interesante pensar cómo puede ser que en Argentina ningún gobierno no peronista puede terminar su mandato. Hablamos de Alfonsín y De la Rúa, pero también de otras experiencias radicales en la historia argentina. Esa es la cuestión de fondo.
APU: ¿Cuál es su teoría de por qué ocurre eso?
CR: Muchas causas. Pero la principal es que el no peronismo no tiene noción del poder real, de su dimensión territorial. Se queda en una concepción muy institucionalista del poder. No tiene control de la calle. Para el peronismo eso es algo muy natural.
APU: En el libro le da mucha importancia a Horacio Verbitsky en toda la etapa que investiga.
CR: Me pregunto cómo fue que reapareció el tema de los Derechos Humanos, que volvió a ocupar un lugar tan central en la agenda política. Tiene que ver con todos cambios que se dieron a partir de la fenomenal crisis de 2001. Esa demanda que estaba concentrada en grupos reducidos pasa a formar parte de un consenso más amplio. Rodríguez Saá es el primero que se da cuenta de eso. Y ahí aparece Verbitsky que tiene mucha relación con los hermanos Saá. A Verbitsky le ofrecieron la subsecretaría de Derechos Humanos, que no aceptó. Después Verbitsky reaparece en el gobierno de Néstor Kirchner y fue muy importante.