"Pretender reflotar la ilusión de una alianza entre Macri y Massa es utópico"
Por Enrique de la Calle
APU: Después de los recientes resultados, ¿Cuántas chances todavía le quedan al FPV para ganar en primera vuelta?
Ricardo Tasquer: Diría en principio que las chances no están clausuradas, como pretenden dar a entender algunos. El FpV y Scioli quedaron a 1,6% (351.000 votos, aproximadamente) del 40% y Macri enfrenta el desafío de retener los votos de su interna. De todos modos, el escenario puede variar de acá a octubre. En 2011 Cristina creció de las PASO a la general. Es decir: existe el voto a ganador, y en provincia de Buenos Aires juegan la final los candidatos a intendente. Resta hacer política y seducir, porque hay margen para crecer. Recordarás también que en alguna charla previa, cuando la opinión mayoritaria era la contraria, decíamos que aun en ballotage puede triunfar el FpV.
APU: Desde espacios opositores empezaron las presiones para una eventual alianza entre Macri y Massa. ¿Cómo ve esa posibilidad de cara a octubre?
RT: Me parece que el objetivo de alentar una alianza Macri-Massa es generar expectativa en la oposición y bajarle el precio al triunfo del FpV. Que no habrá sido del 40%, pero cuando los opositores se entusiasmaban con la diferencia del 5% el domingo a la noche, el mediodía del lunes los encontró asustados por la brecha final de 8,5%, obligándolos a recalcular.
A mi modo de ver, la alianza entre el PRO –o Cambiemos– y el Frente Renovador ya era inconveniente para Macri antes de las PASO y por eso no se produjo. Desde el massismo mismo reconocen que el FR se hubiera quebrado ante la eventualidad (y el FpV hubiera sido beneficiario de ello). Pretender reflotar esa ilusión ahora, en adversidad, es utópico. Requeriría, además, una arquitectura complicada, que no le serviría a Macri para ganar sino, tan solo, para forzar un ballotage. Por si fuera poco, los números para tomar tamaña decisión se conocerán cerca de octubre, algo que empaña aún más la esperanza de la oposición más rabiosamente antikirchnerista (o antiperonista). Sector minoritario que no comprende que conformarlos implica alejarse del centro que permite ganar elecciones.
APU: Usted es tucumano pero permítame traerlo a la provincia de Buenos Aires. ¿Cuál es su impresión sobre la candidatura de Aníbal? ¿Le resta votos a Scioli?
RT: Es la esperanza de Macri, Cambiemos y quienes pretenden clausurar la etapa estatista-desarrollista, ¿no? No sabría decir si le resta votos. Es claro que las almas sensibles o menos politizadas se espantan, pero es en PBA que existe margen para recuperar votos (por aquello que decíamos acerca de la persistencia de Massa operando a favor de la posibilidad de un ballotage Scioli vs. Macri). Aníbal debería colaborar en ese sentido, aunque estoy de acuerdo con la opinión general: la interna en la provincia se armó sobre la hora y no fue en beneficio del espacio.
APU: ¿Qué le pareció el rendimiento de DOS en las provincias del norte? ¿Puede crecer ahí o necesariamente deberá poner las fichas en Córdoba y PBA?
RT: El rendimiento fue ampliamente satisfactorio si consideramos las legislativas 2013: fue en el NOA donde porcentualmente había sufrido más el FpV, cuando cayó en Jujuy, Salta y Catamarca. En Tucumán obtuvo una diferencia de 37 puntos sobre Cambiemos (57% a 20%). En Jujuy 41 a 26 (pese a que allí el experimento de toda la oposición junta triunfó en el rubro Diputados). En Catamarca 51 a 31, Santiago 66 a 15. En definitiva, Scioli le debe –y se comprometió– mucho con el NOA y el NEA. ¿Puede crecer habiendo obtenido buenos resultados? Poco, imagino. Deberá construir la diferencia, necesariamente, mejorando los guarismos en PBA y Córdoba. Para considerar a San Luis deberíamos esperar a noviembre; y entonces sería probable crecer más en provincia de Buenos Aires también.