Justicia por Arrieta: el joven que fue a la comisaría a reclamar y terminó muerto
Por Santiago Asorey
Roberto Arrieta (22) viajaba junto a su novia, Romina González, cuando fueron embestidos por un móvil policial. Después de recibir atención médica por heridas superficiales relativas al accidente, Arrieta se movilizó hasta la Seccional 5a de Puerto General San Martín para denunciar la imprudencia del efectivo policial que lo había embestido. El resultado del reclamo de Arrieta en la comisaría, fue que Jonatan, un suboficial de 24 años, le disparará a una corta distancia con un arma antidisturbios. El impacto en el pecho de Arrieta lo mató casi en el acto.
Según relatan los testigos, previó a dispararle a Arrieta, el efectivo de la fuerza de seguridad santafesina apuntó a la hermana menor de la víctima que se encontraba también en el lugar. La novia de Arrieta, testigo presencial del hecho, manifestó en los medios locales que el disparo del suboficial no fue un accidente. “Yo lo vi cuando cargó el arma y disparó, tres tiros no se le pueden escapar”, aclaró González.
“Roberto lo único que dijo fue que si tan macho era para dispararle a una criatura de diez años que le dispararan a él y el tipo cargó y gatilló, a menos de un metro y medio”, reveló a los medios de comunicación Analia, la madre de la novia.
El asesinato de Roberto Arrieta generó una honda preocupación en diversos organismos y familiares de otras víctimas de violencia institucional que acompañaron el reclamo de la familia por “abuso de autoridad” y “violencia policial” en diversas marchas realizadas durante esta semana en la localidad portuaria del departamento de San Lorenzo.
El diputado provincial kirchnerista Eduardo Toniolli, presidente de la Comisión de Derechos y Garantías, viajó para acompañar a la familia y manifestó su preocupación en las redes sociales: "La policía de Puerto General San Martín acaba de asesinar a un joven que fue a hacer un reclamo a la comisaría. Lo cargaron en una chata y lo tiraron en el hospital. El autogobierno policial consentido sigue matando."