Repararon legajos de estudiantes víctimas de la dictadura
En el Bachillerato de Bellas Artes de la UNLP, se llevó a cabo la primera etapa de reparación y entrega de legajos a los sobrevivientes y familiares de estudiantes víctimas del terrorismo de Estado, secuestrados durante setiembre de 1976. En la resolución Nº 259/15, decretada por el presidente Raúl Perdomo se ordenó: “Disponer la inscripción de la condición de detenido-desaparecido o asesinado, en los legajos de los docentes, no docentes, graduados y estudiantes de esta Universidad” y “dejar constancia en los legajos de los reales motivos que determinaron la interrupción del desempeño laboral o estudiantil de todos aquellos que fueron víctimas de la última dictadura cívico-militar.”
Cabe destacar que los primeros legajos reparados corresponden a víctimas de “La Noche de los Lápices”, una serie de secuestros producidos en septiembre de 1976 que tuvieron como blanco a estudiantes secundarios con militancia política en La Plata. En esta jornada, los registros de María Claudia Falcone, Claudio de Acha y Francisco Bartolmé Lopez Muntaner; y de ocho sobrevivientes fueron modificados con el objeto de responder a la verdad histórica de los hechos acontecidos durante la última dictadura cívico militar. El acto contó con la presencia del senador provincial por el Frente para la Victoria y hermano de una de las víctimas, Emilio López Muntaner y la sobreviviente Emilce Moler, entre otros.
La UNLP también analizará más de 500 legajos para reconocer la condición de “detenido-desaparecido” y “asesinado” de sus docentes, no docentes y estudiantes que fueron víctimas del Plan Sistemático de Desaparición, Tortura y Exterminio. En este sentido, desde la UNLP sostuvieron que “es un imperativo ético para la Universidad Pública continuar desandando el camino del horror e impunidad y fortalecer acciones que permitan a los familiares de aquellos que fueron asesinados o desaparecidos y a los sobrevivientes , la reparación del daño sufrido; [...] que en este entendimiento se inscribe entonces la necesidad de dejar constancia en los legajos de estos estudiantes secundarios , del real motivo que impidió la continuidad de sus estudios”.
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