Perú: jurado electoral analiza si excluye de la contienda a Keiko Fujimori
Por Maximiliano Van Hauvart, desde Mar del Plata
Una vez más el fujimorismo vuelve a la escena central de la política en Perú. Esta vez Keiko Fujimori encabeza las encuestas de gran parte de las consultoras privadas para ganar las elecciones pero sin el suficiente caudal de votos para consagrarse en una primera vuelta. No obstante, la corrupción política salpica a la candidata de Fuerza Popular por dádivas en mítines políticos que fue tomado por el Jurado Electoral Especial para ver si deja sin efecto la candidatura a presidente de Keiko Fujimori.
En Perú, las elecciones se rigen, se estructuran y se consolidan por el funcionamiento de tres organismos: el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (RENIEC), la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) y el Jurado Nacional de Elecciones (JNE). Este último tiene un carácter autónomo y su finalidad es fiscalizar la legalidad del ejercicio del sufragio, los procesos electorales y consultas populares, además de la proclamación y confirmación de los resultados obtenidos durante este tipo de instancias anteriormente mencionadas. Cada cinco años, los ciudadanos de Perú recurren a las urnas para la proclamación de las autoridades de todos los ámbitos ejecutivos (presidente, gobernadores e intendentes) y el Congreso de la República del Perú que mantiene un sistema legislativo unicameral que contaba en 1995 con 120 congresales pero en 2011 aumentó en 10 bancas más.
La corrupción y el fujimorismo
Alberto Fujimori fue uno de los grandes emblemas de la corrupción latinoamericana durante la década de los 90. Se estima en base a investigaciones que la cifra que recaudada bajo operaciones de lavado de dinero y corrupción desde los estamentos del Estado durante 10 años fueron de 600 millones de dólares. En 2009 solo fueron devueltos unos 160 millones mientras que el ex mandatario cumple una condena de 25 años de prisión por delitos de lesa humanidad en las matanzas de Barrio Alto (1991) y La Cantina (1992) que incluyen asesinato con alevosía, secuestro agravado y lesiones graves además de los casos de corrupción que recaen sobre él.
Keiko Fujimori es fiel hija de su padre. El pragmatismo político del fujimorismo se pone nuevamente en práctica. El 6 de marzo, Telesystem Noticias, un canal de la localidad de Chota, Cajamarca, Arequipa, denunció a la candidata de Fuerza Popular por pagar a mototaxistas para que la recibieran en su entrada a la localidad. Manifestantes hicieron hacer valer su repudio recibiendo con huevos y escrache a la candidata.
Pero esto no fue lo que hizo detonar la problemática. La acusación que toma el Jurado Electoral Especial es en base a la violación del Artículo Nº42 de la Ley de Organizaciones Políticas por la supuesta (y no comprobada aun) “entrega o promesa de regalos, dádivas o cualquier ofrecimiento económico directo o a través de terceros”. La situación donde se violenta esta normativa se habría dado por unas fotos que muestran a Keiko Fujimori entregando unos sobres cerrados que aparentemente contendrían dinero para los participantes de los mítines del 14 de febrero en la localidad de Callao.
Fujimori ha sostenido en La Rinconada ante una gran multitud de seguidores que “ni los huevos, ni las piedras, ni los insultos, ni las tachas, ni los periodos de exclusión van a parar nuestra campaña electoral”. Además, la aspirante a la presidencia sostuvo que no hay ningún tipo de solidez en las pruebas presentadas en su contra y la de su partido que busca llevarla a la conducción del Estado Nacional.
La Oficina Nacional de Procesos Electorales abrió un proceso con el fin de sancionar a Fuerza Popular por la denuncia de dádivas en el evento de Callao, la donación de víveres en Satipo donde se vio involucrado el candidato a la segunda vicepresidencia, Vladimiro Huaroc, y el otorgamiento de dinero durante la emisión de un programa en vivo con la presencia del candidato al Congreso Gian Carlo Vacheli.
Cabe recordar que a principios de marzo, el Jurado Nacional de Elecciones decidió remover de las Elecciones Generales 2016 a Julio Guzmán de Todos por el Perú que era, en ese entonces, la amenaza más importante de Keiko Fujimori y la del empresario César Acuña por el incumplimiento en los plazos establecidos a la hora de la inscripción en la contienda electoral.
La cuestión de exclusión también salpica a Peruanos por el Kambio (PPK) en donde Henry Levis Díaz Hidalgo del Partido Nacionalista y Gerónimo Raúl Suca Mamani de Perú Posible exigieron la exclusión de Pedro Pablo Kuczynki, quien lidera las encuestas para ganar en una segunda vuelta a Keiko Fujimori, por la violación del Artículo Nº42 de la Ley de Organizaciones Políticas al igual que la postulante de Fuerza Popular.
Las encuestadoras: ¿quién ganará?
Las encuestadoras no tienen ningún tipo de variación respecto a lo que podría suceder en los comicios de abril. Si ninguno de los casos de exclusión proliferara en los siguientes días, la situación sería la siguiente:
Keiko Fujimori ganaría en los comicios de abril con un 32% pero tendría que presentarse a segunda vuelta al igual que en el año 2011 cuando enfrentó a Ollanta Humala. Las encuestadoras sostienen que solo perdería las elecciones en segunda vuelta con el 43% de Pedro Pablo Kuczyinki (Peruanos por el Kambio) y el 41% para ella. Ante Alfredo Barnechea (Acción Popular), Verónika Mendoza (Frente Amplio) y Alan García (Alianza Popular) se impondría en los comicios por uno a diez porciento de diferencia.
Las encuestas si prevén que podría pasar si Keiko Fujimori fuera excluida de las elecciones. Se estima que un 30% de los electores y simpatizantes se enrolaría con Pedro Pablo Kuczynski. Cuarto de los votos serían en blanco mientras que el 17% no sabría hasta el día de la elección por quien votar. Los candidatos con menos chances recibirían un porcentaje de esos votos: un 9% de los votos iría a Alan García de Alianza Popular, un 8% destinado a Verónika Mendoza del Frente Amplio y el 4% restante para Alfredo Barnechea de Acción Popular.
Fuerza 2011, el primer intento
Keiko Fujimori optó escalar en la vida política peruana en 2011 después de haber sido electa Congresista por la ciudad de Lima en el año 2006 con un caudal de votos de 602.869. Se caracterizó por llevar adelante políticas de tolerancia cero, la restricción de beneficios penitenciarios, la ampliación de la pena de muerte para casos de violación a menores de edad seguida de muerte y para el robo seguido de muerte. Además fue una férrea defensora de las medidas económicas que profundizó su padre durante su administración en los 90s.
En 2011, 16.466.548 electores concurrieron a las urnas un 5 de junio donde Ollanta Humala obtuvo el 31,72% de los sufragios contra el 23,56% de la joven Fujimori. Con esos resultados, el Jurado Nacional de Elecciones informó la necesidad de proseguir a una segunda vuelta que tendría fecha el 28 de julio. Ese día, Alianza Gana Perú con Ollanta Humala a la cabeza se consagró con el 51,44% de los votos contra el inesperado 48,55% de Fuerza 2011.
El Congreso de la República quedó constituido por 47 congresales de Alianza Gana Perú, 37 de Fuerza 2011, 21 de Alianza Perú Posible, 12 de Alianza por el Gran Cambio y Alianza Solidaridad Nacional con 9 congresales.