Se presenta en Bahía Blanca “Profeta del genocidio”
La sede de Sarmiento 450 de los Museos de Arte públicos de Bahía Blanca recibirá hoy domingo 3, desde las 19 horas, la presentación del libro Profeta del genocidio, una obra que recoge el minucioso estudio que el historiador Lucas Bilbao y el sociólogo Ariel Lede realizaron sobre los diarios personales de Victorio Bonamín, el provicario castrense durante la última dictadura cívico militar argentina, de cuyo inicio se cumplieron el jueves 24 de marzo cuarenta años.
La presentación del libro en Bahía Blanca formará parte de una serie que ya pasó por Capital Federal y Rosario y, a su vez, integrará la agenda de actividades que propone la muestra “Derechos Humanos, museo abierto y en acción”, organizadas por los Museos públicos bahienses para conmemorar el cuadragésimo aniversario del golpe de Estado de 1976. Contará con el auspicio de la Asociación de Docentes de la Universidad Nacional del Sur (ADUNS) y como panelistas a los autores de la obra y los periodistas Diego Martínez, de extenso y profundo trabajo en la temática en el diario Página/12 y el blog Bahía Gris, y Diego Kenis, por la AGENCIA PACO URONDO.
El libro, prologado por Horacio Verbitsky, cuenta una introducción preliminar de José Pablo Martín, gracias a quien fue posible el rescate de los diarios de Bonamín, que tenía previsto incinerarlos en 1987. Lede y Bilbao analizaron los textos y, al complementarlos con una cuantiosa bibliografía documental que revisaron, pudieron ofrecer en su obra detalles del contexto en que el material se produjo y al que alude.
De ese modo, los autores narran el entramado que une al sector integrista de la jerarquía eclesiástica con los más íntimos resortes del plan criminal que se desató durante la última dictadura, luego de dar diversos botones de muestra durante las cuatro décadas previas. En los lenguajes pastorales, el catolicismo más rancio se imaginaba el alma de un cuerpo que era la Nación, mientras en los sótanos los cuerpos reales de las víctimas eran torturados y los capellanes ensayaban metáforas bíblicas y bélicas para justificarlo. De ese modo quedan unidos, sobre la mesa de torturas, el programa económico y una justificación sobrenatural de la represión indispensable para aplicarlo.
Para Bahía Blanca, la temática resulta significativa por su historia fundacional y reciente: si la cruz y la espada llegaron juntas en su fundación hace casi 188 años, durante la dictadura la alianza se verificó con sólo una frase del entonces obispo Jorge Mayer, que confesó que su automóvil podía conducirse solo hasta la sede del V Cuerpo de Ejército, por donde pasaron decenas de desaparecidos.
De hecho, la ciudad bonaerense supo tener procesado a su último arzobispo, monseñor Guillermo Garlatti, por el encubrimiento del ex capellán y capitán de Ejército Aldo Vara, que murió impune tras haber sido cobijado por la Diócesis de Ciudad del Este, mientras Interpol lo buscaba en todo el mundo y el Arzobispado bahiense le remitía el cheque con su mensualidad.
Más información sobre Profeta del genocidio puede encontrarse en su página oficial, aquí, y en Facebook.