Copa América: Argentina y el debut que hacía falta
Por Matías Fabrizio
El partido comenzó con muchísima intensidad, pero el desarrollo del juego fue marcadamente de mayor a menor. En los primeros instantes se saltearon los mediocampos, no porque jugasen por arriba, sino porque la pelota iba de un campo a otro sin detenerse en la zona de gestación para que los volantes de un equipo y otro administren. Así, ambos tenían espacios para atacar mano a mano y tratar de preocupar. Lo hizo más Argentina, con un cabezazo de Gaitán que fue al travesaño; con un tiro de Di María, tras una buena jugada del zurdo de Benfica, que se fue cerca del palo izquierdo de Bravo y con un toque de Higuaín tras un centro al primer palo. Chile tuvo una muy clara que controló Romero, cuando Alexis Sánchez recibió cerca del área rival y quedó a mano a mano.
Con los minutos, el ritmo se diluyó y el tránsito en el mediocampo se hizo más espeso. La pelota pasó más (y no siempre bien manejada) por Banega y Mascherano, mientras que Augusto Fernández se posicionaba un poco suelto, con menos incidencia en la gestación, faceta en la que sí participaba Gaitán, ya no abierto por derecha sino más liberado y por el medio. Lo mejor de Argentina, de a poco, se empezó a ver sin pelota. En la presión en tres cuartos de campo, en los quites de Mascherano y en la solidez de los cuatro del fondo (donde vale recalcar que el aporte de los laterales en ataque fue casi nulo).
En la segunda mitad, si bien Argentina recuperó un poco la posesión de la pelota, el negocio siguió estando donde estuvo al final del PT: en la presión. Dos veces la Selección recuperó en campo rival y dos veces en menos de 15’ quebró la resistencia del barcelonista Claudio Bravo. Primero recuperó Banega, y él mismo asistió a Di María, que acertó con un tiro al primer palo. Luego se invirtieron los tantos, ya que fue Gaitán el que robó, Mascherano el que limpió y Angelito dio el pase final para que el ex volante de Boca anote.
Chile tuvo sus momentos para posicionarse cerca del área argentina, pero la tendencia marcaba que el triángulo Otamendi – Mascherano – Funes Mori estaba cómodo en ese sector, y además, así quedaban unos 70 metros por delante para que se armen los ataques supersónicos. El medio se puso en modo “lanzador” y cada arranque desde los pies de Masche o de Augusto Fernández fue a fondo. Siempre vale la opinión, la crítica y el debate, porque hay para todos los gustos. Pero indudable es que la apuesta, que quizás no fuera el plan inicial, salió bárbaro. Si bien a Romero le patearon, la defensa estuvo firme por abajo y por arriba, y la transición de defender a atacar fue para aplaudir. El descuento de Fuenzalida fue muy sobre la hora y ante un error puntual del arquero ex Racing, sin tiempo para más.
La victoria ante un equipo difícil, la posibilidad de ver buenas cosas sin Messi, la defensa, entre otras, fueron las buenas noticias de este encuentro. No obstante, queda abierto un desafío: ante Panamá y Bolivia, por estilos y nombres propios, no se puede apostar permanentemente al golpe por golpe, o bien a esperar atrás, para salir rápido. Ahí se debería ver un trámite con un poco más de contenido en la creación y juego asociado antes de la definición de cada jugada. Arrancó bien la Selección. ¡Vamos!
Panamá arrancó fuerte
En un partido por demás entretenido, que superó ampliamente las expectativas, el conjunto centroamericano derrotó 2-1 a Bolivia, con un doblete de su número 7, Blas Pérez. Panamá dominó sin complicaciones, y se puso en ventaja temprano, a los 10’, con un centro al punto penal que el “Súper Ratón” Pérez enganchó de volea en una suerte de tijera. Antes y después de ese tanto inicial, el seleccionado de Hernán “Bolillo” Gómez justificó la diferencia.
Bolivia no sólo no lograba adelantarse en el marcador (cuando recuperaba el balón, se repetía en el toqueteo entre sus centrales, sin ganar metros en el campo) sino que los problemas cuando Panamá presionaba eran serios; de casualidad no se amplió antes la ventaja de un gol. Los de Julio Baldivieso encontraron su negocio en la pelota parada: un tiro libre a unos 45 metros del arco rival les dio la chance de poner el balón ahí, la defensa retrocedió demasiado y así impidió una posible salida del arquero Julio Penedo. Tras un rebote, quedó servida para que Juan Carlos Arce ponga el empate.
Panamá tuvo el premio recién sobre el cierre, a menos de cinco minutos del final, con el segundo de Pérez. Se escapó por la banda Abdiel Arroyo, el defensor boliviano Nelson Cabrera terminó en el piso cuando quiso cerrarlo (muy livianita esa defensa…), el arquero Carlos Lampe achicó muy lejos del arco y tras el pase adentro, Pérez definió a arco libre.
Próxima fecha
Viernes 10/06 – 19hs: Chile vs Bolivia en Boston
Viernes 10/06 – 20.30hs: Argentina vs Panamá en Chicago