La Nación y una entrevista a medida de Stiuso

Por Enrique de la Calle

El diario La Nación entrevistó al ex espía (¿ex?) Antonio "Jaime" Stiuso. Según la versión del medio, la conversación surgió de casualidad: "Un hombre llega a un bar en la calle Echeverría, en Belgrano. Se sienta a la mesa del fondo, a la izquierda del salón, en una silla que mira a la puerta de entrada".

Para que todo no se vuelva inverosímil, la crónica incluye una parte propia de servicios: "Cuando vio el teléfono celular en la mesa, reaccionó: '¿Por qué me graba?'. Recién se tranquilizó cuando esta cronista guardó el teléfono. Se fue aflojando de a poco, a medida que se sucedían las preguntas". Cómo no calmarse con esas preguntas...

Ya en la charla, Stiuso osciló entre no decir nada o proponer una versión poco creíble sobre diferentes temas. "Yo no armaba ningún carpetazo, yo no entiendo de política, yo hacía otras cosas: me ocupaba de cosas exteriores, de inteligencia, contrainteligencia, terrorismo", dijo.

Sobre las escuchas telefónicas reflexionó que "no es un agujero negro, como todos dicen. El sistema funciona así: hay una central que graba las conversaciones, la pinchadura se pide por orden de la Justicia a las compañías telefónicas". ¿Usted nunca pinchó un teléfono ilegalmente?, le preguntó el diario. "Hay que tener un equipo especial. No contábamos con ese equipo", respondió.

Stiuso defendió lo actuado por el fallecido fiscal Alberto Nisman, primero en la causa AMIA, y luego en su desestimada denuncia contra Cristina. Las dos investigaciones fueron criticadas en diferentes ámbitos y ninguna tiene prácticamente sustento en la Justicia argentina. Dijo que a Nisman lo mataron y que de eso hablará ante un juez, cosa que hasta el momento no hizo: la última vez sólo comentó rumores sobre un supuesto asesinato, que la Justicia sigue descartando. Recordó que no pudo atender el último llamado de Nisman porque "no escuche el teléfono, lo tenía en vibrador". Cosas que le pasan a cualquiera.

El hombre que ahora se presenta como un simple ex trabajador estatal tiró, eso sí, un par de centros para que La Nación pudiera tener su título: "Los Kirchner tenían servicios paralelos que les armaban carpetazos". Por si se necesitara más, aseguró que el kirchnerismo lo quiso matar y comparó su situación con la de Nisman: "Lo mataron. Yo podría haber terminado como él".