Tratamiento mediático del caso Loan: “Uso mercantil de la información y espectacularización de la noticia”

  • Imagen
    Marcha Loan Corrientes
APU EN GELATINA

Tratamiento mediático del caso Loan: “Uso mercantil de la información y espectacularización de la noticia”

02 Julio 2024

APU Stream, el programa de la Agencia Paco Urondo que sale los sábados de 11:30 a 14 hs por el canal de Youtube y Twitch de Gelatina, dialogó con Hugo Muleiro, escritor y periodista, y Natalia Rosetti, socióloga e investigadora, de la Defensoría del Público, analizaron el tratamiento mediática del caso Loan.

Agencia Paco Urondo: ¿Cómo analizan el tratamiento mediático del caso Loan?

Hugo Muleiro: Hay un marco para el desempeño de los compañeros de prensa muy complejo porque es la primera vez que pasa pero, de una manera muy potente esta vez, se ve un desorden informativo que viene del propio Estado. A nivel municipal provincial y nacional dicen cosas diferentes, todo el tiempo, trascendidos contradictorios y anuncios rimbombantes y estruendosos que después quedan en la nada. 

Eso para el trabajo periodístico es una primera dificultad adicional a los problemas que podríamos enumerar que se presentan cada vez que hay una persona que no es encontrada, y con la complejidad extra de que se trata de un niño para quien la ley establece una serie de requisitos específicos. Ya en sí el asunto es complejo, pero si el Estado sigue haciendo lo que hizo hasta ahora es peor. Llevamos 16 días y todavía no podemos decir que tenemos una hipótesis consolidada de lo que le pasó. 

APU: Además, entre tantas hipótesis, surge la de trata y explotación de personas.

Natalia Rosetti: Sí, en este caso hay varias hipótesis. La posibilidad de un secuestro, de una apropiación y de la situación de trata con fines de explotación. Sí tenemos como certeza que hay un nene que está desaparecido y lo que se tiene que tener en cuenta es que toda la ciudadanía debe tener un protagonismo activo, como también la función del Estado en la búsqueda. No podemos hablar en pasado porque todavía estamos buscando. 

Hay diferencias entre todas las hipótesis que se tienen que trabajar dentro del tratamiento mediático. Por ejemplo, si hay una hipótesis de caso de trata, la misma siempre tiene la finalidad de la explotación de la persona. Para que haya posibilidad de ofrecimiento, captación, traslado y acogida con la finalidad de explotar una persona, sea niño o adulta, siempre hay distintas funciones que se cumplen, como por ejemplo las de agentes o funcionarios estatales que operan y facilitan esto. Por eso son tan importantes las 24 o 48 horas y que los mecanismos de búsquedas se activen en el momento. 

APU: ¿Por qué?

NR: En el caso de la hipótesis de trata, cuando hacemos las recomendaciones para la cobertura periodística, decimos que es un delito complejo, primero, para ya afirmar. Algunos medios ya lo hacían, lo que es una cuestión medio sensacionalista de la facilidad de los enunciados. Para demostrar que hay trata se necesita un proceso de investigación muy exhaustivo que requiere de las funciones municipales, provinciales, nacionales e internacionales porque el traslado es clave indispensable. No hay que esperar sino que al momento de la desaparición de una persona porque la separación de su lugar de origen es lo más fácil para poder generar después una situación de sometimiento, captación o coacción sobre esa la misma donde la finalidad siempre es explotarla.

En este caso no tuvimos esa situación, por eso que también se hacía referencia a otros, como por ejemplo el de Guadalupe Lucero o Sofía Herrera. Arrancaron con situaciones de chicos perdidos, demoró su búsqueda y eso facilitó esos traslados. Es un delito complejo porque requiere muchas fases y etapas de investigación. La no obstrucción de la justicia, o afirmar que se encuentran tal lugar o las complicidades de distintas personas que se están indagando, puede generar un problema en este tipo de investigación. 

APU: Faltan certezas. 

NR: No sabemos si es un caso sólo de trata, también puede ser de apropiación o resultar una situación de pérdida. No estamos seguros, pero recomendamos, al trabajar delitos tan complejos, hacerlo en su integridad. No quedarnos en un caso puntual o cuestiones socioculturales de la familia, lo que a veces queda como algo biográfico, en vez de poder profundizar y explicarnos qué es la trata en sus distintas fases, cómo operan y cómo podemos facilitar a la ciudadanía que sea activa y denuncie o que, en caso de duda, pueda participar de una manera activa a través de la línea 145. Esa línea está en algunos medios pero en otros todavía no. Hay una resolución del ENACOM la 802/2020, que insta a los titulares de radio y televisión a que esté presente.

HG: Sería prudente cumplirla independientemente de que no esté constatado hasta ahora que se trate de una situación de captación con fines de explotación, que puede ser laboral o sexual, o que puede ser también para apropiación de órganos. No lo sabemos al día de hoy. 

APU: ¿La aparición de tantos testimonios, ya sea de familiares o abogadas, al aire ayuda a la investigación o desvirtúa la información y el foco de atención?

HG: Cuando no encontramos a un pibe, naturalmente, nos conmocionamos y aterramos en cierta forma. Vamos a estar atentos a eso todo el tiempo, todo lo que podamos y soportemos, en términos emocionales. Es natural el nivel de atención que genera una situación de estas. Ahora, eso se traslada a un sistema mediático en el que hay muchos actores compitiendo entre sí y midiendo minuto a minuto la audiencia. Esa transmisión casi en cadena, hay largos espacios del día en que se genera entre varios canales noticiosos, sin contar los de aire, radio y todo lo demás, crea una sobreabundancia de cobertura y una competencia un poco feroz y mercantil. 

Están peleando por la audiencia y, para eso, a veces los tiempos se prolongan porque la medición está diciendo que va bien o que le estoy ganando al otro, entonces extendemos. Los cronistas y comentaristas de piso, los animadores que hay, empiezan a ver cómo se la rebuscan. Empiezan las reiteraciones de lo que dijeron hace cinco minutos, preguntas al cronista para ver si sabe más o si se le olvidó, o ideas al aire porque están exigidos por una maquinaria para que sigan. 

APU: ¿Ese es el problema?

HG: Ahí el problema se sintetizaría en que es uso mercantil de la información, que es legal porque pueden existir los medios con fines de lucro, y están en todo el mundo, pero la disputa comercial por la audiencia lleva a una sobreabundancia de coberturas que hallan a las cadenas periodísticas en situación de no tener más nada y por lo tanto especular. 

APU: ¿Cuál es el otro?

HG: La otra es la espectacularización de las noticias, es decir, convertir una noticia en un espectáculo en el sentido de buscar mover las emociones y conmover. Si alguien llora rinde más, ponemos música que acompañe ese clima, entradas estruendosas con carteles rojos muy grandes. Son recursos semi cinematográficos. Las recreaciones ni hablar, no están extinguidas pero por suerte hay muchas menos. Esa espectacularización lleva a especulaciones o a pisotear asuntos privados de la familia involucrada. Es legítimo que el periodista investigue, desde ya, pero preguntarle a un familiar en vivo en la hora de mayor audiencia y entrar en un avasallamiento de la intimidad, ninguno aceptaría que sea sometida a semejante exposición. La gente judicial investiga y pregunta lo que tiene que hacer, pero eso tiene que permanecer en un ámbito cerrado. 

APU: La vida continúa más allá del caso y lo que se dice en medios de comunicación puede quedar instalado.

NR: Sí, siempre terminan quedando ciertas ideas. Además, en casos particulares donde los chicos son precedentes de lugares con poblaciones más chicas, la restitución de sus derechos es la prioridad y es un trabajo del Estado. Nos incumbe tanto a las fuerzas de seguridad como a los profesionales de la comunicación y a distintas agencias, incluido el pueblo. La prioridad siempre, en caso de que aparezca, sea la hipótesis que sea, es cómo recuperar su cotidianidad con ciertos prejuicios e ideas que fueron circulando y se hicieron sobre la familia y su entorno. Por eso decía no quedarse en el caso biográfico, por más que sirve para poder ahondar, y empezar a hablar de determinados temas que a veces quedan fuera de la agenda. 

Otro caso muy resonante fue el de la familia Pomar. La cantidad de suposiciones e hipótesis que se dijeron que después era una falta decidida de la parte de la búsqueda. Hay que tener cuidado. En caso sea una situación de trata, la ley 26.364 y su modificación en 2012, 26 842, dice que lo más importante, es decir, la función del Estado es restituir los derechos de esa persona que fue explotada, porque lo que pierde son los derechos de su libertad sea un niño o un adulto. Cómo hacemos, más en lugares tan chicos donde se generaron ciertos imaginarios, para que ese chico después pueda tener una infancia y se desarrolle bien. Eso me parece que es muy importante, en caso también de una apropiación. 

HG: Pensaba también en esa situación que uno ve en la pantalla. ¿Por qué nos muestran a Loan jugando o bailando música? ¿Por qué será que parten para poner la imagen, además del conductor y el cronista en otro tercio de la pantalla? Es evidente que están buscando que me emocione. Ahí hay un uso de esa imagen. Estamos hablando de la afectación de los derechos de las personas involucradas, del niño en primer lugar y todo su entorno, pero también de derechos de las audiencias, que es de lo que se ocupa la Defensoría del Público. Todavía con Loan no tanto, pero en muchos otros casos parecidos había gente que estaba completamente saturada por el océano de información, imágenes y efectos especiales en estas coberturas. 

APU: Por ejemplo, con el caso Ángeles Rawson.

HG: Sí, decían querer saber qué le pasó y quién es el culpable, pero no que le manipulen su angustia, acostarse y no poder dormir. Hay un discurso muy fácil, que es que si no te gusta apagas, pero el derecho de la gente es ver lo que le hace bien, no lo que le hace mal. 

APU: Suele ocurrir que se habla del delito de trata durante unos meses, tras un caso relevante, y luego se pierde.

NR: Sí, es un delito que sucede, es nacional e internacional. Hay ciertos pánicos que aparecen y que generan también a las audiencias, sobre todo que operan mucho en el tema de la trata. No sólo con fines de explotación sexual sino también en Argentina, por los propios informes de organizaciones y de las distintas burocracias estatales, mucha explotación laboral, que es distinta a situaciones de precarización y de trabajo informal. 

La trata está vigente como delito, la finalidad de explotar una persona, y por eso es importante no dejar de mantenerlo en la agenda. Hay ciertos casos resonantes que hacen que traigan el tema y que después también haya cierta disputa sobre los mismos. A veces la desesperación es por quién tiene la autoridad para poder aparecer en los medios y hablar de ese tema que puede finalizar, en los tratamientos que vemos, generando ciertas afirmaciones que no terminan sucediendo. Por eso nosotros hablábamos de hipótesis. 

APU: Quizás el más conocido sea el de Marita Verón.

NR: Sí, tuvimos un caso muy resonante que generó un cambio en la estructura estatal, en las leyes y en las penalidades. Es un caso de trata con fines de explotación sexual, que es una de las máximas violencias que pueden sufrir tanto mujeres como niñas o la población travesti trans. En Argentina también tenemos trata laboral y se habla menos, y eso afecta porque quizás está más naturalizado sobre las informalidades, precarizaciones o confusiones que hay sobre el mundo del trabajo. 

Sucede porque hay muchos, por los flujos migratorios y por las necesidades de mejorar situación  económica, y no sólo precaria de personas más vulnerables económicamente sino de sectores quizás asalariados o que están buscando una mejora su condición inmediata, que caen en ofertas engañosas. Para que se pueda confirmar que es un caso de trata tiene que pasar por distintas fases y procesos, por eso es importante la no obstrucción a la justicia, si un periodista tiene algún tipo de información que pueda aportar en el minuto a minuto de la pantalla. Uno puede estar advirtiendo a quienes están explotando para que puedan trasladarse. 

HG: Lo que ocurre ahí, probablemente, es que ningún medio cubre todo el territorio nacional y los periodistas nos nutrimos de fuentes informativas, oficial o extraoficialmente. En una situación como esta, donde hay una intervención estatal tan intensa, aunque tan deplorable a la vez, es probable que la mayoría de las fuentes de lo que dicen los periodistas sean del propio Estado. El mismo tiene una responsabilidad porque debería instruir a sus agentes a que manejen la información con la debida atención. Por ejemplo, que tengamos televisación en directo o con hora de diferido de un operativo de rescate de personas víctimas de trata explotadas sexualmente. ¿Quién le avisó al canal? El Juzgado o la policía, nadie más. Eso el Estado lo tiene que trabajar. 

APU: Tiene que ver con la agenda informativa en casos de trata.

NR: Sí, primero el allanamiento es una parte, de hecho es el principio, de una investigación y es lo que más frecuente vemos, sobre todo en casos de explotación sexual. Allí también hay un tema de hipersexualización de las víctimas, que es una grave falta porque estamos generando una mayor exposición. Además, se ponen imágenes de supuestos tratantes, que no sabemos porque justamente recién está comenzando su investigación. 

Nosotros recomendamos que si vamos a hablar de hipótesis de trata que se pueda hablar de cuáles son las modalidades de captación. Las audiencias tienen derecho a información rigurosa, pero también que les sirva para no caer en estas redes de trata. A veces los contextos socioeconómicos pueden generar la facilidad de caer en situaciones más engañosas. Por ejemplo, en el caso de apuestas y falsos empleos. Las redes tratantes cambian su modus operandi y los medios, como servicio social que tenemos los y las comunicadores, tienen la función de comunicar cómo fueron las redes, cuáles son las finalidades de explotación y cuáles son las líneas de denuncia, en vez de quedarnos en el allanamiento o la biografía. 

APU: En todo caso, aunque sea un supuesto, que haya una cuestión más pedagógica o formativa.

HG: Sí, porque es lo que la gente espera. Saber a dónde tiene que recurrir y cuál es el número de teléfono más apto para avisar de una situación porque la inmediatez de la presentación ante la autoridad es decisiva para encontrar a una persona. Todo eso es lo que la gente espera de los medios de comunicación 

NR: Ahí rompería un poco con la lógica de caso resonante. Después de Marita Verón se dejó de hablar y, justamente, si tenemos situaciones donde también tenemos trata de explotación laboral, no sólo sexual, poder mantener de esa forma esa agenda informativa hace que no nos quedemos únicamente con los casos, más allá de que estamos hablando de la industria mediática que también tiene su lógica. 

HG: En lo de Marita hay que tomar en cuenta que se dieron una serie de condiciones. Una madre con una capacidad de militancia y activación fenomenal, y un contexto político que a ciertos medios de Buenos Aires les interesó mucho, porque podía estar involucrada una dirigencia política o podría haber complicidad. Hay casos similares en una provincia donde gobierna otra fuerza política y para los medios la atención va a ser inferior. Eso también puede pasar, no es que después de Marita Verón no hubo chicas o chicos captados para trata con fines de explotación sexual. Los sigue habiendo sólo que no alcanzan ese nivel de repercusión.

URL de Video remoto