“Se necesita una ley que ampare y proteja a la mujer que decide abortar”
Por Juan Ciucci
APU: Nos interesó cuando señalaba que a veces los debates por fuera de la televisión pareciera que van más avanzados de cómo la televisión pudiera aceptarlos.
Susana Cadozo: Sí, la calle va como muchos kilómetros antes en cuanto al debate y a la problemática porque es la vivencia diaria de las personas. El debate se anticipa y la construcción de posibilidades para vivir mejor también se anticipa. A veces las leyes o los medios van como varios pasos más atrás. Justamente lo que requiere de mi trabajo La Leona, oficio de espejo de un montón de problemáticas o cuestiones sociales que están en la calle, y que son vivencias de cada mujer y cada hombre todos los días.
Para mí es muy importante poder tomar o acompañar estos movimientos sociales desde los contenidos audiovisuales. Casi todos mis trabajos tienen que ver con eso, con una reflexión, con poder espejar lo que sucede. Debatir, reflexionar, que te deje haciendo preguntas cuando terminas de ver un capítulo de cualquier programa que escribamos.
Esa es la herramienta que para mí hay que seguir profundizando. Digo: las redes sociales, y yo soy súper ferviente sobre todo de twitter, me parece que hay un alcance y una movida que es muy viva, muy vital y muy al instante. Pero lo que tiene la televisión es que llega a un montón de lugares, cubre un montón de gente. Lo que puede enseñar todavía lo que es la famosa caja boba y no es ninguna boba, me parece que se la usa mal. Se podría usar mucho mejor.
APU: ¿Qué rebote tuvieron de lo que pasó con la novela, hasta en el mismo mundo de la televisión?
SC: Siempre que uno quiere contar una historia que se sale del estereotipo, de lo esperable, siempre causa una reacción de “pará, frenemos, ¿qué estamos contando?”. Pero La Leona fue tan vital y de una construcción artesanal desde lo dramático y con el acompañamiento de todo un equipo de gente que laburo mucho al respecto y con mucho compromiso. Entonces se podía discutir en la previa y, sin embargo, después cuando se veía lo que se estaba haciendo, todos nos sentimos muy orgullosos. Ya paso unos meses y todavía se sigue convocando amigos, compañeros por eso que vimos en esa historia. Me parece interesante.
APU: También han planteado la experiencia del trabajo de la mujer, serían las dos cuestiones…
SC: Se dio que cuando nosotros escribimos La Leona, la escribimos en un contexto social histórico muy diferente y de pronto cuando se estrenó se convirtió en un reflejo de lo que estaba sucediendo en el día a día. Eso me parece muy interesante como herramienta que acompaña los movimientos sociales. No sé, creo en eso. Ese creo que es mi trabajo: no sólo contar historias sino contarlas desde la entraña de lo que sucede. Me parece que el autor justamente tiene que instalarse en la entraña de la sociedad, observar, porque tiene ese tiempo y labura de eso, ¿no? De observar lo que está sucediendo y poder ponerlo en historias para el posterior debate, para mí es una buena responsabilidad.
APU: Decía que al tratar el tema del aborto en la novela, le había gustado marcar entre el derecho a decidir y la clandestinidad que eso conlleva…
SC: Porque me parece que justamente cuando una mujer sabe que está embarazada y al segundo se pregunta si lo quiere tener o no, inmediatamente cuando dice que no lo quiere tener, entra en un espacio de clandestinidad. Y depende también de su clase social y su entorno. No es lo mismo una chica de capital, que una chica ni del conurbano, ni la provincia. Los espacios de clandestinidad en que una mujer puede hacerse un aborto son horrorosos. No es que no sucedan. Me causa mucha gracia cuando se rajan las vestiduras cuando se habla de hacer un aborto con pastillas. Pero digo, se hacen todos los días abortos sin ninguna supervisión médica, con el hecho en sí del médico y después la mujer queda totalmente sola y se arregla como puede. Y por eso, no nos rajamos las vestiduras. Es muy hipócrita cierta parte de la sociedad cuando no quiere hablar de esto o cuando no se comprende que hay algo que sucede, que sucede mucho, que sucede todos los días, que hay mujeres que se mueren y se sigue sosteniendo que “no al aborto”, o sea no. Para mí, no hay más discusión, se necesita una ley que ampare y proteja a la mujer que decide, con todos los derechos que tiene para decidir por su propio cuerpo, en esto debe acompañarla y no debe quedar a la buena de Dios.