Las demás: ópera prima contra el aborto ilegal en Chile

Una de las grandes apariciones de la 24° edición del Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires (BAFICI) es Las demás, primer largometraje de la directora y guionista Alexandra Hyland. El film, estrenado en enero y catalogado como comedia, implementa recursos varios con el aborto ilegal en Chile como trasfondo. En diálogo con AGENCIA PACO URONDO, Hyland considera fundamental incorporar una “temática universal y sobre todo de alta relevancia en América Latina en estos últimos años”. 

Hasta hace no mucho tiempo Chile era de los países donde el aborto era penado por ley en todas sus formas. En 2017 se descriminalizaron tres causales y, en ese contexto, este proyecto comienza a tomar forma. La idea nace de querer representar una historia de amistad entre mujeres distinta a la usual y, en paralelo, entregar un mensaje político, por lo que casi inevitablemente desembocó en los derechos reproductivos. Si bien la escritura del guión inició en 2016, el financiamiento no era fácil de conseguir de manera independiente. Luego, tras arrancar la filmación, explotaron las revueltas sociales en el país trasandino y más tarde le siguieron las dificultades de la pandemia. De todas maneras, la joven destaca el proceso de apoyo que hubo entre el equipo de mujeres y disidencias.

Las demás sigue a dos mejores amigas veinteañeras, Rafaela (Nicole Sazo Cariola) y Gabriela (Alicia Luz Rodríguez), que juntas se han construido un mundo extravagante para refugiarse de la hostilidad de Santiago, la capital chilena. El inesperado embarazo de Rafa amenaza dicho oasis y hasta su propio vínculo, por lo que deberán atravesar diversas dificultades impuestas por un sistema que somete a la clandestinidad la voluntad de llevar a cabo un aborto. La pregunta que recoge el film, a lo largo de sus ochenta minutos, es cómo hacerle frente a ese violento derrotero para obtener atención médica y pastillas abortivas.

Desde el vamos, no es una temática que no se haya visto en otras obras, como Nunca, casi nunca, a veces, siempre, o quizás también en Invisible. Incluso el abordaje del aborto desde la comedia ya ha aparecido en films como Obvious child o Grandma, entre otras. El gran diferencial en este caso es que es una ópera prima a puro desparpajo. Más allá de etiquetas o indefiniciones sobre el género o sobre el arco de sus protagonistas, Las demás termina siendo una historia de amistad y, en el fondo, el aborto es algo que ocurre.

Hyland describe que la etapa de investigación, dialogando con distintas mujeres, no hizo más que confirmar la transversalidad del aborto como problemática social. En la sucesión de hechos irónicos y bizarros se nota más el aspecto ficcional, pero es una película cargada de realidad. Tal es así que, de manera implícita, el Estado, como mayor responsable de la situación, casi que queda afuera y ausente de la trama, mientras se denuncia la criminalización de la práctica y se resalta el poder de los lazos como frente de lucha.

El otro aspecto clave de Las demás es su impronta, por así decirlo, centennial. Es una película fresca y divertida, esa mirada se sostiene en el tono y en el montaje. Todo con el objetivo de acercar su grito a audiencias más jóvenes. Explosiones de colores, citas de canciones, naturalidad -incluso ciertos lugares comunes del cine- y mucha estética pop, todo funciona en la posición que le toca. Es un cuestionamiento sin solemnidad ni concesiones, que busca abrir distintas discusiones en el debate público chileno, como las brechas de género y su representación en la industria, pero fundamentalmente insistir en la necesidad de que se legisle la interrupción voluntaria del embarazo (IVE).

En ese sentido, mientras se ocupa de otros guiones a partir del deseo de seguir trabajando pero bajo la premisa de que el cine le será inevitable, Hyland apuesta a que su obra sea vista por la audiencia argentina, ya que está dedicada a “las feministas que lograron la ley” en nuestro país. En definitiva, Las demás explora y aborda temáticas varias y discute con el deseo de abrir debates constructivos. Es un llamado a la acción a través del cine.