Migrar es un derecho humano
Por Nuria Silvia
A casi dos meses de haberse anunciando el acuerdo que firmaran el Director Nacional de Migraciones, Horacio García, la ministra de seguridad Patricia Bullrich y Martín Ocampo, para la creación del primer centro de detención para inmigrantes en nuestro país, y a un mes y medio de su inauguración en el barrio de Pompeya, el pasado 11 de octubre se dio inicio a la 7ª edición del Festival Internacional de Cine y Formación en Derechos Humanos de las Personas Migrantes. Al repudio expresado por las voces de Ana Cacopardo (periodista, conductora, documentalista y guionista), quien estuvo a cargo de la presentación, de Rómulo Pullol (gerente de Relaciones Institucionales del INCAA), de Patricio Contreras (actor chileno radicado en nuestro país) y de Florencia Mazzadi (directora del festival) se sumó la de los asistentes, que colmaron la sala con silbidos y gritos ante cada referencia que sobre el tema se hacía. La Red de Migrantes, que agrupa a distintas organizaciones de migrantes y refugiados alrededor del mundo, estuvo presente para repudiar la apertura de tal centro de detención que agrava la ya violenta e insensata persecución xenófoba que sufren a diario.
Bajo el objetivo de “promover el diálogo intercultural y la integración de las culturas de los diferentes espacios, regiones y territorios de Argentina, Latinoamérica y el mundo”, las más de cien películas programadas en el festival abordan la problemática migratoria, procurando en cierta medida explorar desde el presente los antecedentes migratorios históricos de los que, de alguna manera, todos formamos parte, como lo expresaran los hermanos Giuliano y Massimiliano De Serio, directores italianos de formación autodidacta que se encuentran presentando una retrospectiva de sus films que incluyen cortometrajes, documentales y largometrajes de ficción. Sobre sus trabajos me explayaré por fuera de esta crónica.
Con el fin de derribar los prejuicios y estereotipos que estigmatizan la figura del inmigrante como usurpador de tierra y trabajo, cuando no como criminal que pone en riesgo la integridad de las naciones, cada una de estas películas, con variados abordajes estéticos y temáticos, suprimen las divisiones concretas e imaginarias, culturales, raciales y/o territoriales, fijando como principio el derecho humano a migrar, sobre todo en este presente en que el sistema económico dominante conlleva profundas crisis económicas y políticas en los países subdesarrollados, forzando a sus habitantes a ir en busca de otro destino posible aunque esto implique poner en riesgo sus vidas.
La película que dio inicio a la programación fue, seguramente, la opción más acertada a la hora de transmitir esta idea. Les sateurs (2016, cuya traducción literal es Los saltadores) es un documental dinamarqués que nos instala en la subjetividad de Abou Sibidé, un joven proveniente de Mali que busca migrar hacia España. Los directores (o debería decir montajistas) Estephan Wagner y Moritz Siebert le facilitaron a Abou una cámara para que registre en primera persona la rutina de aquellos que buscan huir de Marruecos intentando saltar la cerca que divide una tierra de otra. A la cercanía manifiesta en todo lo filmado por Sibidé, se contrapone el registro inhumano y distante de las cámaras de seguridad europeas que vigilan la frontera.
Desde estas imágenes lo que se ven son manchas como pequeñas hormigas que avanzan por la montaña; extensas hileras de masas informes que se escabullen entre los matorrales y luego trepan de a miles por las cercas alambradas mientras del otro lado los espera la persecución o la muerte. Abou y su cámara les ponen nombres, caras, historias, dolores, risas y más a cada uno de esos puntos o de esas “manchas” que aquella otra mirada busca tapar, negar, desaparecer.
La película forma parte de la sección temática El movimiento del cuerpo como acto insurreccional, cuya curaduría estuvo a cargo de la cineasta y fotógrafa francesa Clarisse Hahn, y de Sandro Mezzadra, Doctor en Historia de las Ideas Políticas por la Universidad de Turín y Profesor de Teoría Política Contemporánea y de Estudios Poscoloniales en la Universidad de Bolonia, y que incluye siete películas más, incluyendo la trilogía de cortos Nuestro cuerpo es un arma, dirigida por la propia Hanh, compuesta por Guerrilla, Los desnudos y Prisons, en los que la directora enfatiza la idea del cuerpo migrante como cuerpo por esencia insurgente. Las otras secciones temáticas que conforman el festival son "Migración y Globalización", "Migración y Derechos Humanos", "Migración y Trabajo", "Migración y Salud", "Migración y Educación", "Migración y Género", "Migración y Niñez", "Migrantes Climáticos", "Migrantes Internos" y "Refugiados solicitantes de asilo".
En este link pueden consultar la programación para lo que resta del festival: http://www.cinemigrante.org/peliculas-por-dia-6