Investigación: la maniobra de Caputo, amigo de Macri, para quedarse con acciones de ANSES

Por Lázaro Llorens*

617 millones de pesos. Esto es lo que perdió el ANSES, en estos últimos días en la empresa de equipos aire acondicionado y tecnología Mirgor, donde a través del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) detenta el 21,5% de las acciones fruto de enjuagues bursátiles.

¿Las causas? Una planificada maniobra financiera de su propietario, Nicolás “Nicky” Caputo, “amigo del alma” del presidente Mauricio Macri -cofundador de la empresa-, quien desde que Macri puso un pie en la Casa Rosada pretende quedarse con estas acciones del ANSES sin poner un centavo, utilizando la propia plata de los futuros jubilados.

Su maniobra es simple: Caputo, junto a otras empresas como Siderar, Molinos Rio de la Plata, Macro, Telecom, que tiene como accionista al FGS, pretenden comprar las acciones del ANSES, con las “resultados no asignados” que tienen estas empresas en sus balances. Esto es, las ganancias cosechadas en todos estos años que no se repartieron con el organismo de los jubilados que dirige el macrista Emilio Basavilbaso, y que en el caso de Mirgor ascienden a friolera 268 millones de pesos.

Fue urdida por funcionarios de PRO a comienzos de este año. Y anticipada por el diario Cronista Comercial del empresario Fráncico De Narváez en una nota titulada, “El plan secreto de la ANSES para comenzar con la venta de acciones” donde anticipaba: “terceras líneas de ANSES, gente más bien técnica que política, estuvieron haciendo consultas en Siderar para una hipotética oferta de recompra de acciones con resultados no asignados o excedentes de liquidez por asignar. Y lo mismo le ofrecieron al Grupo Financiero Galicia, mientras Telecom ya dio el primer paso con el lanzamiento de una OPA. Luego, iría desarmando posición contra aumento de la ponderación en el índice Merval”.

Para ello, el 27 abril pasado, Caputo logró ser elegido vicepresidente el Merval. El principal organismo privado, encargado de las cotizaciones bursátiles de Argentina, lugar donde se trafican estas acciones y que integran otros popes empresarios locales.

Tras cartón, dos días después, el 29 de abril, el directorio de Mirgor realizó una asamblea “general ordinaria y extraordinaria” encabezadas por Roberto Gustavo Vázquez, presidente de la compañía, socio y mano derecha de Caputo. En ella, con la oposición de los directores del ANSES, se resolvió repartir entre los accionistas 12 millones de pesos de dividendos –ganancias- en acciones, con un valor de 0,10 centavos cada una, incrementando así su capital social de 6 a 18 millones de pesos, y sus acciones de 60 millones a 180 millones. De esta manera, solo por la distribución de 12 millones de pesos, el ANSES pasó a tener de 12.925.470 acciones a 38.700.000.

Textualmente, según el acta, en esa asamblea se propuso “distribuir dividendos en acciones por la suma de miles de $ 12.000 y en consecuencia aumentar el capital social llevándolo a la suma de miles de $ 18.000, emitiendo 120.000.000 acciones ordinarias escriturales Clase C de valor nominal $ 0,10 cada una y con derecho a un voto por acción a ser distribuidas entre los accionistas en proporción a sus respectivas tenencias”.

Esta decisión de Caputo resulta incongruente, ya que ante ganancias en el año 2015 por 522 millones de pesos, y ganancias acumuladas por 1.242 millones de pesos, solo distribuía 40 millones de pesos en efectivo, y 12 millones de pesos en acciones. Y aparentemente también parecía anodina, pero no lo era. Tuvo como propósito hundir el precio de las acciones de Mirgor que tras el triunfo de Cambiemos en diciembre pasado, por su relación con el presidente Macri, al igual que pasó con otras de sus empresas como Transportadora de Gas del Norte, Caputo S.A., Ecogas y Central Puerto tuvieron una meteórica revaluación bursátil. Por lo cual su compra era imposible.

En el caso Mirgor, en septiembre del 2015, antes de primera vuelta electoral, sus acciones cotizaban a 249 pesos. Un año después, el 4 de agosto pasado, alcanzó un pico de 1.580 pesos. Es decir, en un contexto recesivo tuvo una espectacular revalorización del 535%, transformándose en la niña mimada de los inversores.

Esta alza en los papeles disparó el valor bursátil de las empresas y por ende del patrimonio del ANSES, muy por encima de su valor contable. Mientras según el último balance del año 2015, el patrimonio neto de la empresa era de 1.287 millones de pesos, su valor bursátil llegó a alcanzar, en agosto pasado, los 9.480 millones.

Para el ANSES, esto implicó un sustancial incremento de su patrimonio. Este pasó de 321 millones de pesos en septiembre del 2015, a un pico de 2.042 millones en agosto 2016. Valor que le impedía cualquier tipo de compra a Caputo que pretendería hacerlo con los 276 millones de utilidades retenidas a la Anses.

Sin embargo, la licuación del capital accionario que hizo Caputo con la distribución de 12 millones de acciones, cambió radicalmente la cuestión. Esta fue aprobada por la Comisión Nacional de Valores, presidia por Marcos Ayerra, ex banquero del JP Morgan y CEO de Telecom, quien desde un principio propuso vender las acciones del Anses, el 24 de octubre pasado. Ese día, los papeles de Mirgor cayeron estrepitosamente de 1.356 a 492 pesos en una sola jornada. A partir de allí el precio de las acciones de Mirgor entró en caída libre, tocando un piso de 368 pesos el 14 de noviembre pasado.

Esta caída afectó el patrimonio del ANSES, es decir de los futuros jubilados en millones de pesos, sin que periodistas especializados, funcionarios, o la oposición dijera algo al respecto.

Específicamente, hasta el 4 agosto del 2016, con el precio de 1.580 pesos (Valor Nominal $ 1, o sea 10 acciones 0,10) el patrimonio de la ANSES con las acciones de Mirgor era de 2.040 millones de pesos distribuidos en 12.925.470 acciones. El 14 de noviembre, luego que la CNV aprobara la ridicula distribución 12 millones de pesos de dividendo en acciones impuesta por Caputo, el precio de las acciones bajó a 368 pesos y el patrimonio de la ANSES se redujo a 1.424 millones distribuidos en 38.700.0 00 de acciones.

Es decir, en pocos días, Mirgor, una de las empresas líderes del mercado, le ocasionó pérdidas al ANSES por 617 millones de pesos.No obstante haber sido favorecida por el actual Gobierno con una ley de autopartes, que le permitió suministrar los equipos de aire acondicionado de los vehículos de Toyota, y los planes promocionales de de los telefonos 4G, tal como d cuenta Mirgor en sus balances trimestrales.

Mientras sucedía esto, el presidente Macri, fundador de Mirgor, en consonancia con los intereses de su amigo de Caputo, hizo aprobar por el Congreso la ley de reparación “histórica” a los jubilados y blanqueo de capitales. Esta ley, impulsada por el presidente, además de promulgar una amnistía a todos los grandes fugadores de divisas del país, para financiar las supuestas mejoras de los haberes a los jubilados, que en algunos casos apenas alcanzó solo 100 pesos, autorizó al gobierno a vender las acciones del ANSES. Venta que hasta entonces debía requerir en cada ocasión, una aprobación del Congreso con mayorías agravadas, que eran imposibles de obtener.

Según expertos consultados, el plan de Nicky Caputo procuraría depreciar el valor de las acciones de Mirgor, a los precios del 2015, para poder comprarlas con los 276 millones de pesos de utilidades no liquidadas al ANSES, y de ese modo no desatar un escándalo. Al respecto cabe destacar, que el amigo del presidente, según el artículo 8 del estatuto de Mirgor, ante la intención de un socio de vender las acciones, los restantes socios tienen derecho de preferencia o “prelación” ante otros terceros interesados.

E incluso puede fijar un precio que nada tenga que ver con la cotización bursátil de la compañía, sino en función de su patrimonio. Con lo cual, la mesa está servida para un gran banquete donde el pato de la boda es el patrimonio de los futuros jubilados. Pero pàra evitar un escándalo, era necesario derribar previamente el precio que habían alcanzado las acciones de Mirgor.

¿Qué es Mirgor?

Para los que no están al tanto, Mirgor es una empresa fundada por Macri y Caputo en 1983 para abastecer de aire acondicionados a las automotrices Peugeot y Fiat, que estaban a cargo por entonces de la familia Macri a través de Sevel Argentina. Tiene su sede en la provincia de Tierra del Fuego, donde existe un generoso régimen de promoción industrial, con eximición del IVA, derechos de Importación y exportación y otros beneficios, cuyo costo fiscal para el gobierno nacional en el presente año superó los 30 mil millones de pesos.

Actualmente, además de aire acondicionado para autos, esta empresa de Caputo se dedica a ensamblar aire acondicionado domiciliarios, microondas, DVD y Blue Ray, TV, audio, Home Theater, notebooks y telefonía móvil para las firmas Nokia y Samsung. Gracias a todos estos negocios, durante el 2015, el último año del mandato de Cristina Kirchner, Mirgor tuvo ganancias netas por 522 millones de pesos.

A lo anterior se añade, que esta empresa a la cual Macri perteneció hasta el año 1994, tiene como socio bobo al ANSES. Este organismo, a través del FGS, como dijimos, es dueño del 21,5% de las acciones de la empresa de Caputo. Acciones que fueron adquiridas en medio de una denuncia penal del diputado Claudio Lozano, y por la cuales, en todos estos años, la ANSES casi no ha recibido beneficio alguno.

Por ejemplo, de los 522 millones de pesos ganados en el 2015, el ANSES, que enfrenta miles de causas de los jubilados en la justicia, le correspondía recibir en concepto de dividendos 112 millones. Sin embargo, como la empresa por decisión del directorio decidió repartir solo 40 millones en efectivo y 12 millones en acciones, el organismo de los jubilados apenas recibió 8,6 millones en efectivo, y acciones por 2,58 millones. El resto, millones fueron a parar a una “reserva facultativa” cuyo destino quedó a criterio del propio directorio de la empresa capitaneada por Caputo.

Fruto de esta inicua repartija, que desde el 2008 a la fecha se repite año a año, Mirgor, al igual que otras empresas, tiene ganancias retenidas del ANSES –resultados no asignados- por 268 millones de pesos. De los cuales, la compañía de Caputo, por decisión de su directorio, solo repartió 18 millones en efectivo y acciones. Apenas el 6,8 % de lo que correspondía. Por eso es tan apetecible para Caputo.

* Originariamente el artículo se publicó en el blog: http://stripteasedelpoder.com/