"La militancia está en una etapa de repensarse"
Por Enrique de la Calle
A pesar de su edad (sub 30), Vanina Moro es una dirigente con mucha trayectoria en el Movimiento Evita de Morón. En las recientes elecciones legislativas, fue candidata por el espacio Cumplir, que condujo Florencio Randazzo. Se quedó a 2000 mil votos de entrar en el Concejo Deliberante local. Su mirada sobre la militancia: ¿Qué cosas deben repensarse? "Debimos poder escuchar mucho más, nos encerramos sobre nuestros popios microclimas. No pudimos dar el salto desde lo propio hacia afuera. Terminamos defendiendo lo hecho y dejamos de ofrecer futuro a la sociedad", afirmó. Por qué cree que la unidad se dará desde abajo.
APU: Acaban de pasar las elecciones, donde Cambiemos vio ratificado su proyecto político. ¿Cuál es el estado de situación de la militancia, de sus organizaciones, en ese escenario de avance neoliberal?
Vanina Moro: Estamos en una etapa de repensarnos. No hay que echarle la culpa a nadie, todos cometimos errores en este tiempo desde que Cristina se fue del Gobierno. Esos errores nos llevaron a una mala elección. En ese marco, se viene una nueva etapa, donde hay que poner por delante los puntos en común; nos tiene que ordenar la calle, los conflictos sociales. Por caso, tenemos que oponernos a las reformas laboral y previsional. Son esas disputas las que nos van a acercar. Hay que armar un espacio amplio, que incluya a todos. Creo que la reciente elección fue intermedia. Ahora debemos prepararnos para 2019, para poder ofrecerle a la sociedad un proyecto alternativo al de Cambiemos, que tome como piso lo que nos dejaron Néstor y Cristina.
APU: Decía que la militancia se tiene que repensar. Supongo que no se refiere solo a las estrategias electorales que eligió cada organización política: ¿Hay que revisar también prácticas militantes?
VM: Sí, lo entiendo en un sentido amplio. Tanto en la última etapa de Gobierno kirchnerista como cuando fuimos oposición, la militancia no estuvo a la altura. Nos quedaron chicas esas situaciones. Debimos poder escuchar mucho más, nos encerramos sobre nuestros popios microclimas. No pudimos dar el salto desde lo propio hacia afuera. Terminamos defendiendo lo hecho y dejamos de ofrecer futuro a la sociedad. No pudimos capaces de escuchar y de transformar en demandas claras muchas necesidades que seguían insatisfechas en nuestros barrios.
APU: ¿La actual, es una etapa de dispersión militante? ¿Muchos compañeros y compañeras dejaron de militar?
VM: Venimos de meses intensos de campaña electoral, donde tuvimos mucha participación de la militancia. Creo que hay muchos militantes que le ponen el cuerpo a la difícil situación que se vive en los barrios más humildes. Tal vez, ni siquiera se consideren de ese modo. Pero ahí están, haciéndose cargo de los merenderos o del apoyo escolar, para decirte dos situaciones que vemos mucho. Te diría, que hay cada vez más pibes poniendo el hombro. Volviendo a lo anterior: eso también faltó, acercarnos mucho más a muchos jóvenes que militan a su manera. Cuando te decía lo de encerrarnos en los microclimas tiene que ver con eso, con no poder dialogar con otras formas militantes. Después, sí puede pasar que muchos militantes no sepan bien cuál es su rol hoy, porque estaban acostumbrados a ser oficialistas. Hay compañeros y compañeras que no le encuentran la vuelta a la nueva etapa. Me parece que ahí la dirigencia de las organizaciones se tienen que hacer cargo de esa situación.
APU: Le hago una pregunta incómoda. Se habla mucho en la política partidaria sobre la necesidad de renovar cuadros. ¿Cree que eso también debe ocurrir con las organizaciones políticas, que deben renovar dirigencias?
VM: Sí, creo que sí. Puede ser una crítica a nuestro espacio. Nos debemos un debate sobre escuchar nuevas voces, a nuevos cuadros, que pueden ser jóvenes o no. Me parece que hay que escuchar más a los compañeros de base, que están cerca de los conflictos y las demandas sociales. Esa representación tiene que ser escuchada. Más allá de los enojos que pueda haber entre militantes de diferentes organizaciones por la cuestión electoral, creo que son los conflictos los que nos van a acercar.
APU: Decía que las articulaciones entre las militancias que hasta 2015 fueron kirchneristas se van a dar en la calle, en los conflictos sociales. Esa articulación por abajo, ¿Debe ir acompañada de canales más formales de diálogo?
VM: Tienen que ir juntas las dos patas. Cuando hablo de la calle, no hablo solo de movilizaciones o conflictos específicos. Pienso en la articulación de mesas en los barrios, que trabajen problemáticas locales y que incluyan a todos los actores. A veces no hay que pensar tanto lo nacional como lo más local, los problemas concretos de los vecinos.
APU: ¿Piensa esas mesas con organizaciones de Unidad Ciudadana?
VM: Claro, lo que pasó fue una etapa electoral, de una elección intermedia. No tiene sentido seguir enojados por lo que pasó. Lo que pasa en el país nos exige otra cosa. También es importante la discusión sobre el PJ, qué partido queremos. Debemos pensar un gran movimiento nacional y popular. No podemos quedarnos en la interna de quien fue con quien en las elecciones. Hay que salir con otra visión de esta situación.
APU: ¿Hay tiempo hasta 2019 para reconstruir esos vínculos entre organizaciones?
VM: Creo que sí. Después de las elecciones, desde muchos sectores estuvo el planteo de avanzar en el camino de unidad. Todos sabemos que debemos dejarnos de joder si queremos ser una alternativa en 2019. Pero creo que en esta etapa va a ser muy importante el rol de la militancia de base, no tanto de las dirigencias. Tiene que salir de ese enojo de los militantes de barrio que ven cómo las políticas macristas afecta socialmente. Y hay que dialogar con otras formas militantes, como la sindical y la social.