Barañao: "Estamos en un plan de ajuste”
Por Leandro Andrini*
En el reportaje que Alejandro Bercovich y su equipo le realizara para su programa radial El Lobby, Lino Barañao, soltó con una sinceridad a prueba de balas, que “el contexto presupuestario es distinto, o sea, estamos en un plan de ajuste”.
Si alguien desea contrastar con datos puros y duros, en forma de refutar la realidad que describe Barañao, no tiene más que ingresar a la página del investigador Fernando Stefani, y leer los cinco informes realizados que se encuentran allí publicados.
El ministro despliega un anecdotario, sazonado con latiguillos como “la extraordinaria necesidad de tener utopías de largo plazo”, a pura corazonada en eso de que “la voluntad antecede a la razón”. Barañao renunció al pensamiento crítico el día en que Marcos Peña –su jefe inmediato– dijo que el pensamiento crítico hace mal, y ahora nos lo reafirma, refinadamente, en la constelación del autor de El Mundo como Voluntad y Representación. Otro ministro, en la misma semana post-retiro espiritual, dijo tener muy “pocas herramientas, pero una voluntad de hierro, para derrotar la inflación”. Ahí el leitmotiv PROpagandístico: “la voluntad”.
Barañao dice que “van a entrar 450 por año, de por vida” porque “si incorporamos a 900 por año en tres años cerramos el CONICET”. No es para tomar en gracia eso de “en tres años cerramos el CONICET”.
Barañao dice que “no es cuestión de plata” sino de “garantizar la supervivencia de una institución, la excelencia” [porque] “es una meritocracia el CONICET” y “tenemos la obligación de quedarnos con los mejores”. Barañao apenas unos minutos antes había dicho que “en ningún país del mundo tener méritos nos da derecho a que el Estado nos dé un trabajo”. Estas torsiones deben ser en su afán de combinar “utopía y sensatez”, en tanto que “el contexto presupuestario es distinto, o sea, estamos en un plan de ajuste”, por ello “lo que se hizo en el CONICET es dar previsibilidad”. Este es Barañao, en el mismo reportaje, con menos de diecisiete minutos de diferencia.
El ministro nos remite a cierto chauvinismo al hablar del “arquetipo del argentino: el que piensa las cosas de otra manera”. Ligando la fraseología schopenhaueriana y la de Bullrich, nos dice que tenemos la necesidad de “trabajo digno, bien remunerado y basado en la creatividad, que es precisamente lo que tenemos los argentinos”, y es por ello que el gobierno de derecha que él integra contrata al “creativo” ecuatoriano Jaime Durán Barba. Y por política científica propone que hay que tener “iniciativas novedosas como proyectos de alto riesgo” debido a que “no tenemos proyectos que apunten a cosas que realmente no conocemos”, sin importar los currículums vitae de proponentes, y aquí no hay mérito que valga (¿será que no única y exclusivamente científicos y tecnólogos de carrera estarán habilitados a presentarse a tales subsidios?). Aunque es inmediata la falsedad de “no tenemos proyectos que apunten a cosas que realmente no conocemos”, al citar para poner ejemplos concretos a proyectos como el nuclear y el satelital (proyectos desmantelados por el gobierno PRO).
Antes, hablando de los despidos en el INTI, dijo haber adquirido un equipo de última generación para investigar en materiales a través de un convenio con la Unión Europea. Lo que se le olvidó de decir a Barañao que eso fue realizado en el gobierno de Cristina Kirchner. Y con “respecto de los despidos [en el INTI] la única información que tengo es la que dio Ibáñez en los medios”. Es decir, uno de los ministros que debiera estar más ligado a la situación carece de información.
El ministro insiste en eso de la extranjerización, en eso de irse, en eso de la “larga estadía en el exterior”. El ministro seguramente está pensando en cambiarse los glúteos: los debe tener hechos trizas de tanto morderse la cola. Antes, en el mismo reportaje, había dicho que en el extranjero había saturación de posiciones postdoctorales (en especial en Estados Unidos). Pero luego aparece el ejemplo del Instituto del Litio en Jujuy, emocionado de “ver chicos criollos, chicos de todo el NOA, que por primera vez pueden tener en su lugar sin desarraigarse la posibilidad de entrar en investigación”. ¿Cómo se promueve tener lugar de trabajo sin desarraigarse a la vez que se indica que se deberá, indefectiblemente, tener una estadía no breve en el exterior que tiene cupo saturado para poder “entrar en investigación”? ¡Vaya a entenderse!
El problema no es la federalización del sistema científico-tecnológico, sino la inconsistencia argumental discursiva que encubre el verdadero plan: hacer desaparecer la investigación científico-tecnológica (“en tres años cerramos el CONICET”: no tomemos en gracia la llanura brutal del lenguaje inconsciente/inconsistente del ministro), tal este gobierno lleva adelante, al hacer desaparecer al INTI en todo su potencial, al poner en peligro al SENASA, al llevar a cabo las mismas políticas para el INTA y la CNEA.
Barañao dice que “el Estado tiene que formar investigadores en aquello que necesita”, pero en el CONICET no hay lugar, en el INTI y el INTA se disminuye la planta con expulsiones, y la CNEA parece tener prefijado el mismo destino. El discurso sobre la política en ciencia y técnica del macrismo es ¡esta maravilla! Barañao no es Barañao: es el ejecutor del plan en CyT del gobierno del macrismo.
Y como allá por octubre de 2016 el ministro nos decía que “haber creado las condiciones adecuadas” [en su gestión] resultó “tremendamente nocivo”, mostrando su incompetencia, hoy nos anoticia que el resumen del plan 2020 publicado está mal, mostrando su incopetencia. Convengamos que admite su incompetencia para desacreditar el debate sobre el incumplimiento del plan Argentina 2020. Y nos dice que lxs investigadrxs deben ingresar a organismos como el INTI, INTA y demás, cuando, en alarde también de su incompetencia/ignorancia, dice que lo único que sabe del desguace del INTI es lo que leyó en los medios, y aun así persiste en que habrá espacio por sobre quienes expulsaron.
De acuerdo a todas las verdades proferidas en la entrevista, concordante con la política de industrialización macrista, sumado a una consciencia ambientalista de protección animal y no contaminante, mi sugerencia es reemplazar los renos del trineo de Papá Noel por un motociclo que use baterías de litio. Porque debemos ser capaces de “la extraordinaria necesidad de tener utopías”, sabiendo que “la voluntad antecede a la razón”.
* Investigador (CONICET) en Área Química (Química-Física).