"La prisión domiciliaria a Astiz es una provocación del Gobierno"
Por Nadia Mayorquin
Carlos Oviedo es hermano de Pedro Oviedo, militante Montonero, hincha de Boca, le gustaba la poesía, compañero sensible. Era maestro y estudiaba Sociología. Estaba casado con Alicia. Fue detenido-desaparecido el 26 de junio de 1976 en una de las imprentas donde se editaba la revista "Evita Montonera". Dio su vida por una patria justa, libre y soberana. Carlos también es hermano de Patricia Cristina Oviedo, estudiante de medicina. Le encantaba bailar y pintar. Muy solidaria y comprometida, fue detenida-desaparecida el 8 de diciembre de 1977 en la Iglesia Santa Cruz, mientras buscaba a su hermano Pedro, detenido desaparecido un año y medio antes.
APU: ¿Cuál es la situación en la que se encuentran hoy los DDHH, a diferencia del período de gobierno anterior? ¿Podríamos hablar de un retroceso?
Carlos Oviedo: Sí, hay un retroceso enorme en todos los ámbitos. En políticas de Memoria, Verdad y Justicia con el desmantelamiento de áreas estratégicas en el Ministerio de Justicia, en el de Defensa, en el de Seguridad, que fueron creadas por los gobiernos de Néstor y Cristina, que mostraron un enorme compromiso y voluntad política de levantar las banderas históricas de los organismos.
Esto, sumado al intento de darle a los genocidas el beneficio del 2x1 y a la “sugerencia” del Servicio Penitenciario Federal (que es parte del gobierno) de que los genocidas cumplan sus condenas en sus casas. En un país con un retroceso enorme en cuanto a las políticas de memoria, con los asesinatos de Santiago Maldonado, Rafael Nahuel, Facundo Ferreira de 12 años, con las fuerzas de seguridad reprimiendo a mansalva -impulsada y premiada por el gobierno- y con detenidas y detenidos por razones políticas es muy difícil no retrotraernos a las peores épocas de la Argentina, por más que este gobierno haya sido legítimamente votado.
APU: ¿Cuáles son las fortalezas y debilidades de la lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia durante este período de gobierno actual?
CO: Creo que la fortaleza mayor es haber logrado un nivel de apoyo enorme de la mayoría de nuestro pueblo a esta lucha. Lo vimos con la movilización del 2x1, que fue lo que verdaderamente frenó la embestida impulsada por el gobierno. Las debilidades son propias del momento que vivimos, el hostigamiento constante del Gobierno, las campañas de desprestigio que, tenemos claro, son orquestadas desde el seno de este Gobierno, donde muchos de sus integrantes han sido parte de la pata civil cómplice de la dictadura.
APU: Astiz fue condenado a prisión perpetua por delitos de Lesa humanidad pero en estos últimos días fue incluido en la lista de presos en condición de acreditar el beneficio de la prisión domiciliaria, ¿Qué opinión te merece dicha posibilidad?
Mi hermana Patricia es una de las desaparecidas en la Iglesia Santa Cruz, ella formaba parte de grupo de familiares que se reunían ahí. Ella estaba buscando a mi otro hermano, Pedro, que también está desaparecido.
Esta situación produce por un lado un recrudecimiento del dolor, porque la impunidad tiene ese efecto en quienes sufrimos en carne propia el terrorismo de Estado, y por otro mucha bronca e indignación porque verdaderamente no queda otra que tomar este tipo de acciones como una provocación del Gobierno.
Y además hay que dejar en claro que este genocida no solo fue juzgado y condenado, si no que todo eso se hizo respetando las garantías constitucionales. Es una muestra más de que nunca buscamos venganza, sino justicia.
APU: ¿Con qué objetivo cree que el gobierno sugiere la prisión domiciliaria para Astiz?
CO: En cuanto al objetivo del Gobierno al hacer esto me parece que el principal es devolver favores los genocidas de los cuales fueron cómplices en el secuestro y desaparición de nuestros 30.000 y gracias a los cuales amasaron su fortuna.
APU: Con respecto a las amenazas del gobierno nacional ¿qué acciones tienen pensadas realizar después del 24 de marzo?
CO: Hay un canto que siempre gritamos en la Plaza: "adonde vayan los iremos a buscar". Sin ánimo de venganza, pero con la memoria de los nuestros bien en alto, vamos a seguir denunciando este intento del Gobierno de borrar de un plumazo la historia, de negar a nuestros 30 mil. En ese camino de denuncia estamos dispuestos a ir a todos los organismos nacionales e internacionales para impedir que estos genocidas sean beneficiados con el arresto domiciliario. Tenemos como ejemplo lo que sucedió con Etchecolatz, que gracias a la movilización popular volvió a la cárcel, que es el lugar donde tiene que estar.