Incendio del Banco Nación de Bahía Blanca: ¿accidente, desidia o intencionalidad?
Por Juan Manuel Rosón
El último fin de semana de julio se incendió el Banco Nación de Bahía Blanca. Su edificio ostentaba el privilegio de ser uno de los más emblemáticos de la ciudad. No sólo por su arquitectura, sino también por su historia.
La comunidad amaneció con calles cortadas, humo, muchos rumores, y una sensación de pérdida de trozos de historia y paisajes que marcan etapas.
Inaugurado en 1921, había sido restaurado y puesto en valor durante la presidencia del Néstor Carlos Kirchner, en 2006, tanto en lo que hace a la parte estructural como a la estética exterior, con la colocación de luminarias, reparación de cornisas y reconstrucción de ornamentas, incluidos sus Atlantes (figuras masculinas indígenas griegas).
A la tristeza inicial de ver el patrimonio arquitectónico devorado por las llamas, se le sumaron muchos interrogantes, que se fueron profundizando a la hora de reconstruir mediante testimonios lo ocurrido.
De los primeros datos oficiales surge que el incendio se inició en las primeras horas del día 28 de julio, a las 4 am, y que recién casi cuatro horas después se pudo extinguir. El reloj marcaba las 7,45 y las calles ya retumbaban con el ruido habitual de un domingo marcado por la catástrofe.
Con el transcurso de los días fueron apareciendo otras versiones que marcaban varias inconsistencias entre lo que decían los partes oficiales y evidencias que comenzaron a circular en torno a la investigación, recogidas de testimonios de vecinos.
Ejemplo de ello es la presunta existencia de dos llamados al 911 entre las 12,44 y la 1,30 am alertando que estaba saliendo humo del techo del edificio.
Los datos brindados por el personal de Defensa Civil, que acudió al llamado junto a los bomberos, cuentan que estos últimos ingresaron solos y que no había indicio de fuego. La Justicia y los audios del 911 registrados darán cuenta de la veracidad de estos testimonios.
Un dato importante, que ameritó algunos pedidos de informes por parte del Concejo Deliberante, fue el estado de las bocas de agua, lo cierto es que los Bomberos debieron recurrir al auxilio de edificios cercanos, como las piletas del Club Olimpo y dos estaciones de servicio cercanas al lugar del siniestro para conseguir el agua necesaria para extinguir el fuego.
Estos pedidos de informes son autoría del concejal Maximiliano Nuñez (CUMPLIR), que presentó un proyecto de resolución con el objetivo de citar al representante de Aguas Bonaerenses S.A. (A.B.S.A), a fin de conocer el estado general de las válvulas de incendio existentes. Su par de Unidad Ciudadana, Walter Larrea, solicitó a la Justicia que se exija un informe detallado de la documentación que existía en los archivos de la entidad financiera.
Lo cierto es que Bahía Blanca se debate entre los que hablan de negligencia de los bomberos y los que desarrollan teorías más conspirativas, relacionando el fuego con la necesidad de destruir documentación sobre los aportantes “truchos” de la campaña de la actual gobernadora Vidal.
En la calle Chiclana de Bahía Blanca, entre debate y debate, emerge ennegrecida la cúpula de uno de los edificios más señoriales de la ciudad.
Reconstruir las causas y llegar a la verdad de lo ocurrido será parte de la investigación judicial que se realice, los peritos tendrán la palabra. La comunidad bahiense seguirá interrogando esas ventanas ennegrecidas, que se quedaron sin palabras.