La cuestión social: "Los nenes están malcomidos, malqueridos y mal vestidos"
Por Camilo Carboneli
APU: ¿Cómo surgió el merendero en Villa Tranquila?
Bárbara Sandoval: El merendero surgió a partir de las clases que doy en la escuela número 11 en Villa Tranquila, en Avellaneda. A raíz de las necesidades básicas insatisfechas de los chicos durante las clases me di cuenta que no estaban comiendo bien, no estaban bien vestidos. Hay un lema que usamos los docentes que decimos: “los nenes están mal comidos, mal queridos y mal vestidos”. Entonces, lo que de alguna manera me resonó de esa frase es como poder suplir eso, mal comidos, mal queridos, mal vestidos... De alguna manera surgió la necesidad de poder brindarles una ayuda mínima, porque en la realidad no considero que sea una ayuda total. Es un merendero que abrimos en septiembre del año 2018. Armé un proyecto y lo llevé a la comisión vecinal del barrio ubicado en Chacabuco y Roca. Aceptaron y nos prestaron el lugar gratuitamente para que podamos hacer el merendero. Invité a los chicos de la escuela y se sumaron vecinos del barrio .
APU: ¿Cuántas personas colaboran en el merendero?
BS: Somos alrededor de 10 personas, entre ellos un grupo de chicos de la Iglesia Catedral de la Fe, que ayudan todos los miércoles al merendero; además, hay madres de los chicos que asisten al merendero ayudando, y tenemos un grupo de operadoras sociales.
APU: ¿Cuántos chicos asistes al merendero?
BS: Empezaron a ir alrededor de 25 chicos y ahora somos 50 chicos sin contar las mamás que también van y le damos por ejemplo leche, cacao, galletitas que nos baja del ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Esto fue un contacto que hicimos a través de una fundación.
APU: ¿Qué actividades realizan además de la merienda?
BS: Abrimos un ropero que es un espacio para que las mamás busquen ropas para sus nenes, ahora vamos armar una juegoteca con la ayuda de una docente de la escuela, realizamos talleres de tela, recreación, lecturas, juegos deportivos; a través del juego y de todos los talleres queremos enseñar valores, disciplina, hábitos, porque creemos que es lo que necesitan en este tiempo. También hacemos oraciones y damos mensajes bíblicos porque entendemos que la parte espiritual es importante. También este año vamos a iniciar talleres de prevención tanto para las mamás como para los chicos.
APU: ¿Qué problemáticas hay y que necesidades surgen?
BS: Necesidades insatisfechas, todas... porque muchos de los chicos no tienen a los papás ni a las mamás en sus casas porque están presos y viven con los abuelos o tíos. La primera necesidad es la falta de una familia, hay mucha orfandad. Muchas falencias en la escuela por ausentismo, mucho analfabetismo, que es un problema para trabajar súper importante. Hay chicos de 12 años que no saben leer.
APU: ¿Cómo ves la situación social?
BS: Continuamente nos piden comidas, hay muchas mamás que van y se llevan leche, galletitas, budines. El deterioro, claramente, se ve porque es a nivel social, las villas nunca fueron lugares donde todas las necesidades estén sastifechas. Al contrario, son lugares donde hay necesidades insatisfechas: falta de vivienda, alimentación, educación y amor. El Estado tiene que estar presente y no lo está. Vamos a tratar de trabajar en conjunto con la escuela, es muy importante que los chicos aprendan a leer y escribir.