Córdoba: el kirchnerismo bajó sus listas en una jugada a favor de la unidad
Por Yael Crivisqui
Dos horas antes del cierre y presentación de listas, se conoció la decisión del Frente Córdoba Ciudadana de no participar de las elecciones provinciales previstas para el 12 de Mayo, a través de un comunicado que sacó por las redes sociales su máximo dirigente, el diputado nacional Pablo Carro.
Los días previos al cierre de lista, y desde que fue el lanzamiento de la candidatura de Carro, las cosas en el Frente Córdoba Ciudadana no venían bien. Disputas, presiones, mezquindades. Todo en pos de obtener algún lugar en la lista. El desorden y la imposibilidad de organizarse para construir una alternativa real opositora en Córdoba, ya venía haciendo lo suyo para terminar quebrando. Pero Cristina, una vez más, demostró quien conduce y ordena. La decisión de la ex presidenta se condice con toda una línea estratégica de armar puentes para la unidad, con el único objetivo de derrotar al macrismo en todo el país. Así fue también en La Pampa, Santa Fe, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Tierra del Fuego. En Córdoba se demoró un poco más, quizás porque Juan Schiaretti fue el único gobernador que no la llamó, al margen de que sus operadores sí hayan estado en permanente contacto.
Esto decía Carro: "Siempre sostuvimos que el objetivo principal de nuestro espacio es lograr que este 2019 sea el último año que el macrismo gobierne nuestros destinos. Dedicaremos todo nuestro esfuerzo y compromiso para construir la unidad que nos permita lograr el triunfo electoral en las elecciones nacionales de octubre de este año".
Desde distintos sectores del Frente Córdoba Ciudadana mostraron su enojo ante la decisión de CFK. Por ejemplo, Horacio Viqueira, responsable del Frente Grande, sostuvo que el hecho de que se haya bajado la lista no responde tanto a una decisión de Cristina, sino, pura y exclusivamente, a la incapacidad de un armado que contuviera a todos y todas.
Lo que quedaba claro era que el kirchnerismo cordobés tiene hoy un techo del 10/12%, mientras que el peronismo encabezado por Schiaretti está en torno al 40%. Si el voto kirchnerista permite ampliar el espacio del peronismo, la victoria está asegurada. Hoy no podía ser una alternativa solo la de traccionar votos, dada la coyuntura tiene que ser la de ofrecer una verdadera salida al macrismo, aunque esto implique correr el riesgo de confiar en el hombre que más garantizó la gobernabilidad del presidente Mauricio Macri. No hay lugar para medias tintas. Más adelante habrá que saldar las contradicciones secundarias.
También, están quienes sostienen que el votante kirchnerista puro jamás votaría a Schiaretti aunque lo pida Cristina, por lo que manejan la hipótesis de que esos votos irán a la izquierda, lo cual le daría la posibilidad de un crecimiento importante. Se verá.
Como sea, quedó definido el panorama electoral en Córdoba. Trece listas presentadas, la jugada de Cristina, y la rebelión de los radicales ante la Casa Rosada. Ahora es el turno de que hable el electorado.