El argumento de los indecisos
Por Eliana Verón
A pocos días de las PASO mucho se debatió sobre los spots de la campaña electoral 2019. Las críticas a los audiovisuales de los diferentes partidos políticos estuvieron vinculadas a la falta de propuestas concretas, estrategias desarticuladas o ausencia de mensajes. Teniendo en cuenta este mapa general de contenidos que se difunden, Argumentaria Consultora analizó la percepción de piezas comunicacionales.
En esta línea, la consultora indagó sobre qué tipos de mensajes interpelan a la ciudadanía a la hora de decidir su voto, y qué sentidos se activan en la población denominada comúnmente “indecisa”.
Las conclusiones a las que arribó es que existe una baja credibilidad en las personas sobre los spots de campaña. Plantean que hay una polarización tendenciosa en cada producción, y no ofrecen nada concreto. A su vez, corroboró que el mensaje “el pasado era mejor”, “hoy estamos mal” no está interpelando a estos sectores, debido a que existe una fuerte desconfianza hacia la gestión anterior, pero también hacia el gobierno actual.
Asimismo, quienes participaron de esta investigación social destacan que los videos deben tener una menor duración, y que muchos aluden a relatos reiterativos de situaciones que viven o intenta asemejar a su realidad cotidiana, pero carecen de propuestas resolutivas. A modo de ejemplo, sostienen: “Pérdida de tiempo hacer este video. Con estos pequeños videos de un minuto es mejor que digan que van a hacer, no señalar al otro”; “Me da bronca que pierdan la oportunidad de mostrar lo que quieren hacer y eso es plata. Quizá en un minuto podés llegar a muchos”; “todos dicen lo mismo, (y) no lo hacen”.
Exceptuando algunos y algunas participantes que destacaron el federalismo, la diversidad sexual o la presencia de industrias en las imágenes, la mayoría comentó que descreen de estas producciones electorales.
Entonces, cabe preguntarse ¿Por qué hay un rechazo a los spots electorales? ¿Qué debe comprenderse de estos grupos desinteresados en la política? En este sentido, en Argumentaria reflexionaron que “aquellos grupos que se autoperciben y autodefinen como ´apolíticos´ y desinteresados en las campañas electorales, tienen una gran capacidad de debate y una actitud activa frente a los ejes de discusión propuestos”. Infieren que existe una “fuerte presencia de politización, pero basada en la antipolítica. Esto se sostiene en un discurso de desesperanza, de descreimiento generalizado en la política y particularmente, en las ofertas electorales de este año. Sin embargo, las actitudes, el interés en el debate y los posicionamientos esbozados, demuestran que es factible encontrar una rendija para poder llegar, con campañas electorales innovadoras y creativas, que interpelen a estos sectores de la sociedad que podrían definirse como indecisos”.
A diferencia de lo que se le endilga a este sector de la población, no son personas indiferentes a las problemáticas sociales que atraviesa la coyuntura argentina. El estudio realizado constata que a la hora de responder sobre desocupación, quienes participaron de los grupos focales mostraron “actitudes y comentarios que evidenciaron incomodidad y tristeza”. Lo cual fundamenta por qué “utilizar este eje como estrategia de campaña podría ser contraproducente, ya que genera negación. Las personas se incomodan sólo al mencionar esta problemática. La niegan, no quieren seguir hablando de esto ni tampoco seguir visualizando spots que representen situaciones angustiantes”, dice Argumentaria.
Lo que concluye el informe de esta consultora es que este sector se encuentra avasallados por el sentido común, pero en ese sentido común quieren expresarse. Existe una polarización, pero no son antisistema. Lejos quedó un “que se vayan todos”. También se desprende del análisis que las personas “antipoliticas” demandan claridad en las propuestas audiovisuales e información sobre sus plataformas políticas, aunque no las lean o exijan mensajes de corta duración. Es así que los spots que enuncian y/o refieren a la crisis del país y sus consecuencias negativas, no resultan satisfactorios ni logran interpelar a la ciudadanía. Si no se revierte el sentido actual de algunos de los spots de campaña para las elecciones generales de octubre, si no se interpela a estas argentinas y argentinos que quedaron fuera del discurso de las fuerzas políticas y que no son construidos como minorías intensas a las que se debe convencer para ganar las elecciones, este objetivo último se hará cuesta arriba para el campo nacional y popular.