A 5 años del caso “Pichón” Escobar: “Lo quisieron desaparecer y apareció en todos lados”
Por Diego Moneta
El 14 de agosto de 2015, luego de concurrir al bar-boliche La Tienda, fue desaparecido Gerardo “Pichón” Escobar, joven rosarino de 23 años. Pasaron cinco años y el devenir judicial de la investigación desemboca, una vez más, en un hecho impune, y conlleva al reclamo por la responsabilidad estatal.
A la salida de La Tienda se produjo un incidente con patovicas y policías, un grupo mixto que gestionaba la seguridad del lugar y sus zonas aledañas, en el cual “Pichón” fue golpeado, al menos, por Cristian Vivas, según quedó registrado por cámaras de seguridad. Luego corrió, perseguido por los custodios, y fue visto por última vez por cuatro testigos entre dos autos. Estuvo desaparecido siete días y su cuerpo fue encontrado flotando en el Río Paraná.
El recorrido de la causa
En un principio, dos policías, Luis Alberto Noya y Maximiliano Amiselli, y tres patovicas, Cristian Jesús Vivas, José Luis Carlino y César Darío Ampuero, fueron detenidos e imputados. Vivas es quien sale en la filmación golpeando en el piso a Escobar y quien fue detectado, según una pericia a la antena de su celular, en la región del puerto donde finalmente apareció el cuerpo.
La hipótesis que se manejaba era que a “Pichón” lo levantó un patrullero que realizaba operativos en conjunto con la seguridad del boliche. Fue trasladado a la seccional 3ª y, allí, fue golpeado y torturado hasta la muerte, para luego ser arrojado al río. Todavía se espera que se esclarezcan las responsabilidades del personal de dicha comisaría.
Desde el hallazgo del cuerpo los abogados querellantes pidieron que la causa pasara a la Justicia Federal debido al involucramiento de fuerzas policiales en un caso de desaparición forzada. El pedido fue respaldado por el defensor provincial, Gabriel Ganón, pero fue rechazado inicialmente, tanto por el juez Luis María Caterina como por los fiscales Marisol Fabbro y Rafael Coria.
En audiencias posteriores las pruebas apuntaron cada vez con más fuerza a la participación de la seccional 3ª en el encubrimiento del crimen, por lo que la Fiscalía terminó sumándose al pedido de la querella. Finalmente, el juez declaró la incompetencia de los Tribunales Provinciales y, una vez confirmado por la Cámara, la causa llegó al fuero federal por tratarse del delito de desaparición forzada.
Casi un año después, el 17 de agosto de 2016, el juez federal Marcelo Bailaque decretó arbitrariamente el sobreseimiento y la liberación de los cinco imputados. El fallo fue revocado dos meses después por la Cámara de Apelaciones y se cambió la figura del sobreseimiento por la de falta de mérito, lo que posibilitó que la causa continúe abierta, pero con los acusados en libertad.
En diciembre, Bailaque se apartó tras ser recusado por su accionar. El juez de la Cámara de Apelaciones opinó que el magistrado había considerado en forma aislada y parcial las testimoniales, además de cometer omisiones de gran importancia. A eso se sumaba la sospecha de que la policía pudiera haber manipulado la cámara de vigilancia que pudo haber registrado el momento en que “Pichón” era subido a un auto.
El registro faltante
En su momento, cuando denunciaron dicha irregularidad, los abogados querellantes indicaron que la cámara de un estudio jurídico fue entregada por un policía, el cual informó en actas que se habían perdido 38 minutos de registro, entre las 5:42 y las 6:20 de la mañana, que coinciden con el momento de los hechos.
El oficial en cuestión es Javier Makhat, ex jefe de Policía de Investigaciones, que fue desvinculado de la fuerza en 2018, tras haber sido encontrado viviendo en un departamento que había sido propiedad de Esteban Alvarado, presunto narco vinculado a un homicidio.
Desde la querella habían solicitado al juez federal Marcelo Bailaque que cite a declaración testimonial al escribano Pablo Fabián Battagliotti, al policía Germán Sheffer y al secretario de Gestión del Ministerio Publico de la Acusación Leandro Trangoni, por no haber secuestrado para peritar el CPU donde podrían haber estado las imágenes. En los 38 minutos de grabación la querella establece que se podría ver la agresión y el escape de Escobar, así como el momento en que fue levantado por un vehículo.
Un nuevo aniversario
Luciana Escobar, hermana de Gerardo, acompañada por organizaciones y familiares de otras víctimas de violencia institucional, ha organizado cada año distintas estrategias para visibilizar el estancamiento de la causa. Movilizaciones, festivales y hasta se hizo una película (Pichón, tu huella en la ciudad).
En febrero de 2020, Luciana publicó una carta en Facebook para marcar las coincidencias que existen entre el caso de su hermano y el de Carlos "Bocacha" Orellano. Patovicas, fuerzas de seguridad estatal y el Río Paraná otra vez se repetían en una desaparición forzada seguida de muerte.
Para este nuevo aniversario convocaron a proyectar sobre distintos edificios durante el día jueves, entre las 13 y las 19 horas, imágenes con consignas tales como “5 años de impunidad” o “lo quisieron desaparecer y apareció en todos lados”. Luciana y la familia siguen reclamando justicia por Gerardo “Pichón” Escobar.