Memorias salvajes: cine de hijos de desaparecidos
Por Camilo Carbonelli
La Biblioteca Nacional presentó un ciclo de cine “Memorias salvajes: cine de hijos”, una programación de tres películas que narran la vida cotidiana de la generación de hijos de detenidos - desaparecidos de la última dictadura cívico-militar. Las películas presentadas: (h) Historias cotidianas (2001), de Andrés Habegger, Papa Iván (2004), de María Ines Roque y M (2007), de Nicolás Prividera. Se pueden ver a través del canal de You Tube de la Biblioteca Nacional. Sobre ese ciclo, AGENCIA PACO URONDO dialogó con Federico Boido, coordinador de la exposición.
AGENCIA PACO URONDO: ¿Por qué presentar películas que relatan vidas sobre hijos de desaparecidos?
Federico Boido: La idea de realizar un ciclo de cine surgió dentro del proyecto de realizar una muestra en la Biblioteca Nacional sobre la narrativa de los hijos de detenidos-desaparecidos. La pandemia pospuso ese proyecto, pero sí decidimos realizar el ciclo de cine. Nos interesaba pensar esta voz generacional de los hijos que se despliega en distinto tipo de soportes: cine, fotografía, literatura. En algún aspecto, esta generación expresa una nueva voz que habilita nuevas preguntas: ¿Cómo se nombra y se duela a un padre, madre, desaparecido/a? ¿Qué huellas quedan de una infancia atravesada por la ausencia? ¿Cómo pensar los vínculos entre familia y revolución, hogar y militancia, memoria y olvido? ¿Cómo se conjuga la lógica del duelo con el mandato social que cargan? ¿Qué formas de comunidad se habilitan a partir de estas experiencias compartidas?
APU: ¿Qué tuvieron en cuenta a la hora de seleccionar las películas?
F.B.: En este tramo del ciclo de cine, la selección estuvo orientada en exhibir algunas de las primeras películas que produjo esta generación. Todas ellas fueron realizadas en los primeros años de la década del dos mil. Con ellas, queremos iluminar qué es lo que trae esta generación, qué preguntas, sobre qué temas, qué formas de abordarlo. En ellas se percibe cómo se trama lo filial con lo afectivo, los materiales de archivo familiares, personales con entrevistas en ese presente. En ellas, se aborda la militancia de sus padres y madres pero desde otro lugar. En algún punto, lateralmente, estas películas también nos dan cuenta de la época en que fueron realizadas y resulta interesante mirarlas en perspectiva desde el presente. La idea que titula el ciclo "Memorias salvajes" intenta dar cuenta de ese momento de surgimiento de estas memorias de los hijos.
APU: Si bien se transmite a través del canal de la Biblioteca Nacional. ¿Está pensado para un público en particular?
F.B.: Pensamos que las películas circulen en todos los públicos posibles. Entendemos que cada persona que se acerca a la biblioteca o a sus plataformas digitales, se acerca con sus propias inquietudes y entendemos que en estas películas y muchos abordajes posibles y puede conectar con el interés o inquietud de amplios sectores sociales.
APU: ¿Qué otros recursos o herramientas, además del Ciclo de Cine, tienen proyectados con respecto a los derechos humanos?
F.B.: Una de las responsabilidades de la biblioteca es resguardar y difundir la memoria de nuestro país. En esta clave, entendemos que el ciclo puede inscribirse en un intento por dar cuenta del pasaje del terrorismo de Estado por nuestras vidas y por la vida social, cultural y política de nuestro país. A su vez, tenemos planteado para el año próximo, si la pandemia lo permite, otra serie de actividades ligadas a la generación de hijos. Por último, el público que se acerque a mirar estas películas, puede luego consultar valiosos materiales que tiene nuestra institución sobre el terrorismo de estado en la Argentina. Me refiero al archivo testimonial sobre el terrorismo de Estado. Por ejemplo, "Cartas de la dictadura", que es un archivo de cartas de los setenta redactadas por, en su mayoría, presas políticas de la época, dirigidas por ejemplo, hacia sus familias. O consultar periódicos de la época o libros sobre el tema.