Tenso equilibrio pandémico mundial: 130 países todavía sin vacunas anti-COVID 19
Por Sergio Ferrari (*), desde la ONU, Ginebra, Suiza
Una de cal y otra de arena en el planeta pandémico. Las infecciones mundiales tendencialmente descienden y para medidos de febrero ya ha sido vacunado el 1,5 por ciento de la población. Sin embargo, para 2.500 millones de personas de 130 países la vacuna sigue siendo solo una promesa de futuro.
A nivel global y según un estudio reciente publicado por la BBC Mundo -actualizado hasta el 12 de febrero- se percibe que el Reino Unido y Estados Unidos están bien provistos de vacunas en este momento. Han asegurado una media de 23.35 dosis aplicadas cada 100 personas, el primero, y casi 16 el segundo.
La Unión Europea (UE) les sigue con retraso. Francia ronda en las 4.42 dosis y Alemania e Italia casi llegan a las 5, en tanto España apenas alcanza las 5.18 dosis.
“Vacunación injusta y desigual”
La citada investigación, realizada por la Unidad de Inteligencia del Economist, Economist Intelligence Unit (EIU), subraya que “la mayoría de los países de bajos ingresos aún no han comenzado a vacunar”. Coincidentemente, un comunicado común suscrito por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la UNICEF la segunda semana de febrero indicaba que, de 126 millones de dosis de vacunas administradas hasta esa fecha, más de las tres cuartas partes se han aplicado en tan solo 10 países, que producen juntos el 60% del PIB mundial. En 130 países, con 2.500 millones de habitantes, todavía no se ha administrado ni una sola dosis.
En una sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas del miércoles de la última semana, el Secretario General denunció que el “75% de las inmunizaciones aplicadas hasta el momento se ha concentrado en tan sólo diez naciones, todas ellas desarrolladas”.
Antonio Guterrez recordó que, en este momento, la distribución equitativa de las vacunas es la mayor prueba moral que enfrenta la humanidad. Y reiteró que por el momento la vacunación ha sido tremendamente injusta y desigual. “Si se permite que el virus se propague como la pólvora en el Sur global, mutará una y otra vez”, advirtió y llamó al G20 a formar un grupo de trabajo que elabore un plan mundial de inmunización y movilice su financiamiento.
Guterrez reivindicó una vez más el valor que podría tener el mecanismo multilateral COVAX, promovido por la ONU que aspira a comprar 2.000 millones de dosis para el fin del año en curso, y beneficiar así a la población de países de renta baja y media.
En esa misma sesión, Marcelo Ebrad Casaubon, canciller de México, instó en nombre de América Latina y el Caribe a evitar el acaparamiento de vacunas y acelerar su entrega al mecanismo COVAX.
Previsiones aproximativas
En cuanto a la proyección de la cobertura de la vacunación, en base a una serie de coordenadas -tamaño, población, logística, financiamiento y disponibilidad de los trabajadores de salud- la investigación británica anticipa como plazo finales de 2021 para Estados Unidos y buena parte de Europa occidental; mediados de 2022 para una gran parte de América Latina , Canadá, Rusia y Australia; finales de ese año para la mayor parte de Asia: y comienzos de 2023 para casi toda África, algunas naciones asiáticas y de Oceanía, así como para varios países de América Central, Bolivia y Paraguay.
La misma BBC Mundo anunciaba, algunos días más tarde, el inicio de un estudio que se desarrollará a corto plazo en el Reino Unido con el objetivo de obtener información “única”. Voluntarios jóvenes y sanos serán infectados con coronavirus para probar vacunas y tratamientos. Se trata de un “ensayo de desafío humano” y es el primero de este tipo que se realiza en el mundo. El estudio, que recibió la aprobación de los comités de bioética, comenzará en las próximas semanas reclutando a 90 personas de entre 18 y 30 años, informó la emisora británica el jueves 18.
Las Américas a la cabeza de casos
A partir de inicios de 2021 los contagios globales se han reducido casi a la mitad, según informó el 15 de febrero la Organización Mundial de la Salud (OMS). Pasando en ese periodo de 5 millones de casos a inicios de enero a 2.6 millones en la segunda semana de este mes. 63 millones de personas habían sido vacunadas en las Américas hasta el 17 de febrero.
Alivio solo relativo si se considera que apenas cinco días antes la Organización Panamericana de la Salud (OPS), es decir su organismo regional, había presentado el estado de situación para las Américas. Pese a la positiva evolución del COVID-19 en algunos de los países de la región más afectados por la enfermedad como Estados Unidos y Brasil -junto a señales favorables en Panamá, Costa Rica, Chile y Argentina-, a mitad de febrero se registraron en todo el continente 1.2 millones de nuevos casos, es decir casi la mitad de los contagios recientes a escala mundial. Interpretando la tendencia global la OPS mostró su cautela: esas cifras son “un motivo de esperanza, pero aún no de celebración”.
Tres de los países del continente están a la cabeza del total mundial de decesos: en la segunda semana de febrero Estados Unidos lideraba la estadística con más de 490.000 fallecidos; seguidos por Brasil con más de 242.000 muertes; en tanto México supera ya los 176.000 decesos.
Carissa Etienne, directora de la organización, indicó que en las “dos últimas semanas se produjo un aumento de casos de COVID-19 en América Central, especialmente en zonas de Honduras, El Salvador y Guatemala, en la región amazónica fronteriza entre Brasil, Colombia y Perú”. Constató, además, un incremento de infecciones en el Caribe. También explicó que al menos 19 países de la región informaron tener ya una de las tres variantes de la enfermedad –es decir la de Brasil, Reino Unido y Sudáfrica- y que “las evidencias están sugiriendo que algunas de estas variantes”, pueden transmitirse más fácilmente de una persona a otra, acelerando el aumento de los casos.
Solo sé que no se nada
Aunque todas las organizaciones internacionales reivindican la importancia de la vacuna poco es lo que se animan a precisar, todavía, sobre efectos y comportamientos sociales de futuro. Lo que es certero, según la OMS, es que ya como resultado de la primera dosis existe una buena respuesta inmune que se activa aproximadamente dos semanas después de ser aplicada.
Sin embargo, será realmente la segunda inyección la que permitirá aumentar la resistencia inmunológica reforzando las defensas ya adquiridas. ¿Duración del efecto? “Todavía no sabemos cuánto tiempo dura la inmunidad de las vacunas que tenemos a mano en este momento”, señala en un reciente estudio la doctora Katherine O’Brien, experta en vacunas de la OMS. Se está dando un seguimiento a los vacunados, pero habrá que esperar el paso del tiempo para evaluar la efectividad de la inmunización, precisa.
Por otra parte, las pruebas clínicas “demostraron que las vacunas protegen a las personas contra el desarrollo de la enfermedad de COVID-19, que puede ser leve, moderada o grave”. Lo que aún no se sabe es si las vacunas también protegen a las personas de simplemente infectarse con el virus SARS-CoV-2 y si protegen o no contra la transmisión a otra persona.
Preguntas esenciales abiertas que conducen a una recomendación que sigue vigente: incluso después de la vacunación se deben tomar todas las precauciones esenciales, el uso de la mascarilla, lavado sistemático de manos, y el distanciamiento físico para asegurar el control de la propagación de la infección, insiste la OMS en sus nuevas recomendaciones de la segunda semana de febrero.
¿Cuánto tiempo será necesario continuar con todas las medidas de precaución? Dependerá de lo que las comunidades y los países puedan hacer para realmente aplastar este virus, para acabar con la transmisión. Todavía la pandemia está fuera de control y las incertidumbres se imponen, subraya el organismo internacional.
Una esperanza llamada Soberana
Un artículo de la periodista Jenny Larsen publicado el pasado 12 de febrero en el sitio oficial de Noticias de las Naciones Unidas confirma que Cuba cuenta con cuatro posibles vacunas en desarrollo, la más avanzada de las cuales es la Soberana II, que debe comenzar los ensayos de tercera fase en marzo, con 150.000 voluntarios.
Esta información reactualiza las declaraciones del experto suizo y médico oncólogo Franco Cavalli quien, en declaraciones a El Cohete a la Luna el 29 de noviembre pasado, de regreso de un viaje a la nación caribeña, había anticipado el valor significativo que podría tener la vacuna cubana no solo para la inmunización de la población isleña sino también para los países más empobrecidos del planeta que podrían recibirla a precios asequibles.
Según el Instituto de Vacunas Finlay (IFV), con sede en La Habana, en 2021 podrían suministrarse 100 millones de dosis tanto para uso nacional como para la exportación.
Cavalli, contactado nuevamente por El Cohete a la Luna en la última semana, insiste en que no es ningún milagro que Cuba pueda llegar a ser el primer país latinoamericano que produzca esta vacuna. Y recuerda la larga experiencia en el sector biomédico y farmacéutico, así como la enorme inversión -a pesar de su delicada situación económica- que viene impulsando desde décadas. Cuba logró producir la primera vacuna en el mundo contra el meningococo y son conocidos los aportes a nivel mundial que promovió en sectores sensibles como el oncológico, cardiovascular, medicina tropical, insiste el experto suizo. El Instituto Finlay es uno de los 32 centros que hacen parte del polo científico de La Habana (BioCubaFarma).
A medida que aumentan las disputas internacionales sobre la distribución equitativa, en medio de acusaciones de que los países ricos están acaparando los suministros, una distribución exitosa de Soberana II podría proporcionar “un potencial salvavidas a los países en desarrollo que buscan inmunizar a sus poblaciones contra el COVID-19”, concluye Jenny Larsen en el reciente artículo publicado por las Naciones Unidas en su servicio informativo.
(*) Este artículo fue publicado originalmente en la edición de El Cohete a la Luna del domingo 21 de febrero de 2021. Foto: ONU.