"En China no ven viable una democracia 'a la occidental' para un país de 1.400 millones de personas"
Por Enrique de la Calle
María José Haro Sly tiene un máster en Ciencia Política de la Escuela de la Ruta de la Seda, Universidad de Renmin, China. Además, es coordinadora Ejecutiva del Programa Exportar Conocimiento, dependendiente del Ministerio de Ciencia y Tecnología nacional.
APU: Se cumplen 100 años del PC Chino, el partido-estado que conduce a una de las principales naciones del mundo. ¿Cómo fue posible ese liderazgo del partido sobre una sociedad cada vez más compleja?
María José Haro Sly: La continuidad del Partido Comunista Chino (PCCh) a pesar del proceso de "Reforma y Apertura" (NdE: llevado adelante por Deng Xiaoping a partir de fines de los 70 y luego de la muerte de Mao Zedong) es una de los grandes paradigmas de la historia contemporánea. De la mano de Fukuyama, Tatcher y los chicos de la Escuela de Chicago, los ’90 anunciaban el “fin de la historia” y la idea de que “no había ninguna otra alternativa”. Sin embargo, el PCCh en su primer centenario sigue más fuerte y consolidado que nunca. Desde Occidente (y el extremo Occidente como América Latina) se ha propalado como natural esta idea de que necesariamente el mundo debe y tiene que ser liberal-capitalista. La legitimidad y liderazgo del Partido Comunista de China están dados por la consolidación de la soberanía nacional en términos territoriales, políticos y económicos (de derecho y de hecho), los logros tecnológicos y la enorme capacidad para mejorar las condiciones de vida de los 1.400 millones de chinos. Objetivos comunes, planificación y resultados con un horizonte en el larguísimo plazo.
En un país de 1.400 millones de personas donde se produce un despegue económico sin precedentes y donde todos experimentan un proceso de inclusión social y movilidad ascendente se afirma el ideal de un ser nacional-colectivo. El PCCh se consolida como el ideólogo y ejecutor de ese proceso. Ahí radica su legitimidad en la soberanía y la capacidad de avanzar en un destino común.
APU: ¿Cómo está conformado el PC chino? ¿Se asimila a PC de otros países?
MJHS: El Partico Comunista de China se monta sobre una larguísima tradición burocrática de las dinastías imperiales chinas influenciadas por el confucianismo. Es nacionalista, meritocrático y estatista, se funde con el Estado. La PPCh puede ser definido como un Estado-Partido, en el cual la estructura partidaria atraviesa todas las instancias del Estado. Si bien existen actualmente 9 partidos políticos, el país está gobernado por el Partido Comunista de China (PCCh). El PCCh cuenta con unos 92 millones de miembros.
En un inicio, el PCCh estaba conformado por los y las militantes que hicieron parte de la Revolución Comunista. Hoy en día, para afiliarse al PCCh los jóvenes mayores de 18 años que están interesados en aplicar pasan por un proceso de al menos un año que consiste en exámenes escritos, entrevistas y recomendaciones. El género, las raíces rurales o urbanas, el rendimiento académico, el ranking de la universidad en que estudiaron y la percepción de lealtad de los solicitantes afectan sus posibilidades de ser admitidos como miembros del partido. El índice de incorporación del Partido Comunista de China está a la par con los de la Ivy League (las 8 universidades más tradicionales y selectivas de Estados Unidos) ya que de un grupo de 22 millones de solicitantes se aceptan alrededor de 2 millones, menos del 10%.
APU: ¿Cuál es la participación femenina?
MJHS: Entre los miembros del partido el 27,2% son mujeres y 7.8% son miembros de minorías étnicas. La mayoría de los miembros son campesinos y pescadores con el 35%, los trabajadores de oficina y profesionales alcanzan el 25%, los jubilados el 18% y el 8% de los miembros son funcionarios del Estado. Cerca del 50% de los miembros tienen formación universitaria.
Además de ocupar el Estado, el PCCh tiene que asumir las lógicas y los desafíos de un Estado moderno soberano, capaz de generar riqueza, distribuirla, liderar el desarrollo tecnológico, promover el equilibrio territorial y ser estrategas en el ajedrez internacional. Todo eso lo consiguen garantizando la educación, salud, seguridad y vivienda. Diagnósticos serios, planificación en los Planes Quinquenales y gestión por resultados.
Los ascensos a nivel político en China están basados en una serie de indicadores de desempeño vinculados al aumento del PBI de la provincia/ciudad, la atracción de inversión extranjera directa, los niveles de recaudación y el logro de los objetivos previstos en los planes quinquenales.
La base de la organización es el centralismo democrático, un principio concebido por Lenin, donde dentro del grupo líder prevalecen las decisiones colectivas. Cada miembro de la organización tiene su derecho a expresar sus opiniones, pero la decisión final estará de acuerdo con el consenso alcanzado por el grupo. Los individuos pueden mantener sus opiniones como personales, pero tienen que respetar la decisión colectiva.
El diálogo con la sociedad está dado, por una parte, por la fuerte representatividad de los grupos (campesinos, profesionales, etc.) y las minorías étnicas de China y, por otra, en las consultas y participación que se realizan al proceso de planeamiento de planes quinquenales y decenales.
APU: En los 70/80, China avanzó con reformas que incorporaron características del capitalismo. Eso permitió un crecimiento fenomenal y también la aparición de clases medias con mucho diálogo con Occidente. ¿En el plano político e institucional también se pensaron o se están pensando reformas que incorporen cuestiones de la democracia occidental? ¿Las nuevas clases medias, hijas del crecimiento fenomenal de las últimas décadas, demandan mayor "apertura democrática"?
MJHS: Con la muerte de Mao, asumió Deng Xiaoping y bajo el lema “La pobreza no tiene que ver con el socialismo. Ser rico es glorioso” se implementaron una serie de reformas interesantísimas que dieron lugar a un “socialismo de mercado” o “capitalismo de Estado”. Este sistema que combinó lo mejor del socialismo (la planificación, el control Estatal y un ideal de lo colectivo por encima de lo individual) y del mercado (con sus grandes mecanismos de promoción de la innovación y creación de riqueza); es una especie de "tercera posición". El crecimiento económico de China no tiene precedentes en la historia reciente. Este crecimiento fue acompañado por un fuerte desarrollo industrial y científico-tecnológico, en un proceso que se realizó con “el pueblo adentro”. China consiguió sacar a más de 850 millones de personas de la pobreza y así erradicar la pobreza extrema. Su modelo de una “sociedad moderadamente acomodada” promueve tener pocos ricos, ningún pobre y una extensa clase media.
Desde China la visión es que las democracias liberales no han sido capaces de transformar económica y socialmente a la enorme mayoría de los países en vías de desarrollo. La pobreza y la desigualdad y la subyugación de los Estados ante las grandes corporaciones y el sistema financiero es la regla, incluso en las grandes potencias. En su marco conceptual marxista, el Estado está promoviendo las fuerzas productivas y la inclusión social.
En la generalidad, no ven viable una democracia a la occidental para un país de 1.400 millones de personas, analizan de cerca, por ejemplo, la experiencia en India. Hay un laburo político del PCCh en construir una hegemonía cultural capaz de legitimar al partido y sus logros. Además, desde la Conferencia de Bandung, defienden la idea de la “no intromisión en asuntos internos de los países” y que cada cultura tiene su propio camino de desarrollo.
APU: Al respecto: ¿cuán "occidentilazada" está la vida en las grandes ciudades? ¿Qué pasa con los jóvenes que nacieron y se criaron en una China próspera y les queda lejos el "siglo de la humillación"?
MJHS: Las grandes ciudades chinas son ciudades futuristas. El concepto de estas ciudades y su dimensión hacen que hoy las ciudades occidentales no generen tanta sorpresa para los/as chinos/as. La espectacularidad de Shanghai, Shenzhen, Beijing, sus rascacielos, su organización y modernidad tienen un estilo que combina muy bien lo contemporáneo con lo antiguo, lo occidental con lo asiático – todo a una escala de inmensidad china. Existen muchos restaurantes occidentales, pero también miles de restaurantes chinos. Algunos hábitos alimentarios vienen cambiando, pero siempre de una forma un tanto sui generis. Los/as chinos/as son muy orgullosos de su cultura y nación. Las redes sociales son todas plataformas tecnológicas chinas, no es sencillo acceder a redes sociales occidentales. China tiene casi un millón de estudiantes en EEUU, que invierten más de 40.000 millones allá, sin embargo, han logrado que el 90% regrese a China. Muchos de los altos funcionarios incluso han estudiado en universidades extranjeras. Se ve muy fuerte el asenso social, de familias analfabetas a hijos universitarios. Deng Xiaoping (quien vivió en Francia y Rusia) decía que “cuando nuestros miles de estudiantes chinos en el extranjero regresen a casa, China se transformará”. La internacionalización fue una política planeada por el Estado.
APU: ¿Cuál es la lectura (pública y privada) hoy del PC sobre la figura de Mao? ¿Y sobre temas la historia de China que tuvieron como protagonista a Mao, pienso en el "salto hacia adelante" (y las hambrunas) o la "revolución cultural"?
MJHS: Mao es el gran prócer de China, cómo pueden ser San Martín, Belgrano o Perón. Miles de jóvenes y mayores visitan su tumba en la Plaza Celestial Tiannamen diariamente. En esa Plaza se fundó la República Popular China, están todos los organismos centrales del Poder en China. Mao descansa ahí. Es impactante ver la conmoción de las personas en esa visita. También para todos los militantes y ciudadanos en general es visita obligada la casa natal de Mao en Shaoshan, Hunan. Tuve la posibilidad de visitar y entender bien el contexto de la emergencia de la primera camada de líderes del PCCh. Mao lideró la Larga Marcha y estuvo caminando china por 30 años, revolucionando la política en el campo y construyendo después las bases de una Nueva China. La evaluación del PCCh sobre Mao es que "acertó en un 70% y erró en un 30%", no hay ningún velo a la hora de analizar las consecuencias de los desaciertos políticos del maoísmo durante el Salto Adelante y la Revolución Cultural. Es muy interesante esta percepción de líderes que también son erráticos y a los que se evalúa con sus aciertos y desaciertos. En América Latina es más difícil ponderar esos matices.
APU: En un discurso reciente, el actual presidente reinvidicó al marxismo y al socialismo, como elementos para pensar al modelo chino. ¿Es una pose o tiene que ver con discusiones ideológicas todavía presentes en el PC y en parte de la sociedad?
MJHS: En 2018 se celebraron los 200 años del natalicio de Karl Marx, China los celebró en la Asamblea Nacional cantando la Internacional Comunista. En América Latina – dictaduras de por medio – nos cuesta comprender que existe un mundo mucho más complejo de lo que nos imaginamos y de que Occidente como tal es en cierta medida minoritario. No estamos familiarizados con estas tradiciones marxistas y muchas veces terminamos hablando desde los prejuicios y con las anteojeras liberales. Podemos estar de acuerdo o no (es un debate aparte), ahora lo que no podemos es seguir ignorándolas, son constitutivas de las segunda potencia mundial y uno de nuestros principales socio económicos.
Como menciona un intelectual chino, Prof. Chan, la formación de los cuadros dirigentes de China, el conceptual marxista es un tema obligado y existe toda una tradición de marxismo chino. Un aspecto importante del análisis es que en China existe una comprensión diferente del significado de la teoría en comparación con Occidente. En la academia occidental, una teoría a menudo se refiere a un cuerpo de conocimiento sistemático que tiene como objetivo describir, explicar y predecir fenómenos sociales y puede servir como guía para la formulación de políticas. En China, sin embargo, la teoría se entiende como una herramienta que sirve principalmente, si no únicamente, como guía para la política. Debe derivarse de la práctica y, a cambio, debe servir a la práctica. En este sentido, la teoría está orientada a las políticas, no simplemente relacionada con el crecimiento y desarrollo del conocimiento, como se entiende comúnmente en Occidente. De acuerdo con el Diario del Pueblo el hecho de que Mao lideró revoluciones "exitosas" en China y que Deng transformó la economía del país son un reflejo de su profunda formación teórica (Diario del Pueblo, 1994).
APU: Por último, en China se puede ver mucho sobre los debates actuales entre desarrollo económico y ambiente. China creció mucho, con un impacto notable sobre la calidad de vida de su pueblo, pero ese crecimiento incluyó mucha contaminación. Sin embargo, eso cambió mucho en el último tiempo (su crecimiento es cada vez más sustentable) y el país se propone la neutralidad en carbono para 2060. ¿Puede lograrlo? ¿Es real la preocupación china sobre el cuidado ambiental?
MJHS: No hay desarrollo industrial sin energía. Este es y ha sido el condicionante de cualquier proceso de industrialización desde la primera revolución industrial en Inglaterra, seguida por Estados Unidos y hoy China. Todos los países que experimentaron procesos de fuerte desarrollo industrial contaminaron tremendamente nuestro planeta. China no es la excepción. Hoy su matriz energética está concentrada en la explotación del carbón (55%). Sin embargo, a diferencia de otros países (incluso los más desarrollados donde se niega el problema del cambio climático), China tiene un plan de descarbonización de la matriz energética. Espera en 2060 que el carbón, petróleo y gas natural sumen el 13%, dando prioridad a la energía solar, eólica, hídrica, nuclear y en menor medida biomasa.
China es el país que más invierte en energías renovables y es uno de los que más a forestado en la última década. El sector energético es por lejos el sector de mayor interés de las inversiones chinas en el exterior. Además, las energías renovables constituyen no sólo un compromiso con el medio ambiente, sino un campo donde China consigue liderar tecnológicamente y marcar estándares internacionales.
Es impresionante analizar el cumplimiento de los planes quinquenales, decenales y de largo plazo de China, esperemos que este de descarbonización también se cumpla como la mayoría de los objetivos y metas planteados en los planes anteriores. Una política seria y consistente en el largo plazo en uno de los principales países del mundo (por su envergadura, población y consumo) puede traer enormes beneficios a la humanidad. Ahora, para nosotros que no sabemos lo que va a pasar en el cortísimo plazo, es muy difícil comprender, dimensionar y pensar en esta clave china. Hoy el foco lo tienen en 2049 que es cuando se cumplen los 100 años de la fundación de la República Popular China, los condicionantes son fundamentalmente externos.