Novedad literaria: “Cassette virgen”, de Edgardo Scott

Por Gito Minore

Un cassette virgen es un símbolo. Representa, al menos para los mayores de 40, la única posibilidad técnica que tuvimos al alcance, durante muchos años, de guardar sonidos para luego ser reproducidos. Más adelante vendrían otros formatos y nuevas tecnologías que multiplicarían la capacidad de “almacenar”, y con ellas la tentación de querer acumular acríticamente, para tenerlo todo “siempre al alcance”, algo que con los cassettes era impensable. Justamente por sus propias limitaciones, 60 o 90  minutos, lo que se grababa (o resguardaba) debía ser importante, o significativo al menos para pretender permanecer en la memoria de quien lo hacía. Por lo general, se intentaban conservar en ellos, canciones o tan solo voces: reportajes, diálogos, ideas. Mucho de todo este folclore se trasluce en la presente obra.

Edgardo Scott reúne bajo este título, una selección de cuentos de tinte autobiográfico escritos, entre Bernal y París, durante estos últimos diez años. Según lo anticipa en su prólogo: “cuando empecé a escribir estos relatos, de a uno y sin un claro propósito de conjunto, pero guiado por una cierta emoción y entonación, no pensaba cuales eran los vínculos entre las ficciones de un escritor y su biografía, cuales son las ficciones donde se trasluce la biografía y cuáles las partes de su vida regida por las leyes con las que escribe ficción. Los fui escribiendo guiado por esa voz que parecía accesible y por situaciones y personajes que se imponían sin fuerza, con nitidez”.

Esa voz, tenue y reflexiva, recorre cada uno de los textos donde algunos momentos menores del pasado, como un patio interno, un monumento olvidado en el conurbano, o las técnicas de “levante”, de un ex compañero de primaria, adquieren una relevancia particular, al punto de convertirse en el punto capital de la narración.

Edgardo Scott, quien actualmente reside en Francia, ha publicado las novelas El exceso (2012) y Luto (2017), y el ensayo Por qué escuchamos a Stevie Wonder (2020).

Cassette virgen (Emecé, 2021) es un claro ejemplo de literatura que combina lo experiencial con lo ficticio, tal como el propio autor se pregunta: “¿No es lo biográfico, para un escritor, apenas otra variante de sus ficciones?”.