Apuntes sobre el negacionismo en Argentina
Por Paula Viafora
La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación presentó la colección "Repertorios. Perspectivas y debates en clave de Derechos Humanos". Esta serie de publicaciones tiene como fin reflejar y difundir los aportes y discusiones centrales del campo académico y de divulgación sobre diversas temáticas vinculadas a la trayectoria y la agenda de los Derechos Humanos en Argentina y a nivel internacional.
De este modo, busca tender puentes entre las distintas instancias de debate y estudio de estos temas (las universidades, las escuelas, los ámbitos de participación política, social y sindical) y los espacios de militancia política y gestión pública, generando insumos para la reflexión y promoviendo la más amplia visibilización de problemas de enorme relevancia. Estos problemas están estrechamente relacionados con las áreas de trabajo y las acciones de protección y promoción de Derechos Humanos a cargo de esta Secretaría.
El texto anterior es parte del prólogo firmado por el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla Corti, para reflejar el espíritu de esta serie de publicaciones. Luego del lanzamiento el 21 de marzo, está visible en la página de la Secretaría para su consulta y difusión.
En esta oportunidad, se comparten los siguientes temas: “Genocidio y negacionismo. Disputas en la construcción de la memoria”. Este debate se dio durante el Acto inaugural Mes de la Memoria. 21 de marzo de 2017, Rectorado UNLP. Los expositores fueron: Daniel Feierstein y Daniel Rafecas.
“Apuntes sobre el negacionismo en Argentina. Uso político del pasado y reivindicación de la represión ilegal en la etapa post-1983". Autor: Mario Ranalletti. Interesante capítulo dedicado a explicar el concepto de negacionismo y especialmente en el caso argentino: “Negacionismo, aplicado al caso argentino, hace alusión a expresiones (escritas, en audio, en video) que se entiende pretenden producir un cambio cognitivo en la audiencia en torno a un hecho considerado reprensible y negativo, para convertirlo en un hecho positivo, heroico y que merece un reconocimiento social mucho más amplio del que tiene". Los negacionistas argentinos pueden ser denominados así, según se entiende en este trabajo, porque tergiversan deliberadamente -en el marco de una empresa política de rehabilitación de los perpetradores de actos atroces en el marco de la represión clandestina (1975-1983)- el conocimiento histórico y varias sentencias judiciales al considerar a dicha represión como un acto legítimo y beneficioso para la sociedad.
“'Todos somos víctimas'. Transformaciones en la narrativa de la 'reconciliación nacional' en la Argentina”, escrito por Valentina Salvi, investigadora independiente del Conicet.
Aquí hay una referencia concreta al tema de la cifra de desaparecidos y los elementos que se utilizaron para arribar a ese número cuestionado por muchos: "La cifra de 30.000 incluye a todos aquellos que han pasado por el proceso de secuestro y desaparición (sin que pudiera saberse en esos años quiénes serían liberados o no), a los niños apropiados y también a quienes fueron directamente asesinados. No así a los presos políticos que, a menos que hubiesen pasado por un proceso previo de desaparición forzada (que fue bastante común), no eran incluidos en los cálculos. Ni tampoco, por supuesto, a los exiliados, insiliados o a los cesanteados. Podemos concluir que la estimación de 30.000 realizada en las difíciles condiciones de la lucha contra la dictadura genocida y con pocos elementos, sigue pareciendo correcta al día de hoy como confiable y precisa en relación a aquello de lo que se quería dar cuenta: el conjunto de desaparecidos, asesinados sobrevivientes y menores apropiados”.
“La criminalización del negacionismo histórico. ¿El instrumento penal como guardián de la memoria?" Autora: Emanuela Fronza, profesora investigadora de derecho penal en la Facultad de Derecho de la Universidad de Trento (Italia).
“El problema negacionista no es entonces un debate entre memoria y olvido (los dis-cursos negacionistas son en la actualidad mucho más refinados, sutiles, subterráneos);sino sobre qué tipo de memoria vamos a priorizar para evitar las consecuencias reorganizadoras del genocidio y cómo entonces encaja, se inserta al derecho como política pública de confrontación a estos discursos, mediante su función de construcción y validación de narrativas, como vehículo de la/s memoria/s colectiva/s”.
Desde el retorno a la democracia, desde todos los frentes posibles, se viene luchando contra este movimiento que por épocas se torna más intenso y despiadado. La semana pasada, a raíz de la marcha y homenajes que se realizaron con motivo del 24 de marzo, aniversario del golpe, se notó especialmente una oleada de ataque a los organismos de Derechos Humanos, la veracidad de la cifra de desaparecidos y hasta la reivindicación de algunas prácticas llevadas adelante por los genocidas.
Negación, distorsión, banalización, relativización, justificación. Todas estas nociones describen operaciones discursivas que se anudan en el fenómeno del negacionismo. Estas operaciones no solo inciden en las víctimas directas y sus familias, sino que tienen un impactosobre la totalidad de una sociedad en la que el repudio al terrorismo de Estado se ha tornado parte constitutiva de un acuerdo colectivo respecto de la relación con el pasado.
Es importante hacer frente de manera colectiva y sostenida a estos embates y celebramos el lanzamiento de esta publicación por parte de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, ya toma acción sobre estos hechos, transformándolos en una política pública