Los Gardelitos: rock Sudaka, popular, nacional ¿y feminista?, por Valeria Spinetta
Por Valeria Spinetta*
La banda oriunda del Bajo Flores que “Korneta” Suárez fundó, a mediados de los años noventa, junto a sus dos hijos, actualmente es liderada por Eli Suárez, quien no escatima en exponer los lineamientos políticos e ideológicos que su padre le imprimió al “Rock Sudaka”. La impronta peronista, nacional y popular de Los Gardelitos se evidencia en las letras de sus canciones, aunque también se materializa en las prácticas que la banda reproduce. Por ejemplo, en los recitales gratuitos que viene ofreciendo, desde sus orígenes, en diferentes barrios vulnerados de la ciudad, en la interpretación de la marcha peronista en sus shows y en los dichos que el mismo Eli Suaréz no se cansa de repetir: “Somos una banda nacional, popular. Somos peronistas”.
La ilustración que expone el flyer de su próximo recital, no solo viene a retomar, una vez más, la tradición peronista que asume la banda, sino que también incorpora la simbología de la serie Game of Thrones, situando a una mujer en una figura de poder. Y, en ese acto, coloca y representa a Cristina Fernández como la Reina Daenerys Targaryen, la heredera legitima del trono, también llamada “Daenerys de la Tormenta, de la casa Targaryen, Khaleesi de los Dothraki, Reina de los Ándalos, los Rohynar y los Primeros Hombres. Señora de los Siete Reinos y Protectora del Reino, señora de Rocadragón y reina de Meereen. La que no arde, Rompedora de cadenas, Liberadora de esclavos y Madre de Dragones”. Un dato de color es que la misma vicepresidenta, en 2013, había declarado que este era su personaje preferido de la serie; además, con el correr de los años se ha comparado insistentemente a Cristina Fernández con Daenerys, al punto de que lo dicho fue recreado mediante memes que circularon por redes sociales.
La imagen en cuestión ya había sido publicada en el Instagram de Los Gardelitos, en un compilado de fotografías del recital que la banda brindó el 25 de mayo, en Morón. En esa ocasión, y ante la pregunta de un seguidor sobre el dibujo que aparece en la escenografía del escenario, desde la cuenta de la banda se confirmó: “Así es, es ella: La figura de la mismísima jefa del movimiento nacional y popular, la señora Cristina Fernández de Kirchner, versionando al arcano de la Emperatriz en nuestro Tarot Criollo”.
A raíz del flyer en cuestión, diferentes notas periodísticas expusieron el problema del uso de la imagen de Cristina Fernández y algunos/as seguidores/as de la banda manifestaron sus críticas. Estas reacciones parecen desconocer la posición ideología nacional y popular que asume la banda -que reivindica, además, figuras del peronismo-. En este sentido, me pregunto ¿las criticas hacía la banda parten de un desconocimiento de su tradición peronista? Puede ser que así sea si pensamos en los medios de comunicación, pero en el caso de quienes siguen a la banda dicho contacto debería poder ser vislumbrado con facilidad. Considero que lo que realmente molesta es que en un flyer de rock se reivindique a Cristina Fernández de Kirchner como una figura femenina de poder. En este sentido, es de destacar que, en pos de versionar el tarot criollo nacional y popular, la banda ha publicado en las redes ilustraciones de diferentes personalidades del mundo del rock, e incluso también reprodujo la imagen de Eva Duarte. Aunque no generaron el impacto mediático que si ocasionó el flyer aquí abordado, estas ilustraciones de Eva generaron en algunas personas posicionamientos críticos que manifestaron por dichas redes sociales.
Sostengo que lo dicho se vincula con imaginarios que exponen al arte como ámbito separado y ajeno a la política, imaginarios que en el mundo del rock circulan con insistencia; pero que también se vincula con las desigualdades de género que existen a nivel social y que se expresan con énfasis en el rock nacional. De las criticas expresadas -por la reivindicación de la figura de Cristina Fernández en este el flyer- se desprende cierta asunción de neutralidad política de los/as músicos/as. Entiendo que esa neutralidad con la que se insiste a entender al arte –y al rock en particular- puede leerse en el contexto neoliberal de los individualismos contemporáneos, que desideologiza las prácticas y acciones y las supone como propias de cada individuo por fuera de la constitución colectiva de lo común. A su vez, creo conveniente señalar este lugar paradojal donde se ubican –y son ubicados/as por parte de sus seguidores/as- muchos/as músicos/as, quienes se suponen contestatarios –y son considerados como tales- pero entienden al hacer musical como algo neutral en términos políticos.
Ahora bien, la neutralidad que se le exige a los/as músicos/as en términos políticos parece entremezclarse con otra neutralidad más bien genérica. Pues, lo que genera incomodidad es que se reivindique la imagen de una mujer, la cual, además, es atacada desde los medios de comunicación hegemónicos y construida como altanera y soberbia. El hecho de que Los Gardelitos canten la marcha peronista en sus recitales o reivindiquen la figura de Perón o del Che Guevara en sus letras, parece no generar incomodidad alguna. Pero, tal como se vio, el hecho de que retomen y reivindiquen a una figura peronista, que además es mujer, genera incomodidades en el ambiente mediático e incluso en algunas personas que dicen seguir a la banda.
* Licenciada y Profesora de Sociologia, Magister en Comunicación y Cultura y Doctora en Ciencias Sociales (UBA)