Daniel Schnitman: "El Mossad se olvida de todas sus mentiras, desde el día 1 dijeron que había sido Irán"
Por Enrique de la Calle
El periodista Daniel Schnitman es uno de los principales investigadores de la causa AMIA. Es autor de "Amia: la traición", de reciente aparición (para conseguirlo, escribir a libroamia@gmail.com o en Mercado Libre). En diálogo con AGENCIA PACO URONDO, se refirió a un documento del Mossad, servicio de inteligencia de Israel, revelado por The New York Times, en el que se asegura que Irán no tuvo responsabilidad en el atentado en la AMIA.
APU: ¿Cuál es su visión sobre la revelación en torno a la causa AMIA?
DS: Como le pasa a este tipo de organizaciones especiales, que hacen operaciones, mienten, mienten, mienten... Alguna vez meten la pata y se olvidan de lo que mintieron en un principio. El Mossad se olvida que al otro día del atentado hubo un cable de la cancillería argentina en Israel, pero firmada por el propio gobierno de Israel, donde se pedía culpar a Irán. Todavía no se habían removido los escombros y ya se culpaba a Irán. Era y sigue siendo el principal enemigo geopolítico del Estado de Israel. El Mossad en aquel momento inventó que funcionarios de Irán habían sido los autores intelectuales, que habían participado hombres de la embajada de Irán en Argentina. Desde un principio se descartó la hipótesis siria, porque Israel estaba firmando un acuerdo de paz con aquel país. Recordemos que muchos allegados al ex presidente Carlos Menem eran de origen siria, como Monzer Al Kassar, que era uno de los principales narcotraficantes del mundo (que hoy está preso en Estados Unidos). Nunca se quiso investigar seriamente al entorno de Menem o a los actores locales, como la SIDE o la policía.
APU: ¿Esa carta de cancillería tuvo el respaldo de Mossad?
DS: Creo que la escribió el propio Mossad. El cable original está publicado en mi libro. Donde se dice claramente que hay que buscar un solo culpable, a Irán. Al otro día del atentado, o por ahí, Menem dice en una entrevista con Neustad que fue Irán. El jefe de la SIDE de ese entonces, Miguel Toma, también siempre difundió esa hipótesis. Hablaron de supuestas reuniones, con fecha y horario, para planificar el ataque en Argentina. Todo mentira, delirante. Eso se cae a pedazos.
APU: ¿Cree que la aparición del contenido de ese documento cambiará la política del Estado de Israel en relación al atentado y sus posibles responsables?
DS: No lo creo. La geopolítica es lo que pesa e Irán sigue siendo el principal enemigo de Israel. No va a cambiar nada. Para quienes investigamos con seriedad la causa, siempre sostuvimos que la pista iraní no tenía sentido, que había que fijarse en la pista siria, junto a la conexión local. Mintieron mucho, desde el primer día, y ahora quieren desmentirno. Hacen lo que quieren. Ahora, salió esto en The New York Times, andá a sabr por qué. Habrá algún sector norteamericano que empieza a interesarse por el petróleo iraní.
APU: Lo que queda en pie en el nuevo planteo del Mossad es la responsabilidad del Hezbolá en el atentado y la modalidad, con un choche bomba y un conductor suicida.
DS: Son dos cosas improbables, nunca aparecieron pruebas. El suicida que había inventado Nisman, que habló de un tal tal Berro, que había muerto supuestamente en el Líbano y aportó pruebas de su familia. Ahora el Mossad lo desmiente y da otro nombre. Se olvidan de lo que inventaron durante años. Ahora dicen que los explosivos aparecieron en envases de shampoo o en chocolotes. Son delirios, no sirven ni para una película de ciencia ficción. Sabemos que la explosión fue causada por amonal que en ese momento se podía comprar en cualquier ferretería de Buenos Aires. Es todo una fantasía muy grande.
APU: ¿Usted está seguro de que no hubo coche bomba?
DS: No hay pruebas de que haya habido coche bomba. Hasta lo que dijeron que vieron un amortiguador incrustado en el cuerpo de una víctima, después se desmintieron, que no recordaban haber dicho eso. Lo que se sabe es que hubo gente que compró amonal días antes del atentado, gente que se encargaba de demoliciones, como la empresa Santa Rita, de los Hadad, que son libaneses cristianos. De ellos era el volquete que estaba en la puerta de la AMIA, porque estaban haciendo refacciones. Para muchos de los que investigamos el caso, el explosivo se puso en ese volquete. Después se inventó el tema de la Traffic. Siempre digo lo mismo: si Irán quería hacerle daño a Israel, lo tiene a mil kilómetros.