El Tren no detiene su marcha: reportaje al baterista Dany Wolter
Gustavo Zavala fue un músico y compositor clave dentro de la escena metalera argentina. Nació en Grand Bourg en el año 1960 y de muy chico se colgó un bajo que lo acompañó durante toda la vida.
A mediados de los 80 irrumpió con su banda Apocalipsis, con la cual llegó a grabar algunos demos y hacerse un lugar en la incipiente movida. Pero el gran salto llegó en el 91 cuando, a pocos meses de formar Tren Loco, lograron viajar a Japón y tocar en el emblemático Estadio Budokan de Tokio, representando a nuestro país en la final del Concurso Yamaha Band Explotion. Sin embargo, más allá de este envión inicial (que incluso trajo aparejado la grabación del LP Tempestades, bajo el sello Polygram) el camino que debieron recorrer no fue para nada fácil, como no lo es para ninguna de las agrupaciones del género.
Más allá de las dificultades, por más de treinta años la banda supo ponerle el pecho a las circunstancias y dar batalla, convirtiéndose, gracias al talento y al compromiso de los músicos, en una de las más emblemáticas de nuestro país, con una decena de discos grabados y miles de kilómetros recorridos por todo el continente. No voy a enunciar ninguna novedad: todo aquel o aquella que haya compartido aunque sea cinco minutos con Gustavo Zavala sabe fehacientemente por qué fue una de las figuras más queridas de nuestro metal. Más allá de todas sus virtudes musicales, fue un hombre siempre dispuesto a dar una mano, prestar un oído, regalar una sonrisa, o una palabra de aliento. El 28 de marzo pasado, tras una enconada lucha contra el cáncer, que ya llevaba años, falleció.
Más allá de la inevitable tristeza, el próximo fin de semana, sus compañeros de banda, le rendirán un merecido tributo, con dos fechas que prometen estar colmadas de emoción y amistad. Con motivo de este evento, AGENCIA PACO URONDO, conversó con Dany Wolter, baterista de Tren Loco y amigo del músico, quien en una charla amena, comentó los pormenores del homenaje y adelantó la salida de su próximo disco de estudio: Prisioneros de la Tierra.
Agencia Paco Urondo: ¿Cómo surge la idea de hacer este homenaje a Gustavo Zavala?
Dany Wolter: Luego del velatorio de Gus, unas semanas después, volvimos a reunirnos en la sala de ensayo, como todos los martes. Fue difícil volver y creo que ese día ni ensayamos, solo nos abrimos unas cervezas y nos pusimos a charlar. Gustavo venía librando una tremenda lucha desde hacía muchos años con su enfermedad, tenía sus caídas, sus operaciones y siempre salía, se recuperaba. En las giras y shows que pasamos junto a él (los cuales nunca nos mostró ni un poco debilidad, ni falta de ganas, ni dolor alguno en absoluto) era un toro, pero todos éramos conscientes del momento que venía pasando y que lo mejor que podíamos hacer era estar más juntos que nunca, con toda la esperanza para hacerle el aguante, generando cosas, proyectando y así fue hasta el último día. Ahí mismo en esa charla, Zombie dijo: "Yo quiero que le hagamos un buen homenaje a Gustavo", y todos estuvimos totalmente de acuerdo. Enseguida nos pusimos a pensar en cómo tenía que ser: muchos músicos invitados, como a él le hubiese gustado, amigos históricos que pasaron por la banda y amigos que estuvieron acompañando a Gustavo en todo momento, un evento no solo por lo que hizo en Tren Loco, sino por su dedicación a la música, y su apoyo incansable al músico independiente. También para nosotros era como una forma de devolverle todo lo que compartimos, aprendimos y vivimos junto a él en todos estos años, del mismo modo para toda la gente que lo quiso muchísimo, ya sean fans, medios de prensa, amigos y compañeros de trabajo.
Fue entonces cuando, desde ese momento, Marcelo Tommy Moya (manager y amigo), se puso a buscar un lugar para hacerlo bajo la consigna de que tenía que ser gratuito y tenía que ser para todos. No ser un show más, si no ser algo diferente. Fue una gran alegría al enterarnos que nuestro sello discográfico Icarus Music quería participar en este homenaje, y enseguida nos apoyaron consiguiendo el lugar: el Teatrito, de Capital Federal. Un excelente sitio para este evento, donde poder reunirnos todos y que también no dejase de ser algo íntimo y emotivo. Pienso que, a veces, la mejor manera de superar los duelos es ponerse a hacer cosas, mantenerse activo, proponer y ponerse metas. Porque en definitiva Gustavo siempre decía “no hay que quedarse, ni lamentarse de por vida por una situación, siempre hay que levantarse y seguir”. Creemos que recordarlo con su música es mantenerlo vivo y de la manera que el más disfrutaba vivir: música y amigos. Creo que, también, organizar este evento nos mantuvo unidos como banda, y de la misma forma nos dio la fuerza que necesitábamos para terminar de componer y grabar el nuevo disco del Tren (Prisioneros de la Tierra) que veníamos haciendo junto a él los últimos años.
APU: Para el show hay una gran expectativa, de hecho las entradas para la primera fecha se agotaron a poco de salir y se sumó una nueva, la cual también se agotó rápidamente. ¿Qué nos podés adelantar del evento? ¿Cómo tienen pensados los conciertos?
D.W.: Gustavo generaba eso, siempre estuvo con la gente que sigue al Tren y siempre fue fiel a su mensaje, con humildad, con respeto y siempre agradecido. No creo que exista una persona que siga a la banda que no haya compartido algún momento con él, ya sea una palabra de aliento, un consejo, lo que sea, siempre se tomaba su tiempo para charlar y brindarse al público. Por eso no nos sorprendió el apoyo de toda la “carne viva” que quiso estar presente en la cita. La expectativa es inmensa, queremos dar lo mejor y nos estamos preparando para eso, va a ver muchas sorpresas, pero más que nada será juntarnos todos, los que estemos arriba del escenario tocando y los que estén abajo cantando y saltando todas las canciones, para brindar un más que merecido homenaje a un gran amigo. Puedo adelantar que las dos noches van a poder encontrar muchas cosas, no solo música, sino que también vamos a disfrutar de un stand con todo su trabajo literario, la otra pasión de Gus. Además, van abrir ambos shows los músicos de S.U.R., su proyecto musical paralelo a Tren Loco, y de Coral, la actual banda de Facundo Coral, ex compañero del Tren.
APU: En una entrevista que le realicé a Gustavo para este mismo medio, el año pasado, él aseguraba que el show de diciembre en Malvinas Argentinas iba a ser un reencuentro con su gente, pero sobre todo esperaba que el pueblo metalero se reencontrara con ellos mismos, haciendo clara alusión al tiempo que por el tema de la pandemia no hubieron salidas. Ese show, por cuestiones sanitarias se tuvo que cancelar, y ahora por primera vez tocan en Capital, después de todo lo que pasó ¿Cómo lo viven desde el interior de la banda?
D.W.: Ese show era muy importante para nosotros, nos quedó a todos un sabor muy amargo no poder hacerlo, veníamos con la sombra de la cuarentena atrás, la pandemia nos mantuvo casi dos años sin poder girar, ni siquiera podíamos juntarnos a ensayar, solo nos pasábamos mensajes y audios por whatsapp, trabajando en las nuevas canciones como podíamos. Bueno, fue durísimo, creo que para toda la sociedad en ese momento. “Un cambio de paradigmas”, me decía Gustavo. Cuando al fin se abrió apenas una ventana en la pandemia, se presentó la oportunidad, era la posibilidad de volver y hacer un show grande y autogestionado por el Tren, un sueño pendiente en la historia de la banda y creo que más que merecido por tantos años de trayectoria. Pero a todo esto, poco a poco la condición de Gustavo se ponía cada vez más delicada, intervenciones, operaciones, estudios... aún así, pese a todo, él tiraba para adelante en todo momento, lo incentivaba muchísimo poder hacer ese show. A mi parecer, y sin querer ni siquiera pensarlo, Gus ya lo vivía de alguna manera como una especie de despedida anticipada. Un día nos trajo a Isopo, a quien preparó en el caso de necesitar un remplazo en el bajo para algunas canciones y así, de a poco, volvimos a ensayar y a prepararnos para poder tocar ese día. Pero parece que esa ventana no estaba aún del todo abierta, ya que finalmente y como una especie de paradoja absurda, aparecieron en la banda algunos síntomas casi insignificantes que hicieron saltar las alarmas de los protocolos y que no permitieron la realización del evento. Creo que no poder hacer ese show, seguido del posterior alejamiento de Carlos Cabral de la banda, con sus razones -totalmente respetables-, más todo lo que veníamos viviendo con Gustavo internamente, fueron anímicamente, golpe tras golpe, muy fuertes para todo el Tren. Personalmente, pensé en el final de esta historia, pero una vez más, el luchador tremendo que teníamos en la banda me demostró que a pesar de todo eso y más, nunca hay que bajar los brazos ante nada, siempre nos motivó con el ejemplo, había que continuar con esta aventura increíble que es Tren Loco: “Levantarse y seguir”. Me parece que no hay paralelismos con aquello que no se dio en el Malvinas, creo que esto ahora simplemente somos Tren Loco y los fans honrando con mucho cariño y respeto la memoria de un verdadero luchador de la vida, de un amigo, su camino y su legado.
APU: Tocar en Capital obviamente que resulta súper importante ya que es un buen punto de confluencia de distintos lugares aledaños (pensando en el Conurbano y varias ciudades de la provincia), pero hay muchos sitios alejados del país que quizás estén esperando una movida así en su zona ¿Tienen pensado replicar o brindar un show similar en alguna otra localidad del interior?
D.W.: Sería una buena idea la posibilidad de poder transmitirlo en vivo, vía streaming, y estamos trabajando en ello. Sabemos que son muchos los amigos del interior del país así como también de Latinoamérica que quisieran estar ese día en el Teatrito con nosotros, y quizá esa sea una manera de que estén presentes, aunque sea apoyando desde de una pantalla. Sería lindo hacerlo de manera “no virtual” en todos lados, pero creemos que debe ser un evento gratuito, la logística y los costos que ello representa lo harían casi imposible de costear para nosotros. Igualmente, Tren Loco continuará girando por todos lados y creo que lo más importante es en que cada canción, la esencia y el alma de Gustavo estará ahí presente siempre.
APU: ¿Cómo va la grabación del disco Prisioneros de la Tierra? ¿Para cuándo creen que va a salir a la calle?
D.W.: Prisioneros de Tierra se va a convertir en el octavo álbum de estudio de Tren Loco, se está haciendo tangible en este momento. Ya terminamos la mezcla, y ya está en proceso de pasterización. Son diez canciones que, para nosotros, significan muchísimo y que iluminarán la última obra que hicimos junto a Gustavo Zavala. Estamos muy ansiosos de pronto compartirlo con toda la gente. Para esta placa buscamos un sonido súper potente y a la vez natural, sin llenarlo de procesos artificiales, ni samplers ni pluggins extraños. ¿Querés escuchar la pura verdad de cómo suena una banda de heavy metal? Bueno, estoy convencido de que este va ser el ejemplo. Por mi parte, grabé las baterías en el estudio Pilart Music, de Fernando Scarcella (Rata Blanca), en un ambiente súper cordial, dedicado exclusivamente para bateristas, con los muchachos siempre impulsándome a dar lo máximo en cada canción. Tanto Zombie como Pablo Soler hicieron un trabajo increíble en las violas, ambos suenan como una pared, unos solos con un feeling tremendo. Sin dudas, personalmente creo que la incorporación de Dany Medina en las voces le dio mucha fuerza y un aire nuevo a la banda, su manera de decir las letras te transmiten el clásico e inconfundible mensaje de siempre, pero de manera muy sentida y expresiva. Zavala estaba muy entusiasmado de tenerlo en Tren Loco, algo zarpado es que juntos trabajaron las melodías de los temas mediante audios de whatsapp, estando comunicados en todo momento cuando Gus estaba convaleciente en la clínica. En las nuevas canciones te hace sentir esa energía latente que se percibe en los shows en vivo del Tren, eso que sentíamos todos cuando veíamos a la banda en los 90 en el viejo Cemento, en fin, ¡te come crudo! El “Isopo” Wilson, un verdadero “tanque de guerra”, viejo amigo de la banda, se hizo cargo de la gigante responsabilidad de ocupar y ejecutar perfectamente el lugar de los bajos, aportando toda su experiencia y talento, además de toda su tremenda energía positiva y empuje vital. Por otra parte, y también creo que muy importante, es el arte de tapa, esta es otra fantasía cumplida que teníamos con Zavala. Es un honor poder contar con la participación de Alejandro “Burda” Burdisio, un histórico referente argentino de la ilustración fantástica y escenarios de ciencia ficción, un artista más que indicado para una portada de Tren Loco. Muy pronto va salir a la calle, si Dios quiere, a finales del mes de agosto bajo el sello Icarus, junto con algunos videos clips que venimos haciendo en estos días. Yo creo que lo van a disfrutar y mucho.
APU ¿Cuáles son los futuros planes de la banda?
D.W.: Por lo pronto, creo que es seguir presentando a este nuevo Tren Loco, sanar poco a poco lo vivido, aprender y seguir de pie, ganar en calidad, generando cosas buenas, sin “puteríos bobos”, mantener a la banda dentro de las más representativas del género en Latinoamérica, llevar ese legado y todo el esfuerzo que Zavala puso en esta banda en 32 años de carrera aún más alto, todo lo que podamos. Los cambios nunca son fáciles de asimilar, a veces son buenos, otros malos, pero creo que vamos por el rumbo correcto. El camino difícil es el que nos gusta, el que aprendimos, fácil es criticar o creértela, y ya que no hay una canción de Tren Loco que hable de bajar los brazos, nosotros vamos por ese desafío, porque sabemos de dónde venimos y quién nos puso acá. Ahora la meta es poder mostrar este último trabajo, Prisioneros de la tierra, el cual le pusimos muchísimo corazón, empeño y profesionalismo a toda la gente posible, al que lo sienta y lo represente, ya que la locomotora tiene todavía muchos kilómetros por surcar siguiendo con la misma convicción y sentimiento de siempre.
APU: Para terminar, Gustavo Zavala fue un músico que laburó más de cuarenta años vinculado al metal, pero también a la literatura y apoyando otras disciplinas artísticas, ¿cuál creés que es el legado más importante de la obra de Gustavo a nuestra cultura?
D.W.: Creo que como músico y compositor fue el fiel reflejo de como lo fue como letrista y autor. Gustavo era un tipo sencillo, sin extravagancias, ni recursos retorcidos ni elegantes, ni mensajes fantasiosos, él era un poeta del pibe de barrio del conurbano, del metalero, un laburante tipo hormiga, siempre paciente, cauto y agradecido. Nos demostró que sin ser ex nadie, o sin ser el hijo o conocido de nadie, sin contactos y sin la bomba de los grandes medios o corporaciones musicales, hizo que esos sonidos, esas poesías, y no de casualidad llegaran hasta un pibe de Capital Federal y este se sienta identificado al igual que uno de Salta o que una piba de José C. Paz, con una piba de Quito, Ecuador, u otro de México, con culturas y costumbres diferentes separados por miles de kilómetros, pero bajo una misma historia de postergación, desigualdad y discriminación. Y todo esto en épocas donde el internet aún no estaba totalmente instaurado y nada era instantáneo como lo es hoy en día, él logró muchísimo para un artista independiente y su banda de barrio. Gustavo le escribía al pibe o piba que día a día lucha por sus sueños y que con perseverancia y decisión todo se puede lograr, ya sea tocar un instrumento, estudiar una carrera, llevar adelante una banda, una familia, salir a laburar a las 4 de la mañana o lo que sea. "No mancarme al caer, levantarme y pelear”, porque “Ayer la escuela me dio, educación como un ser cobarde y cruel”. Un tipo que te describía en una canción cómo era su barrio con un detalle digno de un pintor de cuadros impresionista, pero en palabras. “Teñida en mil riñas y piñas de rojo color, brilla tu brea caliente bañada de sol, la autoridad roba y protege al ladrón”. Un apasionado de la historia, la cual la plasmaba perfectamente en sus escritos en forma de canción o de cuentos: “Me preguntaron por mi reflexión acerca de los hombres de la historia,
yo sostengo a los héroes malditos, ilustres enemigos de la escoria”. Siempre con un mensaje fiel, transmitiendo aprendizajes y experiencias a todos, no se guardaba nada, un tipazo y un artista con todas las letras.