Cimadevilla: "Hay muchos dirigentes de la UCR que por un cargo deben estar resignando sus convicciones"
Agencia Paco Urondo entrevistó al ex senador por Chubut, Mario Cimadevilla, quien también integró el Consejo de la Magistratura en representación de la Unión Cívica Radical. El motivo de la entrevista tuvo que ver con una carta que le envió al presidente de la UCR para que esa fuerza política se pronuncie sobre los últimos acontecimientos que comprometen seriamente a funcionarios de CABA y al Poder Judicial. "Yo le envié una carta a Gerardo Morales por los hechos acontecidos en los últimos días y que han tomado estado público, el viaje que hicieron jueces, fiscales, camaristas, el Jefe de Justicia del Gobierno de la Ciudad, con un grupo empresario que les pagó el viaje", contó.
Agencia Paco Urondo: Según su opinión ¿cuál es la gravedad de este hecho?
M.C.: Es grave porque los jueces y magistrados que fueron al viaje pagado por esa empresa (Grupo Clarín, de Héctor Magnetto), tenían y tienen todavía en sus tribunales cuestiones a resolver de esa firma que los invitó, lo cual es un disparate. Luego de esto, se suma una serie de chats que se dan a conocer con conversaciones del ministro de Justicia porteño, Marcelo D'Alessandro, y empresarios que tienen negocios con el Gobierno de la Ciudad, sobre todo con el tema de las grúas. Conversaciones con un alto funcionario de la Corte, armando estrategias parlamentarias para la designación de los miembros del Consejo de la Magistratura, hablando de miles de dólares en sobres, incluso involucrando al Jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta, porque en una de las preguntas se dice "Che, se le puede preguntar a Larreta si está de acuerdo con hacer negocios" y él contesta que sí.
Es decir, frente a estos episodios me parece que la Unión Cívica Radical tiene que expedirse, sobre todo porque después las críticas a estas actitudes, los adversarios políticos la trasladan a Juntos por el Cambio, y quienes están involucrados no son funcionarios radicales, ni de la Coalición Cívica. Los que están involucrados son del PRO. Con más razón el radicalismo tiene que marcar diferencias, así que espero que en Mar del Plata si se reúnen traten el tema y que el radicalismo tenga una opinión como partido frente a esta circunstancia.
APU: ¿Lo sorprendieron estos hechos que ahora salen a la luz?
M.C.: Fui un opositor muy fuerte a Cristina Fernández de Kirchner, a los abusos del kirchnerismo, a la corrupción y estuve de acuerdo en 2015 de hacer una alianza como la que se formalizó. En definitiva, en Gualeguaychú lo que se terminó aprobando fue la necesidad de cambiar el signo político de los que venían gobernando el país hacía más de doce años. Son saludables los recambios políticos de quienes nos gobiernan. Con esta alianza se logró, pero después llegó Mauricio Macri a la presidencia y fue el gobierno del PRO, no el de la alianza, por lo menos el radicalismo no fue consultado y yo que venía de criticar las actitudes del gobierno anterior, me encuentro con que Macri y el gobierno del PRO llegaron para arreglar los problemas del Correo, el problema de las autopistas, de los molinos eólicos… Todos problemas que tenía el presidente como empresario.
APU: Frente a estos episodios que usted remarca y la carta enviada al presidente de la UCR ¿Cuál es la respuesta que busca?
M.C.: Pretendo que mi partido haga valer su historia. La historia del radicalismo frente a estos hechos que estamos mencionando, la manipulación y del aprovechamiento de la Justicia, el hecho de que los jueces sean jueces del Poder y no de la Ley y la Constitución. Fíjese qué parecidos son estos dos extremos de la grieta, el peronismo con Carlos Menem tenía una Corte con mayoría automática, tenía los jueces de la servilleta; Mauricio Macri tenía la mesa judicial, iban a jugar al paddle o al truco, no sé a qué iban a jugar a la Casa de Gobierno, o a la residencia que tenía Macri.
Los gobiernos radicales desde Hipólito Yrigoyen hasta acá, ningún presidente tuvo que andar desfilando por los tribunales, ni estuvo en la opinión pública por actos de corrupción. Entonces, creo que el radicalismo tiene que revalorizar su historia, revalorizar sus valores, revalorizar lo que fueron éxitos de su gestión y no seguir detrás de personas que no piensan como nosotros. Que tampoco entienden que el poder debe usarse con austeridad, con decencia para solucionar los problemas de la gente y no para enriquecerse o solucionar el problema de amigos.
APU: Frente esta carencia de proyectos que unifique una verdadera alianza política, muchos opinan que el acuerdo con el macrismo estuvo signado por la búsqueda de cargos.
M.C.: Creo que sí, que hay muchos dirigentes de mi partido que están pensando en el cargo, y que por el cargo deben estar resignando sus convicciones, sus ideas, si es que alguna vez tuvieron convicciones. Mire, yo también tuve un cargo en el gobierno de Macri, se me dio el seguimiento de las causas del atentado a la AMIA, pero fui el primer radical que se fue del gobierno cuando pretendieron que hiciera cosas con las que no estaba de acuerdo.
APU: ¿Qué fue lo que le pidieron?
M:C.: Nosotros estábamos como querellantes en la causa Encubrimiento, que se había iniciado contra el juez Galeano quien había intervenido en la investigación del atentado, contra los fiscales, contra directivos de la Comunidad Judía, entre otros. Cuando se acercaba el final del juicio y la hora de los alegatos empezamos a tener diferencias, el ministro de Justicia, Germán Garavano, y el propio presidente Mauricio Macri me decían que teníamos que ir a los alegatos a pedir la absolución de algunos de los que estaban imputados, por ejemplo, los fiscales Müllen y Barbaccia, les dije que no, que eso no se podía hacer porque no había elementos para pedir la absolución. Entonces insistieron, yo les dije que no y me fui. Recuerdo la última charla que tuve con ellos, les dije “yo no estoy acá para hacerle favores a mis amigos ni para hacerle favores a los amigos de ustedes, estamos acá para que la ley se cumpla y se actúe correctamente”. Esa fue la última charla que tuve con ellos, en otros términos y con otro vocabulario, por supuesto.
APU: Este año, nuevamente se abre un escenario electoral, usted nombró al jefe porteño comprometido por los chats, y por otro lado también confía en la respuesta que le brinde Gerardo Morales como presidente de la UCR, pero últimamente ha trascendido un acuerdo político entre ellos.
M:C.: Mire, no sé si es tan así. Morales también ha manifestado su interés de pelear y candidatearse para la presidencia de la Nación. No puedo desconocer que esta relación que se atribuye a Morales y Larreta la he escuchado, está escrita en muchos medios. Si fuera así, creo que se tergiversa el sentido de la política. La política históricamente trabajó e hizo esfuerzos para formar opinión en la gente sobre cómo tratar determinados temas, hoy es al revés, los políticos han resignado esta función creadora de formular opinión y convocar a seguir ideas, y se ponen a seguir encuestadores. Es decir, se ha revertido el sentido de la política. Es que le ha hecho mucho daño a la política argentina un ser nefasto, como es para mí Durán Barba. No estoy diciendo nada que ustedes no conozcan, él armó una estrategia política con el macrismo donde la pelea estaba basada en el odio al otro. A apostar al fracaso del que está para que yo pueda venir. No era una estrategia armada sobre proyectos, ni sobre ideas, ni sobre propuestas. Esto empezó con la campaña de Macri en 2015, él la profundiza y Macri como es un hombre sin ideas políticas sigue los consejos de su consultor y fíjese hoy en la grieta en la que estamos metidos. Ningún partido político, ningún argentino está discutiendo con otro lo que alguna vez Raúl Alfonsín llamó en la campaña del 83, los "denominadores comunes", es decir ponernos de acuerdo todos en aquellas cosas en las que tenemos que estar juntos. En aquella época, Alfonsín decía como denominador común que todos defendiéramos el sistema democrático para que nunca más hubiera un golpe de estado, y esta convocatoria logró que hoy en la Argentina los golpes de estado y las destituciones constitucionales no estén en la cabeza de nadie.
APU: Ya que lo nombró a Alfonsín y además hizo referencia a la historia del radicalismo, había un lema del partido que era “Que se rompa, pero que no se doble” ¿Le parece que en la actualidad esta consigna quedó en el olvido?
M:C.: Era un viejo lema que venía de los fundadores de mi partido, de Alem, de Yrigoyen "que se rompa pero que no se doble", esto es cierto. La intransigencia con que el radicalismo ha defendido sus valores ha marcado la historia política argentina. Bueno, últimamente he escuchado a algunos dirigentes radicales como De Loredo "que no se rompa, que se doble", todo lo contrario a lo que sostenían los fundadores del partido.
"Es grave porque los jueces y magistrados que fueron al viaje pagado por esa empresa (Grupo Clarín, de Héctor Magnetto), tenían y tienen todavía en sus tribunales cuestiones a resolver de esa firma que los invitó, lo cual es un disparate"