¿Dejó algo el encuentro de la CELAC de Buenos Aires?
Muchas expectativas se generaron por el encuentro de los presidentes de Latinoamérica y el Caribe. Esta nueva versión de la cumbre, la séptima, traía un elemento especial, la vuelta de Brasil a la organización y con Lula Da Silva como presidente. Tambien generó una importante reunión entre este último y Alberto Fernández, lo que significó un relanzamiento de la relación entre Brasil y Argentina. Cien puntos se elaboraron para la declaración final de la cumbre latinoamericana, y ochenta y dos el acuerdo entre las dos economías más grandes de Sudamérica.
La presidencia de Bolsonaro trajo como consecuencia el alejamiento de Brasil de la UNASUR y de la CELAC. Otra de las consecuencias del gobierno del ahora ex presidente fue la intención de flexibilizar al MERCOSUR, posición acompañada tanto por Uruguay y Paraguay. Aun así, Bolsonaro no logró llegar a ningún acuerdo con estos dos países. Hoy, ya con Lula en el gobierno, la posibilidad de flexibilizar algunas de las posiciones arancelarias de la Unión Aduanera sudamericana esta cada vez mas lejana, y de paralizarla, mucho más imposible.
Abriendo un paréntesis, el encuentro se vio envuelto en algunas polémicas. La política local argentina se hizo presente cuando la ex ministra de seguridad del gobierno de Macri, Patricia Bullrich, realizó una denuncia por la visita del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y así mismo organizaron marchas de repudio por las visitas de Miguel Díaz Canel, presidente de Cuba y Daniel Ortega de Nicaragua. Ortega y Maduro optaron por no concurrir ante la ofensiva de Bullrich y varios de sus copartidarios y simpatizantes, algunos de los cuales organizaron marchas de repudio. El presidente Maduro alegó un plan de la ultraderecha argentina para atentar contra su persona y su delegación en Bs As. El venezolano aseguró: “Pretenden montar un show deplorable a fin de perturbar los efectos positivos de tan importante cita regional, y así contribuir a la campaña de descrédito, ya fracasada, que se ha emprendido contra nuestro país desde el imperio norteamericano”.
Volvió Brasil
Una vez llegado a Buenos Aires, y en la presentación de la cumbre, el presidente brasileño dijo, dirigiéndose al presidente y el canciller argentinos: “Brasil está de vuelta en la región y listo para trabajar lado a lado con todos ustedes, con un sentido muy fuerte de solidaridad y proximidad”, y tambien le dio un fuerte espaldarazo a los bloques sudamericanos: “Brasil vuelve a mirar su futuro con la certeza de que estaremos asociados a nuestros vecinos bilateralmente, en el Mercosur, la Unasur y la CELAC”.
En su discurso, Lula hizo alusión a los temas mas álgidos de la coyuntura regional y global: “el mundo vive en un momento de múltiples crisis: pandemia, cambio climático, desastres naturales, tensiones geopolíticas, presiones sobre la seguridad alimentaria y energética, amenazas a la democracia representativa como forma de organización política y social. Todo ello en un contexto inaceptable de crecientes desigualdades y hambre”.
Sobre la relación con las potencias y otros bloques el presidente brasileño sostuvo: “No queremos importar rivalidades y problemas particulares a la región. Al contrario, queremos ser parte de las soluciones a los desafíos que son de todos”, refiriéndose claramente a las disputa entre los EEUU y China. Consideramos desarrollar y profundizar los diálogos con socios extra regionales, como la Unión Europea, China, India ASEAN y, muy especialmente, la Unión Africana”. Lo que deja ver Lula es que la CELAC tiene dada su funcionalidad en ser un mecanismo de diálogo no solo interno sino externo, con actores poderosos a los que hay que enfrentar unidos para tener alguna chance de llegar a acuerdos equilibrados, con beneficios para ambas partes.
Como siempre, la cuestión del cambio climático estuvo en la agenda de la organización y de Lula, marcando un cambio de posición con respecto a su antecesor, destacó la capacidad de la región en materia de diversificación de la matriz energética y el “potencial de crecimiento en energías renovables y limpias”. Sobre recursos naturales necesarios para la transición emergentica también sostuvo: “Contamos con algunos de los principales biomas en nuestros territorios; contamos con recursos naturales estratégicos como minerales críticos; conservamos una porción importante de la biodiversidad del planeta y somos una potencia en recursos hídricos, clave para el futuro de la humanidad”.
Brasil parece querer posicionarse como líder regional, y por qué no global, en temas ambientales; para esto, convocó a una Cumbre de Países Amazónicos y presentó su candidatura para ser la sede de la COP 30 en Belem do Para, en el 2025. Para la cumbre amazónica se lo ha invitado a Macron, que recordemos, tuvo grandes diferencias con el gobierno de Jair Bolsonaro en cuestiones ambientales y de conservación del Amazonas, y fue uno de los problemas mencionados a la hora de hacer inversiones en Brasil. Una de las razones por la cual el tratado del Mercosur con la UE quedo paralizado fue que el gobierno de Bolsonaro (y el mismo acuerdo) no cumplían con los parámetros ambientales que exige el bloque europeo, ya que prevé un importante aumento de las cuotas de carne a exportar a Europa, con la consiguiente deforestación para las áreas de pastoreo extra en el Mercosur.
A la derecha, Uruguay
Otra de las presencias importantes fue la del presidente Uruguayo Lacalle Pou, quien centró su discurso en la critica a Cuba, Venezuela y Nicaragua, por sus regímenes políticos, y por la postura de su gobierno en cuanto a las orientación que según el, debería seguir la región en materia de comercio. "¿No será el momento de sincerar las relaciones y que desde a Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños se impulse una zona de libre comercio, desde México hasta América del Sur?”, sostuvo el mandatario uruguayo. Es sabido que Uruguay es un país con entramado productivo con poca industria nacional, y más bien especializado en exportaciones de origen primario con alguna pequeña industrialización de estos bienes. Esto significa que uno de sus objetivos para mejorar su comercio, es lograr que sus exportaciones paguen poco o cero aranceles en destino. Estos planteos ya se dieron en su momento en cumbres del Mercosur, cuando entre Uruguay, Paraguay y Brasil, presionaron fuertemente para la flexibilización del bloque comercial sudamericano, y hasta se coqueteo con la posibilidad de la salida y disolución.
Con respecto a la participación de Cuba, Venezuela y Nicaragua como parte de la organización dijo: “…la declaración de la CELAC habla de respeto a la democracia, los derechos humanos y el cuidado a las instituciones, pero claramente hay países que no respetan ni las instituciones, ni la democracia ni los derechos humanos. No tengamos una visión hemipléjica (…) según el perfil ideológico". También realizó críticas a la ideologización de este tipo de organizaciones, que cuando los gobiernos cambian su signo ideológico, tienden a desaparecer. Lo que no dijo el presidente uruguayo es que los que se encargaron de dinamitar organizaciones como la UNASUR fueron los presidente del giro a la derecha cuando fueron elegidos.
Ausencias
Dina Boluarte, la presidenta del Perú, asumida luego de la destitución, floja de papeles, de Pedro Castillo, enfrenta una situación compleja al mando del país andino. Las presiones para que adelante las elecciones al 2023 y la salvaje represión que desató sobre los manifestantes contrarios a su gobierno, hicieron imposible que represente a su país personalmente en la cumbre. Se oyeron algunas voces criticas a su gestión, en particular al asesinato de mas de 50 personas a manos de las fuerzas de seguridad. Uno de sus críticos fue Gabriel Boric, quien dijo: “No podemos ser indiferentes cuando hoy en día en nuestra hermana República del Perú, con el gobierno al mando de Dina Boluarte, personas que salen a marchar, a reclamar lo que consideran justo, terminan baleadas por quien debería defenderlas”, y agregó, “hacemos notar la imperiosa necesidad de un cambio de rumbo en el Perú porque el saldo que ha dejado el camino de la represión y la violencia es inaceptable…”. Otras criticas de Boric fueron a los gobiernos de Venezuela, al que le reclamó elecciones libres, y al de Nicaragua, por el que insistió con la liberación de los presos políticos
El otro importante ausente de la cumbre fue el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien adujo el tener una agenda de trabajo muy fuerte como para asistir a la cumbre. Esto puede suponer una perdida de interés en la organización, ya que fue México quien la “revivió” tras varios años de no realizarse ningún encuentro. Fue notorio el enfrentamiento entre Luis Almagro y los gobiernos progresistas de la región por el plegamiento del Secretario General de la OEA a la agenda estadounidense contra Bolivia y Venezuela. AMLO buscó reanimar a la CELAC como forma de crear un contrapeso a la organización panamericana, y junto con Alberto Fernández pidieron que esta sea una alternativa para los países del continente. Luego de la presidencia protempore de México le siguió la de, justamente, el presidente argentino. Para el siguiente período se acordó que fuese un país del Caribe, en este caso, el presidente de San Vicente y Granadinas, Ralph Gonsalves, conocido como “el Camarada Ralph”, por su formación marxista. El sanvicentino tiene muy buenas relaciones con los gobiernos de Nicaragua, Venezuela y Cuba y tuvo el visto bueno tanto de estos tres países como del resto de la organización.
Estados Unidos y China, expectantes
Con respecto a esta cumbre, días antes de realizarse se conoció un escueto comunicado del Dto. de Estado de los EEUU en donde se designa a Cristopher Dodd, “Asesor Presidencial Especial para las Américas”, como el representante del gobierno estadounidense para asistir a la cumbre. El norteamericano fue invitado como observador, ya que su país no forma parte del foro. En este comunicado, el gobierno de Joe Biden reafirma a la Organización de los Estados Americanos como el principal foro continental: “…el gobierno de EEUU reafirma el valor de fortalecer la colaboración regional a través de la OEA, el principal foro multilateral del hemisferio occidental”.
Esto lo dejó muy en claro el embajador de los EEUU ante la OEA, Francisco Mora, dos días después de terminada la cumbre de la CELAC, realizó declaraciones en el seno del organismo: “En América Latina y el Caribe hay una serie de organizaciones, eso nos parece bien, pero voy a reiterar algo: no hay otra organización en donde todos los países del hemisferio democráticamente elegidos tienen presencia y la capacidad de absorber los problemas de la región, hay una estructura, una Carta, una comisión de derechos humanos encargada de investigar las violaciones a los derechos humanos, que no existe en otro mecanismo regional”.
Por otra parte, no está de más decir que los EEUU no han ratificado la Convención Interamericana de Derechos Humanos, con lo cual, no puede ser demandado ante la Corte Interamericana de Derechos Humano, a la cual no le reconoce jurisdicción. En definitiva, no hay otro organismo al que EEUU pueda controlar tan férreamente como la OEA.
Como ejemplo tenemos a la crisis peruana, que si bien tuvo a varios presidentes criticando la actuación del gobierno de Boluarte, no pudo lograr una postura en común entre los 33 países. El conflicto político esta siendo abordado por el Consejo Permanente de la organización panamericana, los EEUU lo monitorea muy de cerca y por ahora ha manifestado su apoyo al gobierno de la presidenta: “EEUU esta comprometido en apoyar al gobierno peruano, no solo en el dialogo, sino en apoyar y estar seguro de que estas 55 muertes se investiguen mientras se incluya una salida política a la crisis…”.
También China se hizo presente en la cumbre latinoamericana, no en persona con alguno de sus funcionarios, sino con un video enviado por su presidente Xi Xinping. El presidente chino abogó por la unidad latinoamericana: “…La CELAC ya se ha convertido en una fuerza propulsora indispensable para la cooperación global Sur Sur”. La importancia de un foro multilateral como este reside en que es un fuerte contrapeso para resistir la influencia de los EEUU y poder sentarse a negociar inversiones y potenciar la relación con China, y agregó: “…la CELAC ha persistido en practicar el multilateralismo y jugado un papel importante en la defensa de la paz regional, el fomento del desarrollo compartido y la promoción de la integración regional” sostuvo el mandatario asiático.
En el año 2021, en el marco del Foro China CELAC, se firmó un acuerdo de cooperación entre las partes, el Plan de Acción Conjunto China-CELAC para la Cooperación en Áreas Clave 2022-2024. Un acuerdo de cooperación en áreas de gobierno, empresas privadas e instituciones financieras y que sirve como apoyo a los convenios que vienen cerrando varios países de la región en el marco de la “Iniciativa de la Franja y la Ruta”
Como habíamos mencionado, paralelamente a la cumbre se desarrolló un encuentro entre las dos economías mas grandes de Sudamérica, Argentina y Brasil, con muchas expectativas por un supuesto acuerdo para implementar una moneda común. Dentro del firmado entre las dos naciones se terminó de develar el misterio. Lo que se termino firmando implica una profundización del comercio en las monedas locales de los dos países a través del sistema SML. En los puntos 21 y 22 del acuerdo se especifica que:
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En materia de integración financiera y productiva, coincidieron en avanzar hacia una profundización de la relación bilateral con instrumentos que aumenten y faciliten el comercio sin obstáculos, a través de la ampliación del uso del sistema de moneda local (SML), incorporando el comercio de servicios y la implementación de líneas de crédito en reales para dinamizar el comercio bilateral y facilitar los flujos financieros en el sistema, aumentando la previsibilidad de las transacciones.
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Acordaron iniciar estudios técnicos, incluyendo a los países de la región, sobre mecanismos para profundizar la integración financiera y mitigar la escasez temporaria de divisas, incluyendo mecanismos a cargo de bancos centrales. Compartieron también la intención de crear una moneda de circulación sudamericana en el largo plazo, con miras a potenciar el comercio y la integración productiva regional y aumentar la resiliencia a shocks internacionales
Los problemas de escasez de divisas de la Argentina mejorarían sensiblemente si se profundiza la relación comercial y financiera entre los dos países, aunque tambien se apunta a mejorar la integración productiva entre estas dos economías y el resto de Sudamérica. ¿Cómo funciona el SML? Este sistema esta normalizado dentro del Mercosur desde el año 2007 y se usa entre Argentina y Brasil desde el 2008, participan los Bancos Centrales de ambos países. Tanto los importadores argentinos como los brasileros pagan en sus propias monedas, y los bancos de ambos países les liquidan en las monedas propias a los exportadores. Como el comercio no es equilibrado, se va fijando una paridad entre el peso y el real dia a dia, hasta que luego de 180 días se hace un balance del intercambio, y el país que termine con déficit liquidará la diferencia en dólares.
Quedará para más adelante una moneda común, que como afirma el punto del acuerdo, será parte de una construcción a futuro. Se busca un integración productiva y comercial más amplia en el continente que nos haga menos vulnerable a las crisis externas, como vimos con la pandemia, y como lo estamos viendo con la guerra en Ucrania. Este parece ser un nuevo paso, diferente a los anteriores por las circunstancias globales, pero más complejas, debido a lo mismo. La próxima cita del foro se dará en Europa, en la ciudad Belga de Bruselas, sede de la Unión Europea, durante julio de este año, y será otro paso importante para la búsqueda de la consolidación de este foro regional como una voz que interactúe con el resto del mundo.