A 26 años del asesinato de la joven que legó su nombre al movimiento piquetero

El miércoles 12 de abril pasado se cumplieron 26 años del crimen de Teresa Rodríguez, la joven de Plaza Huincul asesinada por las balas policiales en el marco de una represión. En diálogo con AGENCIA PACO URONDO, Agustín García, referente del Movimiento CUBA  María Teresa Rodríguez, recordó la historia de la joven y se refirió a la lucha contra el neoliberalismo en los 90. 

“En este momento hay siete organizaciones que llevan el nombre de María Teresa Rodríguez, como un símbolo de la lucha de los 90 con el avance del neoliberalismo y la organización del pueblo para resistir. Se fueron generando diferentes momentos épicos, uno de ellos fue en Cutral Co donde fue asesinada como consecuencia de la represión contra esas luchas. En un contexto de enfrentamiento con las fuerzas represivas los barrios comenzaron a organizarse y a enfrentarlos. El Movimiento Piquetero fue encarando una dignidad diferente a las propuestas del Estado de ese momento”, explicó el militante.

Además, recordó que “Teresa era una trabajadora doméstica con tenía tres hijos” y su asesinato “generó en estas puebladas un punto de referencia muy importante. Las organizaciones piqueteras que tomaron su nombre lo hacen porque sintetiza un proceso histórico definido”.

En este mismo sentido, el militante popular habló sobre la actualidad del movimiento piquetero: “Las organizaciones piqueteras pregonamos una unidad pero donde la propuesta sea luchar con dignidad. En un contexto electoral del 2023 consideramos que el voto debe ser seguir luchando. En los barrios los compañeros y compañeras se forman en diversas áreas para poder asistir y dar respuestas a los vecinos que están inmersos en muchas carencias. Es un contexto de mucha necesidad y las elecciones se van a dar en el peor momento en materia social. La realidad nos pide seguir resistiendo y no pedir votos. Para cambiar la realidad se necesita trabajo genuino”.

La historia de Teresa

En 1997, era una joven de 24 años que vivía en el barrio Otaño de Plaza Huincul, Neuquén. Integraba el quinteto de hijos de Flor María Cofré y Miguel Rodríguez. Madre de una nena y dos varones.  Su familia recuerda que nunca dejaba de sonreír ni de ser solidaria con quien lo necesitara. El espíritu de Teresa solía contrastar con el ánimo general del pueblo, castigado por las políticas neoliberales del MPN. Al igual que Cutral Có, desde los años 30 Huincul había crecido gracias al petróleo y el gas. Sesenta años después, todo había cambiado. La desocupación hacía estragos en la juventud, de la que eran parte Teresa y su novio, quien venía participando de las protestas en la Ruta Nacional 22.

En Neuquén, el gobernador Felipe Sapag anunció el cierre de jardines, recortes salariales y despidos. El sindicato ATEN llamó a la huelga. El 24 de marzo, en Cutral Có y Plaza Huincul se tomaron los puentes de la Ruta 22, desalojados con represión tres días después. Hubo nueva convocatoria para el 9 de abril. Ese día se paró la provincia. En la región donde vivía Teresa más de diez mil trabajadores  coparon la ruta. El juez Oscar Temi ordenó desalojar la mañana del sábado 12 el piquete. Tropas de Gendarmería descargaron su furia contra los manifestantes  mientras la Policía de Neuquén perseguía a la gente por los barrios. Parte de la manifestación se trasladó al puente de la Ruta Provincial 17.

Ese día Teresa debía ir a limpiar una casa en Cutral Có, donde trabajaba. Salió poco antes de las 10. Se acercó debido a su curiosidad e indignación por la salvaje represión que estaba llevando a cabo la policía contra la población. Si bien estuvo a unos metros, los disparos eran incesantes. De repente sintió un fuerte impacto en su cuello, una bala la había impactado provocándole la muerte.

Su nombre pasaría a la historia en la década del 90, plagada de luchas contra el neoliberalismo. El movimiento piquetero fue la vanguardia indiscutida de todo ese proceso, entablando batallas en todo el país. Uno de los movimientos incipientes de ese momento le colocaría el nombre de la joven trabajadora a su organización, el Movimiento Teresa Rodríguez. A partir de allí se tornaría trascendente en la historia de las luchas nacionales y populares. En la actualidad dicha organización tuvo divisiones y rupturas, sin embargo sigue siendo un icono aquella joven neuquina y lo expresan los referentes piqueteros actuales.