Con tres candidatos anotados, el peronismo entrerriano se define entre lista de unidad o interna inevitable

Entre Ríos, junto a Catamarca, Capital Federal, Santa Cruz y Buenos Aires, es uno de los distritos donde los comicios, para la principal categoría electoral, se realizan de manera simultánea con la votación presidencial. El cronograma estipula que el próximo 14 de junio es la fecha cúlmine para la inscripción de las alianzas electorales, mientras que 10 días después finaliza el plazo para la presentación de las listas y sus precandidaturas. Ese mismo día, comienza la campaña electoral hacia las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del domingo 13 de agosto.

Sin posibilidades de reelección, luego de la reforma constitucional de 2008, que estableció en su artículo 161 que “el gobernador y el vicegobernador podrán ser reelectos o sucederse recíprocamente solamente por un período en forma consecutiva o alternada”, el gobernador Gustavo Bordet eligió como su sucesor al intendente de Paraná, Adán Bahl.

Como explicó AGENCIA PACO URONDO, el Contador nacido en la capital entrerriana, fue ministro de gobierno de la última etapa de la gobernación de Jorge Busti, en 2006, y de los dos mandatos de Sergio Urribarri en Casa Gris, entre 2007 y 2015. Su capacidad de gestión y su conocimiento sobre el Estado, lo pusieron entre los dos nombres más relevantes para la candidatura a la gobernación en 2015, aunque el postulante elegido fue el actual Mandatario, Gustavo Bordet, que transitaba su segundo período en la municipalidad de Concordia. La foto final lo puso como acompañante del binomio crucial, que lo convirtió en vicegobernador hasta 2019, cuando su nuevo desafío fue la recuperación de Paraná para el peronismo.

Su proclamación rompió con una tradición de 20 años en el peronismo provincial, donde los candidatos del Partido Justicialista (PJ) surgieron del departamento Concordia. Aunque siempre fue un nombre posible, no era la primera opción de la estrategia de Casa Gris durante el transcurso del año pasado. Sin embargo, la valoración ciudadana sobre la gestión local, donde las encuestas y los sondeos lo posicionaban como favorito para la reelección, algo que nunca sucedió en Paraná, lo colocaron como el candidato mejor posicionado en la coalición oficialista.

Tras la determinación de la concordancia de los comicios, que trajo un agudo intercambio entre Bordet y Bahl, ya que el segundo no estaba tan seguro de la táctica de votaciones conjuntas, ante un escenario de polarización similar a 2015, la mayoría de las/os diputadas/os y senadoras/os provinciales salieron a respaldar la decisión. De igual modo lo hicieron la Liga de Intendentas/es del PJ y distintos sindicatos entrerrianos.

¿Internas inevitables o fórmula de unidad?

Otros dos nombres confirmaron sus expectativas pese a las negociaciones que impulsa el Mandatario provincial, que además conduce el PJ, para la presentación de una lista de consenso, que siempre fue su plan original. Su diseño natural incluía su candidatura como legislador nacional, con el propósito de ayudar a la tracción de votos y de liberar la categoría de presidente/a de la Cámara Baja, como prenda de unidad para la integración de otros sectores del peronismo.

Tres voces se escucharon con críticas a la estrategia del oficialismo provincial, donde dos de ellos ratificaron sus aspiraciones para ser contrincantes internos de esa táctica de Casa Gris. Los anotados, por ahora, porque la política es dinámica, son el intendente de Concordia, Enrique Cresto, y el presidente municipal de Gualeguaychú, Martín Piaggio. La otra voz fue del ex gobernador Sergio Urribarri, que anunció el retiro de la presentación hecha ante el Superior Tribunal de Justicia (STJ) para que se le permita ser candidato a la gobernación, ya que su primera administración inició en 2007, un año antes de la reforma. Fue horas después de la carta de la vicepresidenta, Cristina Fernández, donde descartó la posibilidad de ser la candidata a la presidencia por el Frente de Todos.

¿Quiénes son Cresto y Piaggio?

El primero fue el candidato del peronismo entrerriano en las elecciones nacionales de medio término de 2021, donde cosechó 252.161 votos como candidato a diputado nacional. Su rival fue el ex ministro del Interior, Rogelio Frigerio, de Juntos por el Cambio, que logró 435.787 adhesiones. Actualmente transita su segundo mandato en la intendencia de Concordia, interrumpido en su segundo período por su paso como titular del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa), dependiente del Ministerio de Obras Públicas. Previamente fue diputado y senador provincial, y candidato a la vicegobernación en 2007, enfrentando paradójicamente, por fuera del PJ, a la boleta oficial de Busti, que promovía a Urribarri.

Como Bahl, el dirigente concordiense proviene de un perfil más tradicional del peronismo, heredero de un apellido que es parte de la historia del justicialismo entrerriano. Su hermana Mayda fue legisladora nacional y funcionaria provincial, su padre Juan Carlos Cresto fue intendente de Concordia, y su abuelo Enrique Tomás fue gobernador de la provincia.

Hace cuatro años nadie hubiera dudado que sería el sucesor natural de Bordet, pero la derrota de 2021 fijó límites al techo de votos, y las chances de proyección de su propuesta. Esa campaña, como su desempeño en el Enohsa, le facilitó un aprobado conocimiento en la provincia, aunque la designación de Bahl, como el dirigente bendecido, terminó de visibilizar la fragmentación en su propio pago, donde tres de los cuatro precandidatos a intendentes en Concordia por el peronismo apoyan la candidatura del paranaense. “Hoy lo que estamos dialogando y negociando es nuestra participación en las PASO, como precandidato a gobernador de la provincia de Entre Ríos”, afirmó Cresto en sus redes sociales el jueves pasado, ratificando su voluntad de competencia interna.

En un escenario donde la candidatura a la vicegobernación debe ser protagonizada por una mujer, por la Ley de Paridad Integral, que fijó la representación igualitaria de varones y mujeres en un 50% para la conformación de listas electorales, como también de cargos, nóminas, ternas y estructuras orgánicas, el nombre de Mayda Cresto aparece como un ensayo de esa unidad. No obstante, la intendenta de Villaguay, Claudia Monjo; la presidenta de la Fundación Iapser y esposa de Bordet, Mariel Ávila, y la actual vicegobernadora, Laura Stratta, también aparecen en esa lista.

Piaggio es el otro nombre con posibilidades de una batalla interna en las PASO. Atraviesa su segundo período en la intendencia de Gualeguaychú, donde previamente fue funcionario de salud y desarrollo social en gestiones anteriores. Desde allí generó una agenda renovada para el peronismo provincial, donde prohibió las fumigaciones en cercanías al éjido urbano, promovió la creación de un banco estatal de tierras, construyó un parque industrial sustentable, generó una política de recuperación de los espacios públicos, impulsó la producción municipal de alimentos agroecológicos y conformó un polo educativo.

Es el más joven de los precandidatos, el más cercano ideológicamente al kirchnerismo y el que representa una generación de nuevos intendentes con vocación de gestión. Su mayor debilidad es la construcción de una estructura o una red provincial por fuera de los límites de la ciudad del carnaval.

En Entre Ríos, pese a sus modificaciones, sigue vigente la Ley Nº 9.659, promulgada el 6 de diciembre de 2005, que es conocida como Ley Castrillón, en referencia a su autor, el ex presidente del Supremo Tribunal de Justicia, Emilio Castrillón. Su normativa exige que los aspirantes a la gobernación y a las intendencias presenten listas completas de legisladores y de concejales, que se traduce en un obstáculo para quienes no cuenten con la estructura estatal, gubernamental o partidaria. A eso sumarle los preceptos de la Carta Orgánica del Partido Justicialista, que en su artículo 40 fija que la lista ganadora en una interna se lleva la mayoría de los cargos, exactamente todos los que poseen posibilidades de ser electos. Estas dos características, vinculadas a la incorporación de las minorías, pone a Cresto y Piaggio en una situación donde quien gana se lleva todo y quien pierde se queda sin nada. Ese es el costo principal de un enfrentamiento con el nombre elegido por la oficina principal de Casa Gris. De esa definición, se resolverá el tablero final, con una fórmula de unidad o una interna inevitable.