Cuando la violencia antiperonista bombardeó el puerto de Mar del Plata
A las 6.30 del 19 de septiembre de 1955 la Armada nacional comenzó un bombardeo, que se extendió por varias horas, sobre el puerto de Mar del Plata. Este hecho tan irracional ya había tenido un sangriento antecedente exactamente tres meses antes, con el bombardeo a Plaza de Mayo, hecho que generó trágicas consecuencias en número de muertos y heridos
Tres días antes la Revolución Libertadora había dejado en manos del General Lonardi la conducción del país luego del derrocamiento de Juan Domingo Perón, presidente constitucional en ejercicio de su segundo mandato.
Buques de la Armada a cargo del Contralmirante Isaac Francisco Rojas, apostados a unos 8500 metros de la costa desde el día anterior, lanzaron sus bombas hacia los depósitos (tanques) de YPF ubicados en el puerto de la ciudad.
Jose Luis Ponsico,escritor y periodista marplatense, evoca esa jornada nutriendola de testimonios de algunos protagonistas.
“La ciudad se despertó el 19 de septiembre bajo el fuego de la Armada. Un millar de personas salió de sus hogares en la zona portuaria y abandonó el lugar ante lo que sucedía: el bombardeo del Puerto y la populosa barriada. En los 50, cerca de 30 mil personas vivían en la zona donde funcionaba la Base Naval, el Ministerio de Obras Públicas y la gastronomía portuaria. A las 8, pobladores con bolsos, bártulos, adultos mayores, niños, recorrían a pie la avenida Juan B. Justo, rumbo a hogares familiares en las cercanías del Centro local. Un éxodo que nunca antes visto.
Mario Trucco el “prócer” del periodismo marplatense estaba por ser sorteado para soldado en Camet Su familia vivía cerca de la Estación del Ferrocarril. Conocida como la Estación Vieja. En uno de sus libros evocó aquéllas tristes jornadas.“Radio Colonia informaba del bombardeo. No solamente el Puerto marplatense. Algunos decían que sería alcanzada la Ciudad. Hasta la Estación Vieja, situada al Norte a 20 cuadras del Centro. Una verdadera locura”
El abogado penalista Jorge Cabarcos, 80, jugador histórico de Pueyrredón Rugby Club con su familia vivía en la barriada de la Iglesia San Carlos. A 20 cuadras del Puerto. Recuerda cómo su padre, empleado en el Ministerio de Obras Públicas, a las 6.30 los hizo salir casi desnudos”Mi Viejo, muy peronista, estaba al tanto del terror que se venía. El 16 de septiembre nos dijo ésta gente está dispuesta a cualquier cosa. La vamos a pasar mal”.
“En la Usina Eléctrica, la 9 de Julio, quedaron incrustadas las balas de ametralladora de los atacantes a YPF. Una verdadera locura”.
La colaboración civil
Parte de la población - sobre todo en sectores medios y altos - demostró con sus acciones su apoyo al golpe como la irrupción en el local de la CGT para destruir distintivos y documentación. Algo similar ocurrió en el Consejo de distrito del Partido peronista, unidades básicas y algunas delegaciones sindicales como la de Empleados de Comercio. La actual Avenida Independencia se llamaba “Eva Perón” y algunas placas identificatorias de la calle fueron arrancadas. A estos daños se suma el incendio de una casa en Los Troncos propiedad de Jorge Antonio, empresario amigo de Perón, que fue rociada con nafta por los mismos vecinos.
Con el correr de los días, también comenzaron las manifestaciones de carácter festivo, una de ellas fue la recepción de bienvenida de las mismas naves ejecutoras del bombardeo cuando volvían de Ensenada, otra ciudad que era un potencial blanco de ataque
La evocación de este acontecimiento poco difundido se torna indispensable, sobre todo en tiempos en el que el negacionismo y la reivindicación de ciertos valores y sucesos, intentan torcer el camino de la memoria y el derecho a la verdad. Este consagra como obligación del Estado proporcionar información a las víctimas, a sus familiares y a la sociedad en su conjunto, sobre las circunstancias en que se cometieron violaciones graves a los derechos humanos. Los aportes desde la sociedad civil como testimonios o publicaciones locales son valiosos aportes y su difusión ejerce una suerte de resistencia ante los atropellos de los últimos días.