Bernardo de Monteagudo: en tiempos de traición a la patria recordar a quienes la defendieron
En tiempos en los cuales el presidente Javier Milei realiza cotidianamente actos de traición a la soberanía de nuestra Patria, es vital para nosotros recuperar la memoria de nuestros patriotas fundadores. Uno de ellos, fundamental en nuestra perspectiva, es Bernardo de Monteagudo. Un hombre clave en las independencias latinoamericanas, que no es recordado como debería serlo.
Fue participante con apenas 20 años, de la Revolución de Chuquisaca, el primer ardor contrario al imperio español que hubo en las tierras americanas, en 1809 en Bolivia.
Asimismo, formó parte con Juan José Castelli, del sector más radicalizado de la Revolución de Mayo, los que eran conocidos como los jacobinos porteños. En ese espacio defendió la persecución a los españoles peninsulares, y la supresión de honores en el Rio de la Plata.
En 1811 con la caída en desgracia de los más radicalizados, defendió judicialmente a Castelli, antes de la llegada de San Martin y su tropilla.
Con la llegada del libertador de la Patria, y finalización del primer triunvirato, Monteagudo impulsó en la asamblea del año 13 la libertad de vientres y la supresión de la mita, en defensa de la población esclavizada y pueblos originarios.
En ambos casos implicaba darle un importante rol a sectores populares, que podían ahora participar de otra manera en la vida nacional. En ese marco se aceptan por imposición del sector que él encabeza los símbolos patrios desechados por el triunvirato primero.
A partir de año 1818, cumpliría la función de auditor del ejército sanmartiniano, acompañando al general hacia Chile. En ese rol tambíen colaboró con la declaración de independencia chilena, en la que reconocen las labores de los soldados y de los colaboraron con la gesta militar desde indios hasta criollos nacidos en lo que hoy es Argentina.
Además, fue parte del gobierno de San Martin en el Perú. En ese contexto implanto la libertad de vientres, la eliminación de la mita, y expulso al arzobispo de Lima, vinculado a la monarquía española o mejor dicho a los contrarios a la causa criolla. En este mismo sentido, profundizó el concepto de justicia revolucionaria.
Monteagudo fue asesinado en 1825. Las circunstancias de su muerte fueron poco claras. El homicidio fue ejecutado por un ex soldado realista. El uniformado señalado por el crimen alegó que la motivación fue ejecutar un robo, pero existen dudas sobre las verdaderas causas.
La trayectoria del procer en defensa de la patria se encuentra más vigente nunca. Por eso, elegimos homenajearlos con estas palabras.