Prensa española: agravios y amenazas contra Argentina
El Pais y El Mundo, diarios reaccionarios y pro monárquicos de la España que aun no ha podido juzgar los crímenes del franquismo, exhiben en estas horas todo su desprecio por Nuestra América. Ofendidos en su viejo honor de “potencia colonia”, y ante el ridículo de desconocer su actualidad, lanzan improperios contra la Presidenta de la Nación, el pueblo argentino y otros mandatarios sudamericanos.
Quizás el artículo más impresentable que se haya editado hoy sea “La Reina del Sur”, en el diario El Mundo. Publicamos un extracto, para demostrar el tenor de los agravios que esta lectura eurocéntrica aún dicta en una de las economías más golpeadas por la crisis internacional.
“Se equivocan los que sostienen que los empresarios españoles desembarcaron en Latinoamérica enarbolando la mentalidad de los antiguos conquistadores. Muchos de ellos, de manera consciente, optaron por la estrategia del "funcionario virreinal" construyendo relaciones directas con los mandatarios de turno, los auténticos detentadores de la "presidencia imperial".
Así se estableció una tecnocracia de negociantes (fenicia en algunos aspectos) que buscó sobre todos los medios mantener una estrecha relación con los presidentes latinos, olvidando que el poder no tiene memoria y que bajo el 'ethos' populista, los caudillos suelen inclinarse por la ingratitud.
De cierta manera, la crisis que el Gobierno autocrático de Cristina Fernández de Kirchner ha desatado es la crónica de un desastre anunciado. Pactar con sultanatos hereditarios implica un riesgo. Creer que es posible domesticar un Estado interventor adherido al socialismo del siglo XXI es un error de cálculo que, tarde o temprano, genera un balance negativo.
Hoy todos denunciamos, y con razón, la prepotencia del 'kirchnerismo', la violación del Estado de Derecho y la instrumentalización de las inversiones por móviles partidistas. Sin embargo, hemos contemporizado con el socialismo del siglo XXI durante mucho tiempo, disfrazando nuestros afanes comerciales bajo ropajes claudicantes.
A estas alturas, es obvio que el socialismo del siglo XXI sólo comprende y respeta el viejo idioma del poder. Argentina está gobernada por una presidenta que interpreta el sistema político en clave monárquica. La dinastía Kirchner, en este escenario, pugna por consolidarse.
Ante este desorden provocado por el caos del populismo, urge emplear con firmeza todos los recursos de la diplomacia y toda la fuerza de la ley si queremos evitar este matricidio urdido en la Patagonia. "Law is the sister of freedom" sostuvo en 1911 el gran historiador del Derecho Sir Frederic Pollock, durante un ciclo de conferencias sobre el genio del 'common law' en la Columbia University de Nueva York. Sin Derecho, sin seguridad jurídica, no hay libertad. Y eso es lo que está sucediendo en Argentina, gracias al kirchnerismo.”
Si uno no se lo toma con un poco de gracia y pena, estos improperios son sumamente agraviantes. Máxime teniendo en cuenta que vienen de un país que funciona como una monarquía parlamentaria, donde rige una sucesión hereditaria de los miembros de la Familia Real en la Jefatura del Estado. Y que el rey es el encargado de las tratativas internacionales, o al menos su cara visible. Aun recordamos con repugnancia su “Porque no te callas”, espetado ante el compañero Hugo Chávez.
El primer párrafo que transcribimos se queja de los blandos que son estos ejecutivos que viajan al “nuevo mundo”, que al querer congraciarse con los presidentes suramericanos, los alientan en sus “desmedidas”intenciones. En lugar de coloniales, son virreyes. Clarísimo el ejemplo, y las intenciones de la derecha española.
Distintas miradas
Podemos mencionar como una excepción el caso del diario Público, que presenta una lectura más compleja del problema, y no resta críticas para con la empresa española Repsol. Habla de una “recuperación” de YPF por parte de Argentina, y sus lectores critican a su gobierno y rescatan el accionar del gobierno argentino. La disputa interna también va a verse en este tema, y quienes apoyan el ajuste de Rajoy, quieren aprovechar este tema para consolidar un patrioterismo europeo, un populismo de derecha. Habrá que ver que sucede, y qué papel jugarán los españoles que aun se dicen “indignados”.