El pueblo lo eligió para seguir cambiando la historia
Luego de más de una década en el Gobierno, Hugo Chávez ratificó el apoyo popular con más de 7 millones de votos. Con una participación que los venezolanos juzgaron como histórica y que giró en torno al 80%, el oficialismo alcanzó el 54% de los votos. La jornada concluyó con festejos en las calles del país, principalmente en los barrios y las ciudades más humildes.
Dirigentes y medios opositores, de allá y de acá, agitaron fantasmas durante toda la campaña electoral. Hablaron de fraude y de violencia durante los comicios y después. El periodista devenido showman Jorge Lanata viajó a Venezuela y aclaró que "grupos armados" se preparaban para "defender" la revolución. Y agregó que "muchos" hablaban de un empate técnico. No ocurrió nada de eso. El día transcurrió en paz, no se denunciaron irregularidades para destacar, el pueblo volvió a expresarse en las urnas. Como ocurre en todas las democracias, aunque esos políticos y esos medios mañana vuelvan con la cantinela de que en el país caribeño se vive en una "dictablanda" o "democradura".
Hernique Capriles logró unificar detrás suyo a la oposición al chavismo, parada nada fácil en Venezuela y en otras partes del continente. Habrá que ver cuánto tiene de coyuntural esa alianza. De cualquier modo, es una buena noticia para el escenario político ya que permitirá encauzar las aspiraciones y los deseos (muchas veces golpistas) de amplios sectores sociales que se enfrentan al Gobierno. En su discurso, Chávez agradeció el gesto de su rival de reconocer la derrota.
El ganador puede jactarse (tal vez como ningún otro líder en el planeta) de sumar más de una decena de triunfos electorales desde 1998. Ahora Chávez irá por su cuarto mandato presidencial consecutivo. "¿Cómo puede ser que gane?", se preguntó durante la transmisión un periodista de TN. Según la CEPAL la pobreza y la indigencia se redujeron a la mitad durante sus gobiernos. Diferentes programas estatales permitieron extender la alfabetización, el acceso a la vivienda y la tierra, los servicios básicos a sectores que fueron totalmente excluidos durante los períodos "democráticos" anteriores. El Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Habitat) ubicó a Venezuela como el país menos desigual de la región.
Una primera forma de entender lo que ocurrió anoche: el chavismo distribuyó durante este tiempo buena parte de la renta petrolera, la principal riqueza del país. Millones de venezolanos se lo agradecieron ayer.
Los desafíos
Los impresionantes logros sociales hablan por sí solos de los avances de la "revolución bolivariana". Esa revolución que deberá seguir dando batallas para construir una Patria más justa, libre y soberana. El primer desafío sigue siendo el mismo: cómo aprovechar la renta petrolera para desarrollar el aparato productivo nacional, diversificándolo, haciendolo eficiente y generador de valor agregado; en definitiva, volverlo menos dependiente del precio internacional del crudo.
En cuanto a la situación social, el chavismo muestra notables progresos. Sin embargo, todavía resta un núcleo de pobreza que alcanza al 20% de la sociedad. En entrevista con AGENCIA PACO URONDO, el periodista venezolano Modesto Guerrero señaló como problema la "burocratización" en los servicios públicos. Además, objetó la falta de una política sostenida para los obreros urbanos, situación que comenzó a recomponerse este año con la sanción de una ley de trabajo. Hay ahí dos ítems a tener en cuenta en la próxima etapa que comienza.
Por otro lado, está el tema de la inseguridad, bandera preferida por la derecha. Venezuela tiene tasas muy elevadas de homicidios, varias veces por encima de la media suramericana. Según estadísticas oficiales, hay 48 muertes cada 100 mil habitantes. El chavismo deberá atender esa demanda ciudadana con herramientas propias de un proyecto popular que no tienen que ser ni la mano dura ni la lógica represiva.
Ratificado por un fenomenal aluvión de votos, Chávez empezará un nuevo mandato (hasta 2019) en el que podrá ocuparse de las viejas y nuevas demandas de una sociedad que ya es diferente a la que conoció cuando asumió por primera vez allá por 1998. Vaya si demostró, largamente, que tiene capacidad para hacerlo. Ayer, su pueblo se lo reconoció en las urnas.