A 70 años del golpe de 1955 y la guerra civil que no fue

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    Golpe del 55

A 70 años del golpe de 1955 y la guerra civil que no fue

18 Septiembre 2025

Este 19 de septiembre se cumplen 70 años del golpe cívico-militar de 1955 auto-llamado “Revolución Libertadora” . 

El golpe de 1955 fue muy diferente de los demás golpes militares de nuestra historia. Además del altísimo nivel de violencia empleado por las fuerzas golpistas, tuvo una importante participación de sectores civiles,  en especial de jóvenes de las clases medias y altas, estudiantes secundarios y universitarios.  

Carl von Clausewitz, en su libro “De la guerra” formula el concepto : “la guerra es la prosecución de la política por otros medios” . En el plano interno podríamos decir que la profundización de las grietas y  antagonismos dentro de un mismo pueblo, pueden desembocar en una guerra civil. Y, en 1955 las tensiones internas estuvieron muy cerca de desatar una guerra civil entre peronistas y antiperonistas.  

Hoy, cuando los vientos de la violencia política se alimentan desde una nueva derecha internacional que se propone a sí misma como contestataria, es importante poner en la mesa del debate la peligrosidad de esos discursos que profundizan las grietas con amenazas de  “correr a los zurdos”, “meter bala”, etc etc.. 

Francisco en su Encíclica Fratelli Tutti nos advierte : “Hoy en muchos países se utiliza el mecanismo político de exasperar, exacerbar y polarizar. Por diversos caminos se niega a otros el derecho a existir y a opinar, y para ello se acude a la estrategia de ridiculizarlos, sospechar de ellos, cercarlos. No se recoge su parte de verdad, sus valores, y de este modo la sociedad se empobrece y se reduce a la prepotencia del más fuerte. (...)  En este juego mezquino de las descalificaciones, el debate es manipulado hacia el estado permanente de cuestionamiento y confrontación.”

1945-1955 La Revolución en Paz

Contrariando el apotegma marxista de “la violencia es la partera de la historia”, la Revolución Justicialista, fue una revolución totalmente pacífica, que fue modificando y adaptando  las normas jurídicas  para impulsar las grandes transformaciones políticas, culturales y  económico-sociales que se produjeron durante sus diez años de gobierno. 

El peronismo tuvo su parto fundacional el 17 de Octubre de 1945 .  El 17 de Octubre que expresa la irrupción de las masas trabajadoras en la política argentina fue un acto pacifico y alegre, donde el símbolo más disruptivo fueron  “las patas en la fuente ” de los descamisados. El único hecho de violencia del 17 es la agresión a tiros contra los manifestantes desde el diario Critica opositor a Perón,  donde cae asesinado el joven Darwin Passaponti, primer mártir del peronismo. 

Luego de ese apoyo incondicional de las masas del 17 de Octubre, Perón podría haber optado por dar un golpe interno y hacerse cargo del gobierno militar. Pero contra la opinión de muchos,  apostó a someterse a una elección democrática, que corría el riesgo de perder.  El conjunto opositor se nucleo en la Unión Democrática con la consigna de “derrotar al nazi-fascismo” . En febrero de 1946, comunistas, socialistas, radicales, conservadores, nacionalistas oligárquicos, más el embajador Braden,  fueron derrotados por Peron en las primeras elecciones limpias después de la década infame. 

En un contexto de época donde las libertades democráticas no eran las que hoy conocemos, el peronismo gobernó con mano dura, pero siempre en el marco de la legislación vigente. A pesar de las permanentes conspiraciones golpistas y actos de terrorismo de los comandos civiles, solo se conoció un muerto por la acción ilegal de policías rosarinos contra el militante comunista Juan Ingallinella el 18 de junio de 1955, dos días después del salvaje bombardeo a Plaza de Mayo. 

 Antiperonismo aliadófilo 

A finales de los 30 y principios de los años 40, el escenario mundial estuvo dominado por la Segunda Guerra Mundial (SGM) . En nuestro país poblado por colonias de inmigrantes europeos, la guerra se vivía con una cercanía muy especial.

Mariano Castex hijo de una familia de la aristocracia porteña que fue comando civil lo cuenta así: "Yo viví la Segunda Guerra entre los 7 y los 13 años; fanatizados, transportábamos al colegio el conflicto europeo. (...) En 1945, cuando llega el peronismo, veíamos en Perón la reencarnación del nazi-fascismo. Casi era una continuidad natural del conflicto europeo. Y, si pertenecíamos al bando vencedor, no podíamos permitir que "los malos" tomasen el control de nuestro país. En la universidad, comencé entonces a participar de algunos grupos antiperonistas con la idea de voltear al gobierno”

Victorio Codovilla el líder del Partido Comunista (PC) publico en 1945  su manifiesto “Batir al nazi-peronismo para abrir una era de libertad y progreso”.

Para las clases acomodadas,  la real preocupación, no eran los nazis, sino las políticas sociales que Perón impulsaba desde la Secretaría de Trabajo y Previsión. 

El  8 de octubre de 1944 cuando establece el Estatuto del Peón Rural,  la Sociedad Rural indignada, expresa que: el Estatuto  “sembrará el germen del desorden social, al inculcar en gente de limitada cultura, aspiraciones irrealizables, las que en muchos casos pretenden colocar al jornalero sobre el mismo patrón”  . Incluso el Partido Comunista se suma a las críticas pues “el Estatuto, bajo la apariencia de proteger al peón es, en suma, un estatuto contra los campesinos”

A su vez, 300 asociaciones patronales lanzan el Manifiesto de la Industria y el Comercio donde denuncian “el ambiente de agitación social” y “clima de descontento” que es “instigado desde las esferas oficiales”, generando “reclamos permanentes”.  Señalan  que dicho clima se ha instaurado “desde la creación de la Secretaría de Trabajo”.

Para fortalecer a las fuerzas aliadofilas en mayo de 1945, desembarca (como en Normandía) el nuevo embajador norteamericano Spruille Braden,quien es recibido con algarabía por el antiperonismo. Y, como si fuera un candidato electoral , sale a recorrer el país.

El 19 de septiembre de 1945 en la Marcha por la Constitución y la Libertad,  cerca de 200 mil porteños recorren las calles de Buenos Aires. Según relata Felix Luna :  “Don Joaquin de  Anchorena, y Antonio Santamarina contestaban los aplausos con elegantes galerazos;  Rodolfo Ghioldi, Pedro Chiaranti y Ernesto Giudice, con el puño izquierdo en alto; Alfredo Palacios, con vastos ademanes que no desacomodaban su chambergo” .En Plaza Francia con el aplauso generalizado Spruille Braden se suma a la cabeza de la marcha.

La compleja relación Peronismo-Iglesia

La Iglesia Católica inicialmente aliada del peronismo,  termina siendo el elemento  galvanizador de toda la oposición  y su principal ariete en el golpe. 

En 1945 la alianza entre la Iglesia y el peronismo tuvo como base el amplio arco de coincidencias de sus proyectos de sociedad. Tanto el peronismo como la doctrina social católica se presentaban como posiciones “terceristas” frente al individualismo capitalista y el colectivismo comunista. Por otra parte, la Unión Democrática era percibida como una experiencia excesivamente cercana a los «frentes populares», considerados por la Iglesia como la vía más idónea para la penetración comunista.

En este contexto, el Episcopado dió a conocer, en diciembre de 1945, una carta pastoral recordando a los fieles la prohibición de votar a partidos políticos que sostuvieran el divorcio y la separación de la Iglesia y el Estado. La pastoral fue percibida -sin demasiado margen de error- como el veto a la Unión Democrática y el explícito apoyo a la candidatura de Perón.

Una de las promesas de campaña de Perón hacia la Iglesia, fue sancionar por ley la enseñanza religiosa en las escuelas públicas. Los profesores de religión eran sacerdotes contratados por el Ministerio de Educación. La enseñanza religiosa en las escuelas fue otorgando a la Iglesia una penetración cada vez mayor dentro del espacio social que pronto se transformó en poder político. Y eso creo, uno de los primeros motivos de fricción con el gobierno . Se rompía un acuerdo tácito no escrito: “en el reino de los cielos la iglesia, en el reino terrestre el peronismo”. 

Las causas del conflicto con la Iglesia y la clase media

Como en todos los hechos de naturaleza social, siempre tenemos que hablar de la existencia de causas múltiples y confluentes.

En primer lugar, había (y hay) un sector de la Iglesia conservador vinculado familiar e ideológicamente a la oligarquía, y  muy ligados a posiciones de poder. Para ser considerada una “familia patricia”,  se debía tener estancia, vacas, y al menos un general y un obispo en su seno.  

Al conflicto con la Iglesia se suma la enorme dificultad que el peronismo ha tenido y tiene de relacionarse con la clase media argentina.  Ernesto Villanueva reflexiona:  “El peronismo se apoya en los trabajadores para que se tornen clase media, y a la vez que tiende a un discurso que la denuesta permanentemente. Se trata de una postura casi esquizofrénica. Como amamos a los sectores populares, bregamos porque dejen de serlo y se conviertan en algo que no valoramos, esa horrible clase media.”

El ascenso social que permite ingresar en la  clase media, generalmente conlleva copiar los valores culturales de los sectores medio-altos. 

Vamos a mencionar algunos temas que en los años 50 fueron motivo de irritación en la clase media. En primer lugar hay una cuestión de pertenencia de quienes se consideran clase media y clase alta, que pretende  mantener ciertos espacios de exclusividad y la inclusión los molesta. Algunas de las frases que expresaron ese rechazo fueron : “los cines de la calle Corrientes y las playas de Mar del Plata se llenaron de negros”. 

Luego tenemos que mencionar los hechos, que con cierta dosis de razón, molestaron a los sectores medios. En primer lugar el personalismo exacerbado. La política de nominar provincias, ciudades y todo tipo de obras con los nombres de Perón y Eva Perón. Los libros de lecturas escolares con las imágenes y propaganda de nuestro gobierno. La poca tolerancia e incluso persecución a los líderes opositores. La concentración de los medios de prensa en manos del gobierno. El exceso de verticalismo y el chupamedismo, que llegaba a perseguir hasta los propios. 

En fin, todos temas muy secundarios en relación al volumen de realizaciones y beneficios que el peronismo dio al pueblo y a la Patria. Pero que,  culturalmente, fueron decisivos para crear un clima antiperonista que era absorbido en los confesionarios y reciclado en los sermones de las iglesias de clase alta y  media.   

Se viene la tormenta

En enero de 1951 los gremios socialistas declaran una huelga general ferroviaria, que la misma Evita intenta personalmente desactivar para que vuelvan al trabajo. El 11 de junio la  FUA lanza una huelga nacional por el estudiante Mario Bravo que aparece sano y salvo. 

El 22 de junio se detienen un grupo de oficiales militares  jóvenes por conspiración. El 1 de agosto se hay atentados contra líneas ferroviarias

El 22 de agosto el  Cabildo Abierto CGT propone a Evita como vicepresidenta. El 28 de septiembre Evita entra en reposo absoluto . El 3 de noviembre es operada de cáncer de útero. El 15 de octubre se publica La Razón de mi Vida. 

El 28 de septiembre  el gobierno sofoca el primer alzamiento militar de Menéndez-Lanusse y otros. 

El 16 de noviembre de 1951 Perón es reelegido por el  63,5% , por primera vez  votan las mujeres. 

En febrero de 1952 Perón anuncia un nuevo plan económico. La importación de petróleo por 300 millones de dólares está desequilibrando la economía.  Hay cortes de luz,  se raciona la energía eléctrica.  El 3 de abril  fallece Quijano. El 26 de julio fallece Evita.

En 1953  ante las alzas en el costo de la vida, el gobierno lanza una enérgica campaña contra la especulación con clausuras de pequeños y medianos negocios, que llevan más de 800 comerciantes a la cárcel de Devoto. Este es otro golpe contra la clase media que se identifica con los comerciantes. 

El 15 de abril de 1953  los comandos civiles hacen estallar dos bombas en medio de una concentración en Plaza de Mayo provocando 6 muertos y 90 heridos, entre ellos 19 mutilados. Un verdadero acto de terrorismo contra una multitud indefensa. El grupo  estuvo conformado por Roque Carranza, Carlos Alberto González Dogliotti, y los hermanos Alberto y Ernesto Lanusse, apoyados por el capitán Eduardo Thölke, que les proveyó los explosivos. En mayo siguen las bombas en distintos puntos de la capital, el gobierno denuncia un plan subversivo. 

El 25 de abril de 1954  se realizan elecciones parlamentarias y de vicepresidente, el peronismo repite el 63% . Son las últimas elecciones libres antes del golpe y muestran que el peronismo sigue manteniendo un enorme apoyo popular. Pero como antítesis el antiperonismo crece y aumenta la intensidad de su odio opositor con una participación cada vez mayor de la iglesia.

El punto de quiebre con Perón , es la creación en julio de 1954, del Partido Demócrata Cristiano. Su fundación venía inspirada desde el Vaticano y apoyada por EEUU, para contrarrestar la influencia de los movimientos populares en América Latina.

En septiembre del 54 la Iglesia comenzó a competir con la UES,  creando el Movimiento Católico de Juventudes de Córdoba bajo la supervisión de Fermín Lafitte que organizó un gran festejo por el día del estudiante. 

El conflicto  se fue agudizando  hasta que el 10 de noviembre de 1954, en un discurso, Perón  acusó a un sector de la Iglesia de conspirar para derribarlo. Nombró a varias organizaciones católicas, tres obispos (Laffitte,Fasolini y Ferreira Reinafe)  y veinte sacerdotes, ( Bordagaray, Jose Lopez, Julio Treviño, Moreno, Bonamin, entre otros)  algunos de los cuales fueron arrestados en los días siguientes. 

En el mes de diciembre de 1954 el gobierno produce una batería de medidas administrativas que aceleran y profundizan el conflicto :  Disolución de la Dirección General de Enseñanza Religiosa . Cesantía de los sacerdotes de las cátedras de religión.  Supresión de los subsidios a los colegios e institutos católicos.  Clausura del diario católico argentino “El Pueblo”. Reducción de los feriados religiosos. 

También el parlamento avanza con leyes modernas que son resistidas por la Iglesia, como la de equiparación de los hijos naturales  y  la Ley de Divorcio 

Según Mario Rapoport no fue la economía

Respecto el golpe de 1955 el historiador y economista Mario Rapoport ha dicho :  “Si excluimos la polémica sobre la firma de un contrato petrolero con la Standard Oil, la caída de Perón en 1955 no se debió a cuestiones económicas sino, ante todo, a una espiral de enfrentamientos políticos con diferentes fuerzas opositoras.”

“A principios del 55 los indicadores macroeconómicos eran favorables. Es cierto que entre 1950 y 1952, debido a políticas erróneas del gobierno, a desequilibrios en la balanza de pagos y a dos fuertes sequías, se produjo una seria crisis. Sin embargo, desde 1953, con un cambio en las políticas económicas y en el ciclo productivo, la economía se había recuperado. El PBI crecía a un promedio anual del 4,5 por ciento y el proceso inflacionario fue contenido: la tasa de inflación bajó del 4 por ciento en 1953 y al 3,8 en 1954. A su vez, la participación de los asalariados en el ingreso nacional alcanzó en ese último año un pico histórico máximo del 50 por ciento.”

Los Comandos Civiles los guerrilleros de Barrio Norte

Si bien en los sectores universitarios  la oposición  al peronismo se manifestó desde  1945, los grupos organizados para la violencia aparecen recién en 1953. Los integraban: radicales, comunistas, conservadores, demoprogresistas,  socialistas, y nacionalistas católicos.

Florencio Jose Arnaudo, en su libro “El año en que quemaron las iglesias”.  describe el perfil de los jóvenes que reclutaban: jóvenes atléticos en su condición de deportistas y montañistas, cultos universitarios de las clases medias y altas metropolitanas, quienes al sentirse agredidos en su condición de católicos, comienzan a reunirse en bares o en la sede de la “Sociedad Cultural” . 

Los comandos civiles revolucionarios (CCR)  tenían una composición celular clandestina con un responsable cada 10 o 20 militantes, usaban nombres falsos, sistemas de citas, imprentas clandestinas, recibían instrucción en manejo de armas, explosivos, e interrupción de comunicaciones . Estaban “apadrinados” por militares antiperonistas, que les proveían armas, explosivos e instrucción militar. Su financiamiento provenía de sectores del poder económico, como la Sociedad Rural.

Su modelo eran los “maquis” , la guerrilla  francesa que combatió la ocupación nazi. Incluso los diarios en sus crónicas hablaban de “los maquis”. Rendían culto a la muerte en combate. Reclamaban para sí, la gloria del : “nosotros pusimos la lucha, los presos y los muertos”. Se consideraban la “vanguardia de la revolución” porque debían empujar al ejército a sublevarse.

A fines de 1954 cuando se produce el quiebre de Perón con la Iglesia Católica, los jóvenes católicos van a ser un semillero importante de militantes de los CCR.  Su actividad principal  serán las campañas de panfletismo. Miles de volantes impresos en mimeógrafos e imprentas clandestinas se distribuían a mano a través de redes militantes. Se organizaban para custodiar los templos y ser fuerza de choque en manifestaciones. Uno de sus principales dirigentes de los CCR católicos era el Hermano Marista Septimio Walsh. 

Sindicados como jefes de los comandos de Buenos Aires figuraban: el capitán Walter Viader, el Ing. Carlos Burundarena,Juan Francisco Guevara, Renato Benzacon, Dario Hermida, Adolfo Sanchez Zinny, Edgardo García Pulo, Francisco Olmedo y Raúl Puigbo.

El golpe inglés

El académico Alejo Serrano Barragan publicó hace poco, un muy documentado libro : “El Golpe Inglés”,  sobre la participación de Inglaterra en el golpe de 1955. En el mismo descarta un mito sostenido durante años sobre el abastecimiento de explosivos y combustibles a la Armada por parte de buques ingleses, pero profundiza en otros aspectos más sutiles de la diplomacia del Foreing Office que operaron en favor de la autollamada “Revolución Libertadora”. 

Barragan explica que en 1953 Perón produjo un giro en su política hacia los EEUU que le permitió llegar a acuerdos en potenciales inversiones en materia de petróleo, astilleros y acero. Una de las debilidades más importantes del gobierno peronista era la importación del 50% del petróleo que  consumía el creciente desarrollo industrial nacional. Y justamente era Inglaterra la principal proveedora de ese petróleo. El acuerdo con la norteamericana Standard Oil tenía como objetivo duplicar la producción local de petróleo. Y lógicamente eso perjudicaba los intereses ingleses. 

Una de las primeras medidas de la “libertadora” el 29 de septiembre fue anular el contrato con la Standard Oil  y mantener las importaciones inglesas. 

Perón también había firmado un convenio entre IAME y Kaiser Motors Corps para crear una sociedad mixta que fabricaría autos en Santa Isabel. Y, el Eximbank otorgaba un préstamo de 60 millones de dólares para una acería en San Nicolás. El embajador Nufer de EEUU  había  establecido una relación muy amigable con el gobierno, al punto de ser criticado por peronista. 

Barragan (coincidiendo con otros autores) concluye que el golpe de 1955 no fue impulsado por EEUU. 

Gran Bretaña hasta fines de la SGM , había sido la potencia imperialista con mayor influencia  en la economía argentina . Influencia que comienza a perder con la llegada del peronismo al poder. Si bien ferrocarriles, carnes, petróleo, fueron temas de conflicto con los ingleses, hay un tema poco difundido pero que Barragan expone con mucha claridad, tanto o más importante que los anteriores: la cuestión Malvinas y su proyección antártica.

Entre 1946 y 1948 Argentina desplegó un plan de ocupación del territorio antártico y firmó acuerdos con Chile para realizarlos de forma conjunta. Esto dio inicio a una fuerte disputa con los intentos británicos de ocupación, que tuvo episodios de incidentes militares.  En 1949 el coronel Hernan Pujato,  presentó a Perón un detallado plan de acción que incluía la instalación de bases científicas y poblacionales en la Antártida, así como la creación de un instituto científico a efectos de investigación. Como resultado de la labor de Pujato para 1955 Argentina en colaboración con Chile tenía 30 bases científico-militares en la Antártida. En septiembre de 1954 Churchill pidió un plan para expulsar las bases argentinas y chilenas de la Antártida que entre las opciones incluía eliminarlas en una operación de guerra. Plan que no fue necesario porque en 1957 las bases argentinas se habían reducido de las 30 existentes en 1955 a solo 8. La “libertadora” había cumplido con los deseos de su real majestad británica.

Años después el almirante Rojas dirá que “en la revolución no recibimos apoyo material de los británicos, pero sí su agrado y apoyo moral” (sic). 

Según documenta Barragan quien realizo un apoyo activo a la “libertadora” fue el gobierno uruguayo, para el cual el derrocamiento de Perón se convirtió en una política de estado, al punto que el canciller uruguayo Santiago Rompani intentó armar un bloque regional antiperonista con otros países de la región. Sin lugar a dudas,  la diplomacia británica estuvo detrás de esa política uruguaya, según toda la información presentada en el libro “El golpe inglés”. 

La masacre de Plaza de Mayo

En 1955 ya la confrontación Peronismo-Iglesia no tenía retorno. Los sacerdotes usaban los púlpitos para dedicar discursos contra el gobierno. El gobierno devolvía la gentileza con denuncias y detención de los más díscolos. Las esposas de la oficialidad militar que no faltaban ningún domingo a misa, eran las transmisoras de esa prédica a sus maridos. Además del panfletismo cumplía la misión de llegar semanalmente con textos convocando a “defender los valores cristianos”. 

Los conspiradores en el Ejército y la Armada cierran lazos con la dirigencia política opositora y comienzan acelerar los planes de golpe. Entre quienes conspiraban por la parte civil estaban Roque Carranza, Alberto Benegas Lynch y Zabala Ortiz cuyo enlace en la Armada era Walter Viader. El sitio de reuniones era la casa del empresario Raúl Lamuraglia, “casualmente” consuegro del presidente uruguayo Luis Battle Berres. 

En mayo se deroga la ley de educación religiosa y se presenta un proyecto para separar la Iglesia del estado. Hay manifestaciones y detenciones de sacerdotes  y estudiantes.

 El 11 de junio se realiza la procesión del Corpus Christi, que se transforma en una masiva manifestación opositora. Detrás de los curas y monjas se amontonan radicales, conservadores, socialistas y comunistas. La gran participación popular en este acto da la señal que la situación está madura para  el golpe. 

Los conspiradores contaban con el apoyo del Capitán de Fragata Nestor Noriega, Jefe de la Base de Aviación Naval de Punta Indio y el capitán de fragata Juan Carlos Argerich al mando del Batallón 4 de Infantería de Marina. El plan era que los aviones de Punta Indio bombardeen la casa Rosada para matar a Perón y tras ellos la infantería de Marina apoyados por los comandos civiles tomarían la casa de gobierno y asumiría un triunvirato civil compuesto por Americo Ghioldi (socialista) Zavala Ortiz (radical) y Adolfo Vicchi (conservador) . 

El bombardeo  comenzó a las 12:40 hs cuando el capitán Néstor Noriega desde un avión Beechcraft  arrojó la primera bomba de 100 kg. sobre la Casa Rosada, y la segunda sobre un trolebús en Paseo Colón frente al actual Ministerio de Economía.  Luego los pilotos navales, al paso de tres oleadas con sus aviones North American –AT 6, Beechcraft-AT 10 y Catalina (en un total de 28 naves) arrojaron 14 toneladas de explosivos sobre la Casa de Gobierno y otros sectores de la Ciudad de Buenos Aires 

La franja comprendida por las avenidas Leandro Alem, Madero, Corrientes y Rivadavia parecía una zona en guerra. También cayeron bombas sobre el Departamento de Policía, la CGT y el palacio Unzué, donde hoy se encuentra la Biblioteca Nacional. Los aviones atacantes, además dispararon  sus ametralladoras contra los trabajadores que se dirigían a la plaza. 

“Argentinos, argentinos, escuchad este anuncio del Cielo volcado por fin sobre la Tierra. El tirano ha muerto. Nuestra patria desde hoy es libre. Dios sea loado.” Asi se iniciaba la proclama emitida  por Radio Mitre ocupada en esas horas  por los comandos civiles . 

Obviamente la proclama estaba escrita desde el día anterior. Al mediodía después de la primera oleada de aviones bombardeando, no había ningún “tirano” muerto. Si un trolebús repleto de gente, y varios centenares de inocentes transeúntes en los alrededores de la Casa Rosada, que al final del día sumarían 309 muertos y más de 800 heridos.  Como punto de comparación, vale recordar, que el bombardeo de los nazis a Guernica en 1937, durante la Guerra Civil Española, produjo 126 muertos, menos de la mitad de los asesinados por nuestros aviadores navales, que ante el fracaso volaron presurosos a Uruguay donde fueron cobijados por su gobierno. 

Esa noche producto de la brutalidad y el ensañamiento demostrado por el antiperonismo, grupos espontáneos reaccionaron prendiendo fuego algunas iglesias del centro de Buenos Aires.

El bombardeo del 16 junio es un hecho casi inédito en la historia mundial : la fuerza aérea de un país bombardeando su propia capital, utilizando el máximo poder de fuego que se puede aplicar contra un pueblo desarmado. Uno de los pilotos golpistas, Guillermo Palacios, llegó a derramar 800 litros de combustible auxiliar sobre los autos incendiados de la Casa de Gobierno. Nadie se lo había ordenado: años después, declaró que “fue una demostración del odio, de la reacción desatada por las medidas que agobiaban al país”.

Sin dudas la escena de la ciudad bombardeada y cientos de heridos y cadáveres en las calles, fue un duro impacto en el ánimo de Perón quien todavía en el fragor de los combates, le pidió a la dirigencia de  CGT que los trabajadores  no se acerquen a Plaza de Mayo para evitar ser masacrados por las bombas y la metralla.  

El intento de matar a Perón y dar el golpe había fracasado, pero las fuerzas golpistas habían demostrado que estaban dispuestos a usar un extremo nivel de violencia y destrucción con tal de alcanzar sus fines. La conspiración seguía en marcha y solo habían mostrado una pequeña parte de las fuerzas comprometidas.

A partir de allí Perón ingresa en un terreno de dudas sobre cuál actitud tomar. La primera es un llamado a la pacificación, con la intención de sacarle el apoyo civil y eclesial a los conspiradores militares. En Julio y Agosto se abren los micrófonos de la cadena nacional la dirigencia opositora, Frondizi, Balbin, Alende y Solano Lima usan la oportunidad para seguir criticando al gobierno y apañando a los violentos. 

Los comandos civiles realizan atentados a Unidades Básicas y locales sindicales. En Buenos Aires se producen al menos una docena de atentados contra policías de custodia en templos y escuelas, con un saldo de tres policías asesinados. El 20 de julio  Diego Muniz Barreto vuela con explosivos la Escuela Superior Peronista.

Los cambios de gabinete y los pedidos de pacificación no dan frutos. Los conspiradores lo toman como síntoma de debilidad. El 8 de agosto la CGT ofrece al Ejército sumar trabajadores como reservistas, es más un gesto, que una opción real de crear “milicias obreras”. Para Perón desde su formación militar la violencia y la guerra era tarea de profesionales y no de grupos voluntariosos  improvisados. 

El 30 de agosto Perón en una carta al partido y la CGT ofrece su “retiro” . Lo que motiva en respuesta, una gran movilización en Plaza de Mayo. Allí Perón conmovido y motivado por la multitud hace un llamado a la defensa violenta del gobierno con la famosa frase del cinco por uno. Aunque al día siguiente ya en frío, vuelve a un discurso más pacificador. 

Queda claro que Perón  y  los miembros del gobierno  están dudando que camino tomar, si desatar un baño de sangre ejemplificador o intentar llegar a acuerdos con la oposición civil y la iglesia. 

Vuelvo a recordar el inicio de esta nota. De 1943 a 1955 Perón había transitado muchos momentos de  oposición y tensión extrema, pero siempre los había resuelto sin tener que apelar ni a la violencia, ni a poner vidas en riesgo de propios o de sus adversarios. Hasta el final de su vida en 1974 no se cansara de repetir :  “Los ingredientes de la revolución son siempre dos: sangre o tiempo, si se emplea mucha sangre se ahorra tiempo, si se emplea mucho tiempo se ahorra sangre…. Pero siempre es una lucha y yo soy partidario de gastar tiempo y no gastar sangre inútilmente.”

“Procedan con la máxima brutalidad. Cristo Vence”

El 16 de septiembre de 1955 a las 00:00 horas el general Eduardo Lonardi sublevó la Escuela de Artillería de Córdoba, dando inicio a la rebelión. Arengó a sus tropas: “Señores: vamos a llevar a cabo una empresa de gran responsabilidad. La única consigna que les doy es que procedan con la máxima brutalidad”.  El santo y seña de las tropas será “Cristo Vence”. Y los aviones de los sublevados llevaran la cruz dentro de una V. 

Así relata los acontecimientos Perón en su libro “La fuerza es el derecho de las bestias” :

“En Río Santiago unidades de la Escuela Naval sublevada habían pretendido salir de la base y atacar la ciudad de Eva Perón siendo detenidos por la policía de Buenos Aires.”

“En Curuzú Cuatiá (Corrientes), habíase producido un conato de sublevación en la Escuela de Blindados, siendo sofocada y dominada inmediatamente.”

“La Escuadra efectuaba ejercicios en la zona de Golfo Nuevo- Chubut,  y no se tenía noticias sobre su actitud. En la Capital Federal como en las demás guarniciones militares la situación era tranquila.”

“El día 17 de septiembre la situación general era absolutamente favorable, si bien continuaba la lucha en Córdoba, en Río Santiago se había detenido. Durante el día se tuvo la noticia de que la escuadra se había puesto en marcha, saliendo de Puerto Madryn hacia el norte.”

“El día 18 en la noche la situación era clara, lanzadas las unidades  hacia los focos de la rebelión, no quedaba más que esperar su llegada para someter a los rebeldes. La enorme superioridad de fuerzas no deja dudas sobre los resultados. Ese mismo día se tuvo conocimiento de la defección de los Destacamentos de Montaña de Mendoza y San Juan.”

“En Bahía Blanca las fuerzas de Infantería de Marina han ocupado la ciudad, pero avanzan hacia allí las fuerzas de represión (…) La escuadra, según las noticias que se tienen, ha bombardeado la ciudad de Bahía Blanca, destruido las plantas compresoras de gas, las usinas y parte de la población.”

“La ciudad de Mar del Plata también ha sufrido los efectos del bombardeo intenso de la escuadra y la aviación rebelde.”

“El día 18 de septiembre a la noche la escuadra sublevada amenaza con el bombardeo de la ciudad de Buenos Aires y la destilería de Eva Perón. Lo primero de una monstruosidad sin precedente, y lo segundo, la destrucción de diez años de trabajo y la pérdida de cuatrocientos millones de dólares.”

“La situación militar era ampliamente favorable, pues desplegadas las fuerzas sólo era cuestión de tiempo y de lucha para someter a los focos rebeldes de Córdoba y Bahía Blanca.”

“Sin embargo, me preocupaba la amenaza de bombardeo de la población civil en la que seguramente perderían la vida miles de inocentes que nada tenían que ver con la contienda. Ya había Buenos Aires presenciado la masacre del 16 de junio de 1955, cuando la aviación naval bombardeó la Plaza de Mayo y ametralló las calles atestadas de gente, matando e hiriendo a mansalva al pueblo indefenso. Era de pensar lo que ocurriría en un bombardeo indiscriminado, sobre una ciudad abierta, sometida a la acción combinada de los cañones navales y las bombas aéreas. Las condiciones climáticas eran desfavorables para toda acción defensiva, pues la intensa lluvia hacía imposible toda exploración y acción sobre los barcos.”

“Me preocupaba también la destrucción de la destilería de petróleo de Eva Perón, una obra de extraordinario valor para la economía nacional y que yo la consideraba como a un hijo mío. Yo la había puesto en funcionamiento.”

“Influenciaba también mi espíritu la idea de una posible guerra civil de amplia destrucción y recordaba el panorama de una pobre España devastada que presencié en 1939. Muchos me aconsejaron abrir los arsenales y entregar las armas y municiones a los obreros que estaban ansiosos de empuñarlas, pero eso hubiera representado una masacre y, probablemente, la destrucción de medio Buenos Aires. ”

“Siempre he pensado que la misión de un gobernante es la custodia de la Nación misma. Su objetivo deberá ser siempre el bien de la Patria. Todos los demás objetivos son secundarios frente a éste. Se trataba entonces de elegir la resolución que mejor conformará a ese principio.”

“En nuestra doctrina habíamos establecido claramente que la escala de valores justicialista era: primero, la Patria; luego el movimiento y después los hombres. Se trataba simplemente de cumplirlo.”

Las diferentes interpretaciones de la actitud de Perón

Sobre el golpe de 1955, existe un debate entre dos interpretaciones, la de los pensadores de izquierda que critican la decisión de Perón por no “darle armas al pueblo” . Y la de quienes entendemos como correcta la decisión de Perón, de no haber iniciado una guerra civil en nuestra patria. 

Para la izquierda, la tensión y la critica a Perón y el peronismo, siempre va a estar en el eje de lo que el pensamiento marxista considera correcto, la lucha de clases, la toma violenta del poder  y la posterior dictadura del proletariado. Este razonamiento crítico tiene varios ejes: el evitismo que consiste en imaginar una Evita en contradicción con Perón, que “quiso armar milicias obreras”. La critica a Perón por no haber ahogado en sangre la rebelión septembrista . El cuestionamiento al Perón del exilio por no afincarse en la Cuba de Fidel . Y finalmente el cuestionamiento al último Perón del 73-74  por no aceptar la conducción de la “vanguardia revolucionaria montonera” y la construcción del socialismo a la cubana. 

Muchos de los intelectuales de izquierda que cuestionan a Perón por no haber ahogado en sangre la rebelión, en 1955, militaban en la oposición al peronismo y hubieran sido los primeros en sufrir las consecuencias de la represión. Solo en Córdoba había entre 1500 a 3000 jóvenes estudiantes secundarios y universitarios en armas apoyando la rebelión. El general Iñiguez tenía la ciudad cercada y el golpe final era masacrar a esos jovencitos alzados en armas. 

Cuando se habla livianamente de guerra civil no se toma real dimensión de lo que se trata. La guerra civil enfrenta hasta las mismas familias donde siempre existen adhesiones a uno y otro bando. España tuvo cerca del millón de muertos y centenares de miles de exiliados y expatriados. La revolución mexicana  (1910-1920) tuvo más de un millón de muertos. 

Perón, entre el tiempo y la sangre, optó por el tiempo. Dieciocho años después regresó a la Argentina y al poder con la propuesta de construir  la unidad nacional y un proyecto común que dé cabida a la gran mayoría de los argentinos por encima de las banderías políticas.  Balbin, Frondizi, Alende, Solano Lima, justamente los principales dirigentes opositores en 1955, también habían madurado en su pensamiento y depuesto viejos odios y rencores