Balotaje 2015: apología del presente
Estamos en una encrucijada
de caminos que parten
y caminos que vuelven
La cerveza del pescador Schiltigheim
Raúl González Tuñón
Por Juan Ciucci
Ya estamos en tiempo de descuento. Pareciera que no nos queda lapso para nada ya, aunque se suponga que muchos decidirán su voto en los últimos días, e incluso, en el cuarto oscuro. Este 22 se define el futuro de la Patria. Así dicho, uno se explica el por qué de la desazón, de la angustia que nos corroe el alma, ante la incertidumbre del final.
Pasó el debate famoso, con tiempos exiguos y mucha parafernalia de la biopolítica. Del mensaje de ambos, se escuchan las apelaciones al futuro y al pasado. Cada uno entiende de modo diversos esos términos, y el cambiemos que Duran Barba pergeñó, pasa a sonarle a muchos como ese futuro que anhelan. Pero a la pestilencia de esa Alianza, los spots de campaña no la logran ocultar. Scioli insiste en marcar los peligros que conlleva esa propuesta del macrismo, con un horizonte de ajuste que intenta volvernos al pasado neoliberal.
Pero entre futuros y pasados, se nos escapa este presente que transitamos, y que pocos parecen, hoy, dispuestos a reivindicar. Parte de la batalla cultural que perdimos es esta concesión a desprendernos de este presente. A una especie de saciedad en la actual coyuntura que pediría renovación, cambio.
Si lo pensamos así, pareciera que fuéramos más conservadores de lo que quizás somos. Pero la idea de este cambio está muy lejos de aquella otra palabra que encauzó la campaña en 2011: profundización. Valorar este presente de conquistas sociales, unidad americana y recuperación de la Patria; no nos hace olvidarnos de todo lo que nos falta. Pero es claro que es desde este piso, tan alto que nos han dejado Néstor y Cristina, desde el cual se debe ir por más.
El cambiemos de la nueva Alianza (un mejunje aún más irreal que aquella que debutara en las elecciones de 1997), nos vuelve a obligar a retroceder a una consigna menor: nunca menos. Es un freno a las políticas neoliberales que intentan volver a implementar en el continente, y que esta vez quieren tomarnos como punta de lanza.
Sepamos valorar y defender lo conquistado, en este tiempo que se avecina, en el cual las más variadas operaciones políticas y económicas intentaran liquidar la herencia kirchnerista. Eso, gane quien gane este domingo. Daniel Scioli representa la posibilidad cierta de enfrentar a la restauración conservadora que ya ha fijado sus garras en nuestro país. La pelea que se avecina deberá encontrarnos más unidos y organizados, firmes nuestras banderas, para llevarlas a la victoria.