Clarín fogoneó este cacerolazo y también los del 2001

Por Horacio Bustingorry l La columna de hoy apunta a plantear algunos interrogantes respecto a este último cacerolazo en contra del gobierno y compararlo con los del 2001.  En el cacerolazo del 2001 se planteó la caída de De La Rua. Hace casi 11 años  un cacerolazo fue el puntapié inicial para terminar con el neoliberalismo. En cambio ahora el cacerolazo fue un cuestionamiento a lo que podríamos denominar el pos neoliberalismo, el fin de la etapa neoliberal que significó el kirchnerismo.  

En ese sentido la primera pregunta sería ¿Por qué el contraste?  Tenemos un cacerolazo progresivo y otro reaccionario. Veamos algunos puntos para tener en cuenta o algunas similitudes que podemos encontrar.  

Si se recuerda el cacerolazo del 2001, uno de los reclamos era en contra de la confiscación de  los ahorros que se dio en diciembre de aquél año. En este último cacerolazo también se atacó a la regulación del dólar, medida que obviamente se ha hecho con un objetivo diametralmente diferente al que se planteaba en 2001. Sin embargo parece ser un punto de encuentro y de unificación.  

Por otro lado está como eje de protesta el planteo contra la corrupción.

Si uno recuerda el triunfo de la Alianza en el año 99, uno de  los planteos fuertes en la campaña electoral de la Alianza era en contra de la corrupción del menemismo. Luego los planteos del “que se vayan todos” para algunos sectores significaron una crítica a la corrupción de toda la clase política. En ese sentido parece haber algún hilo de continuidad con los cacerolazos actuales. Ahora lo que se saca a relucir es lo de Ciccone como el emblema de la corrupción kirchnerista.

No se puede dejar de relacionar el tema de la corrupción con el de los medios de comunicación. En 2001 los medios incidieron  fuerte para crear el clima de corrupción, primero en contra del menemismo y luego sobre toda  la clase política hasta llegar a instalar la fórmula de político =  corrupto. Ahora  los medios están generando un clima de corrupción en contra del gobierno.

NO SE PAGA RESCATE: Pero con la diferenciación que los medios están en capa caída.

HB: Exactamente. Ahí hay un punto interesante sobre el planteo de “que se vayan todos” del 2001. En ningún momento  se planteó que se fueran los grandes  medios. Se quedaron todos. En ese sentido el kirchnerismo sí puso sobre el tapete la discusión.   

Es importante prestar atención al medio emblemático con el cual se  ha enfrentado el kirchnerismo que es Clarín. No hay que olvidarse que fue uno de los grandes promotores de la caída de De La Rúa. Alguna vez Domingo Cavallo dijo que a él lo echó Marcelo Bonelli, quién a través de sus columnas fogoneó la devaluación,  la caída de la Alianza y principalmente la caída de Cavallo.

Clarín, que ahora es el motor de esta protesta contra el gobierno, también fue un  impulsor de  los cacerolazos y del clima anti Alianza que se gesta en 2001. Traje unas líneas sobre lo que fue tanto la caída de De La Rúa como la caída de Rodríguez Saa, en la cual Clarín opera en los dos casos a favor del derrocamiento. Después traje una nota de un cacerolazo en contra de Eduardo Duhalde a inicios de 2002. Duhalde   había impulsado la devaluación y por esa razón Clarín no estaba en sintonía con los reclamos y ya no se entusiasma tanto con los cacerolazos.

Veamos sobre De La Rúa: “…la crisis costó 25 vidas, su  renuncia no sorprendió a nadie, por el contrario la salida anticipada del Presidente trajo alivio a una sociedad angustiada por el estallido social que produjo 25 muertos y más de 400 heridos, víctimas de la crisis económica”. Otro de la caída de De La Rúa: “Ayer a media mañana  agentes de  la policía montada se enfrentaron a un grupo de  Madres de Plaza de Mayo, en una imagen que recordó la última dictadura militar”. Sensibilizado Clarín en ese entonces.  

Sobre el cacerolazo que va a poner en crisis al gobierno de Rodríguez Saa dice: “Los manifestantes comenzaron a ganar las calles de Buenos Aires poco antes de la medianoche, los primeros cacerolazos se escucharon en los barrios de Palermo, Barrio Norte, Caballito, Belgrano, Boedo y Barracas. Eran grupos con un perfil de clase media y protestaban básicamente por la restricción a los ahorros bancarios popularizados como el corralito”. Parece más neutro pero tampoco hay una línea crítica a ese cacerolazo.

Una vez instalado Duhalde en el gobierno veamos el siguiente titular: “Daños en el centro a 15 sucursales bancarias” “En la madrugada del viernes, otra vez hubo violencia y los destrozos marcaron la ciudad”. Luego una foto con un banco destrozado y el comentario: “Una sucursal del Banco Francés en Av. Callao atendió al público a pesar de los destrozos del jueves a la noche”. Abajo: “En el cacerolazo mucha gente fue hacia Plaza de Mayo, según la policía activistas de ultra izquierda destrozaron algunos comercios sobre la Av. De Mayo cerca del Congreso”.

NSPR: Parece como cuando le hacen una nota a un incidente que produce Quebracho, la misma forma de catalogar a los manifestantes.

HB: Claro y que no aparecen en los hechos de protesta anteriores. ¿Qué está indicando esto? Que no hay que olvidar que el 2001 fue un levantamiento popular pero también fue una puja por arriba donde Clarín fue uno de los grandes promotores, donde se jugó a fondo una salida que contemplara la devaluación y la pesificación de las deudas tanto de Clarín como la de otros grupos de la clase dominante. Esa incidencia de los medios de comunicación también tuvo su relevancia para la caída de aquél proyecto.

NSPR: Eso que decís es la ley de quiebra ¿No? Que es la que, en primera instancia, salvó a grandes grupos económicos pero principalmente a Clarín. Una ley que si no hubiera sido por Duhalde no hubiera tenido prórroga, Clarín podría no existir o estar quebrado.

HB: Exactamente y fue criticada por el FMI. Duhalde tuvo unos chisporroteos con el FMI.  

Visto esto, que Cavallo cae cuando se moviliza la clase media, sobre todo cuando se cacerolea en Capital Federal. Ante la consigna “piquete y cacerola la lucha es una sola” surge la pregunta ¿Cuáles eran los caceroleros que planteaban esa consigna? No sé si son estos que ahora salen contra el gobierno y dicen que no quieren fomentar “los planes descansar” o eran de otros estratos de la ciudad de Buenos Aires. Es un gran interrogante, habría que seguir analizando lo que fue el 2001 y terminar de entender por qué ahora aparecen estos cacerolazos con un contenido tan reaccionario.