Debate con la izquierda en Sociales: una invitación anticapitalista
Por Juan Manuel Ciucci
Fue una reedición del encentro que en 2011 los reunió en la misma universidad, en un contexto muy distinto. En aquel momento se debatía la relación de los intelectuales y la política, pero durante el kirchnerismo. Cierta efervescencia rondaba en el aire, una disputa ante una encarnación política que desde el Estado intentaba construir una historia distinta.
Esta vez, el enemigo común ha ganado la conducción del Estado en elecciones democráticas, y esa realidad obligaba a una relectura de los roles desde donde se construye una oposición. O una resistencia, palabra no tan compartida en la mesa.
El arranque le tocó a Pía López, que intentó plantear las posibilidades y necesidades de un Frente. Que alertó contra la criminalización en marcha, con Milagro Sala presa como máxima expresión (algo que el PTS acompañó en denuncias y marchas).Y que esbozó una nueva posible definición del kirchnerismo como “reformismo igualitarista”, con sus lógicas reparatorias en la ampliación de derechos. “Todos somos frentistas, el tema es que nosotros estamos en el Frente de Izquierda y ustedes en el Frente para la Victoria”, contestó un tanto socarrón Castillo. Durante toda la charla flotaba esa idea de extraña unidad en el aire. El “Chipi” lo hizo patente en el final: cuando se acabe la experiencia en el peronismo, las puertas están abiertas para este frente de izquierda.
La invitación es un tanto extraña, pero interesante. Una lectura desde la izquierda al peronismo que no cae en el gorilismo clásico, aunque este continúe en su sustrato más íntimo. Plantean la posibilidad de recuperar algo de aquella experiencia que han criticado duramente, pero donde reconocen el valor de ciertas políticas, de ciertos militantes. Aun para criticar, Castillo diferenció al kirchnerismo gobernante del actual, de este espíritu que parece condenado a encarnar.
De ese espíritu hablaba González, de aquellos valores que desde una “izquierda ética o ética de izquierda”, debe releer la experiencia en el gobierno del kirchnerismo. Aquellas banderas que se esbozaron, y que fallaron en la difícil tarea de llevarlas “a la victoria”: ley de medios, pelea contra los buitres. Desde allí es que se deberían “formular las preguntas correctas sobre los fracasos inscriptos en la memoria popular”.
Grüner, por su parte, planteó una identificación clara del enemigo, remarcando las diferencias no menores con la lectura desde el campo “nacional y popular”. Esta era de Macri (ciertas resistencias hay en llamarlo macrismo), un modelo “de una brutal ofensiva de la clase capitalista contra los trabajadores”. Y un problema del que hemos hablado en otros textos: la construcción de un ciudadano consumista durante el gobierno anterior. Ese capitalismo que fue basal en la experiencia kirchnerista (González retomó viejas críticas sobre el “capitalismo serio”), un legado desde el que también construye el macrismo. Y desde allí partía esta invitación: hace falta un frente que parta desde un anticapitalismo, para pensar una nueva construcción de poder.
El peronismo, claro está, continúa siendo una discusión central. Entre el aparato de poder, entre la tradición popular, entre un espacio de pertenencia. Criticas justas e injustas, algunas poco eficaces para pensar este presente. Pero que nos obligan a repensar esta herencia kirchnerista que vamos construyendo, por acción u omisión. A su vez, estas lecturas presentan las posibles salidas a futuro de esta experiencia, con los riesgos testimoniales, que también fueron parte del debate. Entre la “defunción” por derecha que muchos proclaman, y estas “superaciones” por izquierda que nos presentan. Algo vital nos acompaña, sin dudas, para que nos muestren tanto interés.
Una referencia más, de una charla sustanciosa de la que esta nota no es más que una invitación a que la vea (ver videos). Pía López y Grüner coincidieron en un concepto clave en el ensayismo nacional, muchas veces utilizado por el enemigo: la barbarie. “¿Qué es lo que no es barbarie?”, preguntó Pía como disparador de un frente. Y lo retomó Grüner, para pensar esta actualidad capitalista mundial: una civilización desde la barbarie. Ese enemigo une, claro está. La amenaza es demasiado grande como para no intentarlo. Unidades dispares, trágicas, quizá imposibles. Así de dura es esta actualidad.