El camino de Santiago, deja vú de la represión macrista
Por Josefina Figueroa
Ayer fue el pre estreno del documental “El camino de Santiago”. El teatro era un hormiguero político. Las Madres, Abuelas, periodistas, legisladores, legisladoras, artistas, el cieneasta que dio vida a esta historia, sus guionista, quien investigó, los y las jóvenes que le pusieron ritmo y color, sus familias, entre otres.
Todos expectantes, todas atentas. Habían sido invitados a reflexionar, recordar y grabarse lo grave de la desaparición seguida de muerte de Santiago Maldonado. Pero lo que en estos últimos dos años y medio, la realidad supera la ficción, un rato antes de ingresar a la sala, tuvieron un deja vú.
Un grupo de encapuchados entró de manera violenta al lugar de encuentro y comenzaron a pintar las paredes. Todo el mundo presente quedó atónito porque no se entendía nada. No es lo mismo un par de violentos en una movilización, como la vez en plaza de Mayo, donde la policía tuvo la excusa para reprimir y después se supo era la misma policía, que interrumpiendo en el hall de un teatro mientras la gente espera el llamado a sala.
Un vidrio estallado, el signo anarquista envuelto en un cuore y todo desordenado. Sucedió como un torbellino rápido, con el objetivo claro.
Dicen que minutos antes pasaba el camión de gendarmería por la puerta del lugar. Hay fotos. Si eran anarquistas, ¿por qué estarían enojados? Rompieron la puerta a piedrazos al lado de las mujeres que lucharon la vida por sus hijos asesinados en manos del Estado. Sabemos, ese tipo de accionar anarquista, termina siendo funcional a la derecha pero, ¿eran anarquistas?, ¿fueron enviados por Patricia Bullrich?, ¿era de nuevo la policía? No sabemos.
El documental que recorre El camino de Santiago desde el 1 de agosto hasta el 17 de octubre de 2017, es excelente y desgarrador. Es una pieza periodística de calidad y un acierto político. Es también una apuesta por buscar verdad, memoria y justicia.
Al terminar el estreno, además de rectificar las preguntas ¿Qué le pasó a Santiago Maldonado? y ¿Por qué nadie se hace cargo de su desaparición y muerte?, quienes estuvieron presentes se fueron con una sensación extraña y poco feliz. También se hicieron una nueva pregunta que el documental no tenía. ¿Cuándo fue la última vez que pasó algo así en el estreno de una película en nuestro país?
Ayer se cumplía un año de la desaparición del joven que nos movilizó el alma y el cuerpo y desató, además, la furia de quienes nos gobiernan. Ellos y ellas mataron directa o indirectamente a Santiago, interprétese con la intensidad y la firmeza que se prefiera. También nos ignoraron, nos provocaron y después también nos golpearon en el reclamo por su vida. Anoche se volvieron a enfurecer y todo se puso turbio. Nos pegaron otra vez, como golpea alguien a quien ya está en el suelo pero convencido de su fuerza para defenderse.