El derecho de los niños a que los padres trabajen
Por Santiago Gómez
Desde Florianópolis - Brasil
Empezás el día puteando, porque desayunás con la tele. Por si fuera poco, salís de casa y te tapás las orejas, creyendo en la indignación impostada del mercenario que por radio dice informarte. Evitás conversar con quienes viajás en tren, bondi o subte, porque te pensás diferente, y en el laburo lo hacés sobre lo que la televisión ofrece. Si en el trabajo te dejan, comentás en Facebook. Volvés a tu casa, prendés la televisión otra vez y si tenés a alguien que te escuche amplificás: “Mirá cómo utilizan a los pibes para el paro, ni los derechos de los niños respetan estos delincuentes”. Y me pregunto: ¿será que leíste la Convención de los Derechos de los Niños? “Cuándo querés que la lea, si salgo de mi casa temprano, en el laburo no tengo tiempo de nada y cuando llego a casa me quiero tirar en el sillón a descansar”, imagino tu respuesta. Entonces, amplificador inconsciente, dejame que te cuente por qué el video que hizo la Confederación General del Trabajo con pibes y pibas convocando al paro general del 6 de abril, está en perfecta consonancia con lo que la Convención de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes establece, la cual, además, está reconocida por nuestra Constitución. ¿O creés que el piberío puede tener los derechos garantizados si echan a los padres del trabajo? ¿Y se tienen que quedar callados ante a ese riesgo?
Pero te entiendo, entiendo que repitas sin pensar, nos enseñan el procedimiento para conseguirlo en la facultad de psicología. No es tan distinto al experimento de Pavlov con el perro. Como cualquier animal somos cautivados por las imágenes y una vez que captaron tu atención, así como el perro saliva con la campana, sin tener nada adelante, consiguen que voluntariamente te entregues a la sucesión de imágenes para que escuches después de política, corrupción, después de dirigente, delincuente, por lo que si te hicieran un test o una encuesta y te preguntaran qué idea se te viene a la cabeza cuando escuchás la palabra política o dirigente, es fácil saber qué vas a contestar antes que lo hagas. Sucede que todavía estás entre quienes amplifican que los políticos usan a la gente, sin darte cuenta que vos sos la gente y es a vos que están tratando de oveja. Y vos, que tenés buena fe y creés en lo que ves, con la excusa del cansancio no te tomás el tiempo de detenerte a reflexionar en lo que te ponen adelante y cuando escuchás sindicalista sentís rechazo, si ves una pechera militante te indignás; hasta que tengas problemas en el trabajo o se te inunde la casa y entres en contradicción. Me pasé un año en Brasil escuchando despotricar contra los médicos cubanos, por la campaña en contra de Folha de Sao Paulo y Veja, hasta que la población fue atendida por ellos, así que voy a tratar de meterte en contradicción antes, diciéndote que la Convención establece que si no se le respeta el derecho al trabajo a los padres y madres se violan los derechos de la infancia y la juventud.
¿Qué dice el artículo 2 de la Convención? “Los Estados Partes se comprometen a asegurar al niño la protección y el cuidado que sean necesarios para su bienestar, teniendo en cuenta los derechos y deberes de sus padres, tutores u otras personas responsables de él ante la ley y, con ese fin, tomarán todas las medidas legislativas y administrativas adecuadas”. ¿Se te ocurre que es posible que una criatura crezca con bienestar si echan a la madre o al padre del trabajo? Donde dice “teniendo en cuenta los derechos y deberes de los padres”, entra el derecho Constitucional a trabajar. Mirá que no es de hijo de Kuka que te digo esto, básicamente hasta me podrías acusar de republicano, porque es algo que establece la Constitución en su artículo 14 y 14 bis, que le exige al Estado garantizar tu derecho más importante: el derecho a trabajar, mientras desde La Nación le piden al presidente que te baje el sueldo. Mejor dicho, que te baje aún más el sueldo.
El 14 bis establece no sólo que tenemos derecho a trabajar, sino también en condiciones dignas, teniendo que recibir el mismo salario independientemente del sexo, lo que sabemos no se cumple, con horario limitado, descanso y vacaciones pagas, derechos estos últimos que no tienen los estadounidenses, por poner un caso. En ese artículo, entre otras cosas, se hace especial mención a la familia, estableciendo que el Estado debe garantizar “la protección integral de la familia; la defensa del bien de familia; la compensación económica familiar y el acceso a una vivienda digna”. Ahora dejame que te pregunte ¿Vos creés que si tus hijos piden que no te echen del laburo no están reclamando por su derecho a una vida digna?
Peco de confiar en lo que escribo, creer en tu buena fe y pienso que me dirás, “sí, está bien, eso lo entiendo, pero están utilizando a los chicos para hacer política” y volvemos otra vez al principio y la carga con la que te inyectaron para que te repela la política de esa manera, así que te pregunto ¿Usan a los pibes o están usando la información que te falta para hacer política? ¿Adoctrinan a la gurisada, como dice más de un mercenario delante de una cámara, o una vez más se aprovechan de tu buena fe, manipulan tus emociones, para que te suba la sangre a los ojos y no veas claro lo que tenés adelante? ¿O de verdad creés que se puede asegurar el bienestar de las criaturas si los viejos están desempleados? Qué respuesta encontrás para explicar cómo se garantiza el derecho a la vivienda sin tener con qué pagar la cuota del crédito o el alquiler. Pensemos juntos cómo este gobierno va a cumplir con el artículo 3 de la Convención que establece que “que las instituciones, servicios y establecimientos encargados del cuidado o la protección de los niños cumplan las normas establecidas por las autoridades competentes, especialmente en materia de seguridad, sanidad, número y competencia de su personal, así como en relación con la existencia de una supervisión adecuada”, si no les puede garantizar no sólo docentes, las vacantes, sino que tengan clase en un escuela y no dentro de un container.
Date un tiempo para leer la Convención y si creciste en una casa en la que echaron a tu viejo o a tu vieja del trabajo, te pido que hagas memoria, ya que confío que en serio te preocupan los derechos de los niños. ¿Tiene derecho un pibe a padecer la tensión que le producen las discusiones entre los padres porque no llegan a fin de mes? ¿Qué bienestar le produce a una persona ver al padre aliviando con alcohol el sentimiento de inutilidad que le produce la falta de trabajo? ¿Va en dirección al interés superior del niño ver a la madre empastillada porque después que la echaron del trabajo la derivaron a un psiquiatra? Lo que sí va en dirección al interés superior de los niños, niñas y adolescentes es el spot que realizó la CGT, contemplado el artículo 12 de la Convención, inciso 2: “se dará en particular al niño oportunidad de ser escuchado, en todo procedimiento judicial o administrativo que afecte al niño, ya sea directamente o por medio de un representante o de un órgano apropiado, en consonancia con las normas de procedimiento de la ley nacional”. Nadie puede negar que las medidas administrativas tomadas por el gobierno de Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal, atentan contra los derechos de los niños, cada vez que le sacan derechos a los padres. Tus hijos tienen derecho a reclamar que se respeten tus derechos laborales, aunque vos elijas no hacerlo.