El grito de la Plaza, por Marcelo Cena
No fue una noche más. No tengo dudas. Fue la “plaza” de todas las plazas del país. Fue la noche-madrugada del 23 de octubre de 2011 que, en un solo grito, se alzó por más proyecto nacional y popular, por más profundización del modelo, por más peronismo, por más 2003.
Fue una plaza –la de Mayo- que brindó varias lecturas del contundente triunfo de la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner:
Y creo que el resultado electoral del domingo arrojó -y que desparramó el pueblo argentino en todas las provincias-, al menos dos gritos concretos y muy fuertes: el fin de los aduladores y voceros en contra el pueblo argentino en sus distintas versiones y la reafirmación y respaldo del largo camino iniciado por Néstor Kirchner de todo lo mucho que aún está pendiente por concretar para alcanzar la justicia social y la Patria Grande para los argentinos.
Porque ha llegado la hora de decir también que cuando no se hable más de la “krispasión” que generaba la “casa Rosada”; de las operaciones permanentes de los grupos concentrados y su articulador Magnetto-Clarín; del maltratador “Moreno”; de “en la Argentina todo está mal” y que debemos mirar y aprender de los países de la región; de la crisis energética y el aumento de la papa, el asado y el tomate; del “violento Moyano y D`Elía”; de los “piquetes salvajes”; de los muchos conductores televisivos de la mala onda y del “todo está mal” (las 24 horas y en cadena…); de los meses de cortes de ruta de los patrones del campo; de la “inseguridad” de Blumberg y el reclamo de mano dura de siniestros presentadores de noticias; de las distintas “enfermedades” de la Presidenta y del “fin del kirchnerismo”; de la mano dura y palo para los “trapitos”; de los panoramas sociales semanales malaleche de “Susana” y de “Mirta”; del “chavismo” trasladando sus políticas al país; de la “vagancia” que generan los planes sociales y el dinero “que gastan en birra y paco”; de las largas conferencias con horas de televisión y radio y metros de papel de diarios de Carrió, y de Duhalde.
Después de todo eso y mucho más !!, lo que hay que decir es que el ciudadano con su voto brindó un contundente apoyo para ir por más en la Argentina con la conducción de Cristina. Y esto lo he sentido, -lo sentimos-, durante todo el domingo y también en la madrugada del lunes en la histórica Plaza de Mayo. Ir por más:
Ir por más nuevas fábricas, por más exportaciones de la mano de obra del trabajo argentino y más y mejor trabajo para los que aún no lo tienen, ir por más escuelas y por la reforma educativa que nos debemos los argentinos; ir por más y mejor salud en cada rincón de la Patria. Ir por más es que en los próximos años tengamos (se construyan) las cientos de miles de viviendas que aún faltan y tengamos un “Plan de Créditos Para Jóvenes”.
Ir por más significa también que nuestros jubilados sigan cobrando cada año mejor y dejen de hacer filas interminables en los bancos cada primero de mes y que alcancen una atención médica de excelencia.
Ir por más es que tengamos una profunda reforma de impuestos en la Argentina, donde los que más tengan paguen lo que tienen que pagar y no lo mismo que el kioskero de la esquina. Ir por más es la defensa del agua y del medio ambiente, es la aplicación de una verdadera reforma de “tierras” y detener la extranjerización de nuestro territorio y que los campesinos y los pueblos originarios tengan definitivamente sus tierras para vivir en paz. Ir por una reforma agraria, también.
Ir por más es el combate al narcotráfico y a los vendedores de muerte de todas las drogas peligrosas con la mano dura de la Justicia y con más inclusión social, con la profundización de las políticas como las implementadas por Néstor Kirchner en 2003. Ir por más es seguir aplicando políticas que reafirmen al jefe de familia al frente de la mesa, con un trabajo digno, mirando a los ojos de sus hijos que van a la escuela…
Ir por más MERCOSUR y UNASUR para el mundo. Ir por más es profundizar fuertemente todo lo bueno que se ha hecho en beneficio del pueblo, sin dudar. Pero ir por más es también que todos los días tengamos un pibe menos en las calles mendigando y un cartonero que consiguió un trabajo por ocho horas en el camino definitivo a la inclusión social… Es volver a crear con urgencia las escuelas-fábricas y de oficios inmediatos para nuestros jóvenes en los barrios.
Ir por más y darle vida nuevamente a nuestros Ferrocarriles en todas las provincias y nacionalizar nuestros recursos naturales estratégicos. Y que las grandes empresas paguen lo que deben pagar, en serio. Ejemplo la industria pesquera.
En definitiva, el “ir por más” -o el “ni un paso atrás” de las Madres de la Plaza-, de todas las plazas del país, es un grito a seguir avanzando y profundizando, con los aciertos y errores, con los que pensemos igual o discrepemos, pero con un mismo horizonte: la justicia social y la paz que nos merecemos todos los argentinos. Esas son algunas de las lecturas de la plaza y las quería compartir.